Una felicitación envenenada a cuenta de la reciente adopción de la periodista

El mensaje del bocazas de Jaime Peñafiel que busca acojonar a Susanna Griso y de paso meterle un palo a Letizia y a Juan Carlos I

"Si es niña, le preocupará que se parezca a aquella tía que no era un ejemplo. Si es varón, al cabrón del abuelo. Pero... si es adoptado, difícil"

El mensaje del bocazas de Jaime Peñafiel que busca acojonar a Susanna Griso y de paso meterle un palo a Letizia y a Juan Carlos I
Jaime Peñafiel, Susanna Griso y Letizia Ortiz. PD

El refranero español es muy fértil y sabio. Se dice que cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo y, aplicado a Jaime Peñafiel, cuando no tiene mejor cosa que hacer (y se le han acabado las invectivas contra Letizia Ortiz) se pone a escribir de cualquier cosa.

Este 25 de mayo de 2018 ha querido felicitar a Susanna Griso por haber adoptado a una niña de Costa de Marfil, pero lo ha hecho con su ‘peculiar’ estilo:

Vaya por delante mi admiración hacia la compañera Susanna Griso (47 años) por la generosidad demostrada adoptando a una niña de Costa de Marfil, país que yo conozco muy bien. Y lo ha hecho teniendo, como tiene, ya dos hijos: Jan, de 15 años, y Mireia, de 13, con Carles Torras (49) después de 20 años de feliz matrimonio. Esta decisión de adoptar un hijo la llevaba dando vueltas desde hacía mucho tiempo, aunque el largo proceso hasta tener en casa un nuevo miembro de la familia, una niña, ha durado ocho años. Y ha llegado en unos momentos en los que Susanna necesitaba esta presencia después de la ausencia de su madre, fallecida recientemente.

Pero a la vez comenzaba a meter el miedo a la periodista y aprovechaba para enlazar con su tema favorito, Letizia y el Rey emérito Don Juan Carlos I:

Me deja estupefacto ver el número de personas que aceptan el riesgo de tener un hijo que, como decía mi paisano Federico García Lorca, «no es, precisamente, tener un ramo de rosas». Y, además, adoptado. Todos conocemos las dos escandalosas historias de una niña y de un niño adoptados por familias artísticas muy conocidas y que están en nuestra memoria. Cierto es que estos niños a los que me refiero también podrían haber sido biológicos. Con una diferencia: la madre que pare, suele conocer los genes de su familia. Sabe que siempre hay una herencia de nosotros a nosotros mismos. Por ello, la primera preocupación al ver salir al hijo de sus entrañas es pensar a quién puede parecerse. Si es niña, le preocupará que se parezca a aquella tía que no era un ejemplo. Si es varón, al cabrón del abuelo. Pero… si es adoptado, difícil y casi siempre imposible conocer los antecedentes familiares de ese niño, en este caso niña, que ha llegado a vuestras vidas.

Y concluía:

Mi afecto personal y admiración por Susanna me inspira esta columna, sin otra intención que felicitaros a ti y a tu marido, por la generosidad y desprendimiento que habéis demostrado. También desearos toda la felicidad junto a esa niña que, con tanto amor habéis adoptado, para que sea una hija deliciosa, dulce, cariñosa e inteligente. Me gustaría añadir: como su madre. Pero, como comprenderás… sería gratuito. De todas formas, querida, hay tan pocos hijos, biológicos o adoptados, que igualen a sus padres ¡por tantos que pueden menos, que pocos pueden más! Que esta hija se encuentre entre estos que lo consiguen. Que así sea.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

Lo más leído