LA TRIBUNA DEL COLUMNISTA

Los viñetistas Idígoras y Pachi se cachondean de Pablo Iglesias: «Soy coherente, compro la ropa en Alcampo y el chalet en la sierra»

Hughes: "Pablo Iglesias ha pasado del escrache a los demás al porno hipotecario"

Los viñetistas Idígoras y Pachi se cachondean de Pablo Iglesias: "Soy coherente, compro la ropa en Alcampo y el chalet en la sierra"
Memes sobre Pablo Iglesias. PD

El chalet de Pablo Iglesias sigue dando vueltas como una peonza. La propia torpeza del podemita y su pareja, Irene Montero, ha sido la principal aliada para que las tribunas de la prensa de papel de este 20 de mayo de 2018 aún no suelten la prensa…y lo que te rondaré moreno.

Francisco Rosell, en El Mundo, le suelta una buena torta dialéctica al altivo Pablo Iglesias:

Si los ‘descamisados’ (en terminología de Alfonso Guerra) del PSOE debieron aguardar a alcanzar al poder para disponer de su propia beautiful people, aquella gente guapa a la que se vinculaba directamente con González y que tantos dolores de cabeza produjo a un pequeño burgués como él, Podemos ya dispone de la misma. Además, encabezada por su propio líder. Les ha bastado con sólo acudir de visita al Palacio de la Moncloa. Si para conocer a un hombre, hay que espera a que se le invista de un gran poder, a Iglesias ha sido suficiente con rondarlo.

Idígoras y Pachi se mofan en una excepcional viñeta de Iglesias con el siguiente ‘bocadillo’:

Soy totalmente coherente. Me compro la ropa en Alcampo y el chalé en la sierra.

Javier Redondo cuenta como Podemos sigue diciendo unas cosas, pero pensando en realidad otras:

La élite de Podemos lleva años padeciendo desarmonía entre lo que realmente piensa y lo que manifiesta. Esa disonancia entre su sistema de ideas y creencias latentes y las expuestas generan a la larga estos descuidos. Todo funcionaba mejor cuando las preguntas eran pastelosas e imprecisas y adaptadas al share buscaban la respuesta que Iglesias y compañía querían dar y la audiencia escuchar. La nomenklatura adoptaba ritmo de rap, recitaba y provocaba furor, por mucho veneno que inoculara en una sociedad empobrecida, desorientada y confusa.

Javier Ayuso, en El País, tiene claro que la consulta que Iglesias y Montero lanzan a las bases sólo va a funcionar a modo de calmante, pero queda mucha tela que cortar:

Es sorprendente cómo el líder máximo de un partido joven que en poco tiempo ha conseguido el voto entusiasta de cinco millones de personas entra en la rueda de los tratos de favor que tanto ha criticado. Las explicaciones de Iglesias y Montero, y el plebiscito planteado sobre su credibilidad y permanencia en Podemos, pueden servir para calmar a sus bases, pero no para despejar las dudas sobre la limpieza de la operación financiera, que exige más transparencia.

Antonio Martín Beaumont, en La Razón, precisa que el gesto del chalet ha creado un clima de desconfianza difícil de voltear:

La imagen de la formación morada ha quedado tocada. No cabe duda. Porque, en este caso, el problema lo tiene Pablo Iglesias sobre todo con las bases que guardan las esencias del espíritu regenerador del 15-M. A buena parte de ellos, de los indignados por una crisis social que los dejó en la cuneta, les ha roto todos sus esquemas. Para bien o para mal, ésa es la cuestión que trae de cabeza a Podemos.

Hughes define a la perfección la evolución ideológica de Iglesias en torno a los casoplones:

Convirtieron lo del chalé en un referéndum. Y tiene su lógica: el chalet de Podemos es la definitiva inclusión felipista en el Sistema. Se convierte en el Suresnes de Iglesias. Quieren que las Bases sean cofirmantes de la hipoteca inaugurando así una nueva «moralidad» en Podemos a la medida de su líder. Otra cosa que hizo Iglesias es convertir la hipoteca de un cargo público en intimidad. Esto es asombroso en quien ha hecho carrera hablando del nivel de vida y patrimonio de los políticos en tanto casta. La hipoteca de un cargo público no es estricta intimidad. Sus bienes, debes y haberes se declaran. Iglesias comenzó cargando contra los bancos y acaba metiendo a todos en su hipoteca. Del escrache a los demás al porno hipotecario.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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