La última de Pedro Sánchez con tal de seguir en el poder, acatar la propuesta de Podemos para que las injurias al Rey dejen de ser consideradas delito, es el tema central que ocupa a tribunas y editoriales de la prensa de papel este 24 de octubre de 2018.
Alberto Martínez, en ABC, denuncia el acoso que desde el PSOE se ha impulsado hacia la Corona:
Lo que no esperábamos del todo (aunque apuntaba maneras) era que Sánchez metiera al PSOE en una operación de acoso a la Corona que la deje desprotegida y al albur de que cualquier necio quiera hacerse el machote injuriando el jefe del Estado. Porque el Rey nunca se va a ir a juzgado a denunciar a otro español. Insultar al Rey o ultrajar a España no son actos privados, son una agresión al Estado.
Gracias al sanchismo nos lloverán, pues, los Valtonyc, los Hasel y otros zopencos sociales, y se multiplicarán las ofensas a las víctimas del terrorismo, que tampoco será delito hacerse de vientre en la bendita memoria de los que murieron por la libertad de todos. Porque, según Alberto Garzón, «la libertad de expresión ha de prevalecer». A nadie engaña… Es el cerco a la Corona lo que está detrás de esta barra libre a la ofensa. Y a esta ronda invita el doctor Sánchez, el lince del besamanos.
Federico Jiménez Losantos, en El Mundo, asume las tesis de Rosa Díez y sentencia que hay que organizarse en torno a la defensa de España y de su Constitución:
La diferencia con 1934, cuando PSOE, ERC y PCE (POUM y CNT-FAI, salvo en Asturias, esperaron al 36) se alzaron contra las urnas, es que Lerroux, presidente del Gobierno, decretó el Estado de Guerra, se enfrentó a los golpistas y los derrotó. Hoy, Sánchez es parte del golpe. Y acusa, como ayer Largo, Prieto y Companys a los que defendían la legalidad constitucional de «poner en peligro la democracia», que son… los golpistas. Por eso, partidos al margen, tiene razón Díez: los españoles debemos organizarnos ya en defensa de la Nación y su Constitución.
El editorial de El Mundo es claro y contundente al criticar el entreguismo de Sánchez a sus socios y aceptar todo lo que le propongan como dejar de considerar delito las injurias a la Casa Real:
Con tal de permanecer en el poder, Sánchez está dispuesto a dilapidar la histórica moderación de un PSOE centrado y respetuoso con el ordenamiento constitucional y sumarse a la campaña de desprestigio contra el Rey y la monarquía parlamentaria. Además, si prospera la proposición de ley de Podemos, también dejarán de ser delitos los insultos, las ofensas y la falta de respeto a los sentimientos religiosos, y el enaltecimiento del terrorismo, lo que supone sin duda un nuevo ataque a las víctimas tanto de ETA como de cualquier grupo asesino. Así, las víctimas quedarán desprotegidas frente a los ataques de quienes pretenden vejar o menoscabar su dignidad. El PSOE debe pensar si no está pagando un precio demasiado ignominioso para que su líder siga gozando de los privilegios del poder.
Fernando Rayón, en La Razón, no se traga la defensa de boquilla de Pedro Sánchez a Felipe VI:
El presidente del Gobierno explicó las razones por las que ha decidido recurrir al Constitucional la reprobación del Rey. Explicó que la abolición de la Monarquía es un «ataque al Estado». Pero la defensa casa muy mal con la decisión de los socialistas de apoyar la iniciativa de Podemos en el Congreso para reformar en el Código Penal los delitos de injurias a la Corona, ofensas a los sentimientos religiosos, y enaltecimiento del terrorismo. Por mucho que maticen luego este apoyo. Y sobre todo porque estas dudas contrastan con la actitud independentista. La CUP propondrá al resto de grupos del Ayuntamiento de Barcelona una nueva declaración de reprobación de Felipe VI.
Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72