Alfonso Ussía lo ha vuelto a clavar. Con su peculiar y ácido estilo, el columnista de La Razón deja a los proetarras de Bildu como a ‘La Chata’.
Ussía, en un largo artículo en el que fantasea con el hecho de que le ha dicho que no a formar parte de su equipo ministerial, tiene también un palo de los que dejan marca. En este caso, a los parlamentarios de Bildu por pensar que su respaldo a Sánchez les iba a dar ventajas y lo primero que el presidente ha hecho es colocar en Interior al juez que metió en la trena a Otegui.
Lo mollar del artículo está casi al final:
Del nuevo Gobierno de Sánchez, el nombramiento que más me ha satisfecho ha sido el del juez Marlaska. Lo ha comentado Otegui. «El nombramiento de Marlaska me pone los pelos de punta. Me envió en dos ocasiones a la cárcel». Creo que en este caso particular, Sánchez ha acertado. Dispone de los votos etarras para ser Presidente del Gobierno, y designa para Interior al juez que mandó a la cárcel al etarra Otegui. Son gilipollas, los de Bildu, me refiero.
Ussía, que asegura con mucha retranca haber sido tentado por Sánchez, añade que:
Pero no estoy en condiciones de aceptar ofrecimientos hipotecados. Si algún día consigo reunir el dinero preciso para disfrutar de un chalé en Galapagar, lo aceptaría sin abrir ni un resquicio a la duda. Porque Marlaska – al que me honro en conocer-, es un hombre honesto, y es muy probable que, de involucrarse en determinados asuntos sin resolver, le mande los guardias por tercera vez a Otegui y por primera a los marqueses de La Navata, que algún día tendrán que explicar el origen de su pago al contado y las ventajas de su hipoteca. Sánchez no importa. Aquí, el que va a poner las cosas en su sitio es Marlaska.
Y de paso, unas risas sobre Podemos:
No obstante, yo he renunciado. No seré ministro. En ese aspecto, soy como Echenique.