¡Qué esperpento y qué ridículo! A Pedro Sánchez se la volvió a jugar ese ‘socio preferente’ llamado Pablo Iglesias aireando en una cadena de la competencia, Antena 3, el nombre del próximo presidente de RTVE, un tal Andrés Gil, ‘esbirro’ de Ignacio Escolar en eldiario.es
¿Próximo? Pues igual ya no porque, tal y como comentan las tribunas y editoriales de la prensa de papel de este 30 de junio de 2018, a estas horas de lo hablado no hay nada y tendrá que consensuarse parlamentariamente el próximo 2 de julio de 2018. Y no hay que ser un lince para deducir que PSOE y Podemos no suman mayoría y que a los nacionalistas, especialmente al PNV, no les gustó ni la propuesta ni la forma de anunciarlo, amén de a los propios empleados de TVE.
El editorial de ABC no escatima en palos a Pedro Sánchez y su forma chapucera de gestionar determinados asuntos como el de la renovación de la cúpula de RTVE:
La cadena de torpezas que está cometiendo el Gobierno en la renovación de la presidencia de RTVE ha dejado al descubierto el pacto de asociación entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El líder de Podemos parece el confesor del presidente del Gobierno, confesor indiscreto, eso sí, porque tanto desvela que el Ejecutivo va a acercar a los presos separatistas a Cataluña como que han pactado el nombre del periodista Andrés Gil para presidir el ente público RTVE. Esta última designación no solo es rechazada por buena parte de los socios de la moción de censura (lo que dificulta su confirmación), sino que ha sido recibida con protestas de los trabajadores de la televisión pública. Y no es para menos que se sientan engañados, porque el mercadeo que se traen entre manos Sánchez e Iglesias con este organismo es cualquier cosa menos una apuesta por su despolitización. Las protestas de los empleados contra el PP fueron bien aprovechadas por la izquierda y ahora esta las devuelve con un asalto partidista.
Sostres recuerda a Sánchez quién es en realidad ese ‘socio preferente’ llamado Pablo Iglesias:
Aunque a veces parece más portavoz del Gobierno que la propia ministra Celaá, Pablo Iglesias no quiere gobernar con Pedro Sánchez, quiere chulearle. No pretende ayudarle sino vampirizarle. El líder de Podemos no se ha tomado nunca en serio la política, ni siquiera su carrera política, y lo ha demostrado tantas veces que es normal que Sánchez le prefiera de espantapájaros -para cuando necesite su apoyo parlamentario- que de socio fiable. Si Pablo Iglesias se tomara en serio la política no filtraría ni mucho menos anunciaría lo que pacta con el presidente del Gobierno, ni se hubiera comprado una ostentosa finca que no guarda ninguna proporción con lo que les reprocha a los demás líderes; ni en 2016 habría presentado en rueda de prensa los ministros que pensaba imponerle al PSOE cuando el entonces candidato Sánchez intentaba llegar a La Moncloa con su apoyo y el de Ciudadanos.
Ramón Pérez-Maura da palos a diestro y a siniestro con el tema de la designación, al parecer fracasada, de Andrés Gil como presidente de RTVE:
Gil hizo el master de El País y trabajó en el diario gratuito ADN antes de incorporarse a eldiario.es, órgano de expresión muy próximo a la izquierda podemita, donde es su redactor jefe de política. ¿Su experiencia en televisión? La de verla sentado en el sofá de su casa. ¿Sus conocimientos para dirigir un equipo de casi 7.000 empleados? No se descarta la posibilidad de que sea aficionado a los soldaditos de plomo. Y entonces, ¿por qué anuncia Pablo Iglesias ese nombramiento? ¿Nos toman por idiotas cuando nos dicen que tiene que dejar de ser un aparato de propaganda del Gobierno? Evidentemente sí.
Y mientras te justifican el nombramiento que contradice su planteamiento teórico, te van miccionando en la pernera del pantalón. Con gran deleite. Uno de los mayores pecados políticos del PP a lo largo de los años de presidencia de Aznar y Rajoy ha sido el dejar todos los medios audiovisuales en manos de la izquierda. El último caso fue el de la creación de Atresmedia con la incorporación de laSexta en contra del criterio de la Comisión Nacional de la Competencia. Ahora la democracia española se encuentra con todas las televisiones alineadas en la misma posición ideológica y TVE controlada por Podemos. Por no hablar de Telemadrid, que todavía no se ha recuperado del giro a la izquierda que le dio aquella fallida sucesora de Mariano Rajoy que se llama Cristina Cifuentes.
La Razón es clara a la hora de denunciar que Iglesias ha querido imponer a un ideólogo de cabecera al frente de RTVE:
En la elección del nuevo presidente de RTVE estamos asistiendo a una exhibición de partidismo sin complejos como no se recuerda en España, en la que Iglesias lleva la batuta y propone y aventa nombres de candidatos sin el menor respeto a la discreción que se supone a cualquier oferta laboral. El problema es que el voluntarismo de Iglesias, con la aquiescencia de Sánchez, ha tropezado con el rechazo de los trabajadores del ente, que piden, más que un ideólogo de cabecera, un gestor para una empresa pública con 6.000 trabajadores y mil millones de euros de presupuesto, y con la reticencia de los socios del PNV y ERC, enterados por la Prensa.
El Mundo va a saco matraco contra Sánchez y Pablo Iglesias en el tema de RTVE:
La decisión de proponer como presidente de RTVE a Andrés Gil, periodista de eldiario.es, se conoció ayer tras varios días de un impúdico mercadeo entre los negociadores de Sánchez e Iglesias para cabildear un perfil de su gusto. Tanto los socialistas como la formación morada urdieron este nombramiento al más puro estilo de la vieja política: mediante una negociación bajo cuerda, con un esperpéntico baile de nombres y bajo el manto de una total opacidad. Sánchez ha vuelto a demostrar que es rehén de sus alianzas. El PSOE y sus socios no han escondido su voluntad de someter a RTVE a su dictado, lo que no solo resulta descorazonador para los 6.400 empleados que conforman su plantilla. El conjunto de la ciudadanía asiste atónito a la incapacidad de nuestra clase política para fraguar una televisión pública objetiva y erradicar la manipulación informativa en sus espacio