LA TRIBUNA DEL COLUMNISTA

El País se desmelena con un baboso editorial a favor de que el golpista Torra hable de independencia en La Moncloa

Antonio Burgos: "Urge llevar el VAR a La Moncloa para la entrevista de Quim Torra con el guapito de cara y tosco de manos"

El País se desmelena con un baboso editorial a favor de que el golpista Torra hable de independencia en La Moncloa
El Degenerado Supremacismo de Quim Torra

Quedan 24 horas para la entrevista en La Moncloa entre Pedro Sánchez y Quim Torra y las tribunas y editoriales de la prensa de papel se decantan, principalmente, por poner sobreaviso al presidente del Gobierno de España, aunque hay un medio, de izquierda para más señas, que habla de que la presencia del mandatario catalán en Madrid, aunque sea para hablar de independencia, es un gesto de normalidad.

Luis Ventoso, en ABC, pronostica lo que pasará en la reunión del 9 de julio de 2018 entre Pedro Sánchez y Quim Torra:

Mañana es la gran cumbre planetaria Sánchez-Torra, que será conocida en el futuro como La Gran Caída del Guindo. Sánchez está a punto de descubrir lo que el viejo Mariano captó enseguida: no se puede hablar con un frontón. El único diálogo que admiten se llama «dame la independencia». Imposible acostarse con un tigre y que no te despanzurre. El separatismo es el virus que destrozará al alegre Gobierno de los gestos. De hecho ya lo está haciendo, aunque el presidente enamorado de sí mismo todavía no quiera verlo.

Antonio Burgos se muestra ocurrente y dice que él llevaría el VAR a la Moncloa para analizar lo que se dice en esa reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra:

Mas donde urge llevar el VAR es a La Moncloa, para la entrevista de Quim Torra con el guapito de cara y tosco de manos. El VAR mío de la Señorita Pepis me ha dicho ya que en materia de unidad de España, Sánchez acepta la Constitución muy a lo siglo XIX, muy a lo reinado de Fernando VII: «A la trágala». Así interpreto que Sánchez vaya con la Constitución en la mano contra el golpismo sedicioso de su visitante «por imperativo legal», como juraban su cargo los primeros proetarras que llegaron a las instituciones. Y si se añade lo suyo, malvado, de que «la legalidad vaya por un lado y la política por otro», pues es obvio que hay necesidad del VAR para aplicar la Constitución en defensa la unidad de España frente a los separatistas catalanes, que están pesados, pesados, pesados con lo suyo del referéndum. Así que pones el VAR en La Moncloa, llega Torra, lo enchufas, y en cuanto el tío del lazo amarillo pide por esa boquita que se haga un referéndum para cantarle a España «La Niña de la Estación», o sea, «adiós, adiós, buen viaje», en ese preciso instante hay que parar la jugada y mirar el VAR.

El País, en la línea de aplaudir ahora todo lo que haga Pedro Sánchez, se desmarca con este elogioso editorial a la hora de hablar sobre la entrevista del 9 de julio de 2018 con Quim Torra en La Moncloa:

La reunión que mantendrán mañana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra, es en sí misma un primer paso para la normalización de la situación política catalana. Nada asegura que sea seguido por otros, lo que no significa que el encuentro se convierta en innecesario. Desde el Ejecutivo catalán se ha asegurado que, más allá de cual sea el resultado, los independentistas consideran un éxito poder hablar de autodeterminación en La Moncloa. En realidad, el éxito no reside en que puedan hacerlo, como, por lo demás, lo han hecho en otras ocasiones, sino en que finalmente reconozcan que nadie se lo ha impedido, porque esto, al contrario de lo que aseguran, no es un éxito suyo, sino de la democracia instaurada por la Constitución del 78, que ellos no han cesado de desprestigiar.

El Mundo confía en que Sánchez no le haga el juego a los separatistas en esa reunión con el presidente catalán:

Sería irresponsable por parte de Sánchez continuar con su política de gestos hacia unos independentistas que han demostrado en muchas ocasiones despreciar la igualdad de todos los españoles ante la ley. Afirma la vicepresidenta que su Gobierno no es rehén de ninguna hipoteca con los nacionalistas que les ayudaron a llegar al poder. Además de ser cierto, debe parecerlo. Jugar a la ambigüedad sería temerario e imprudente.

Arcadi Espada espera más bien poco del encuentro Sánchez-Torra, al que llama el Valido de Puigdemont:

El Valido acude a Madrid sabiéndolo -bien: el que lo sabe en realidad es el prófugo Puigdemont-, y el que lo recibirá en la puerta de La Moncloa también lo sabe. En el plazo corto, el presidente Sánchez reclamará al Valido que sus inevitables actos de palabrería y propaganda no amenacen, sobre todo en los arduos meses que esperan de juicio y sentencia, la consolidación de la mayoría nacionalpopulista. Porque esa mayoría es la condición primera de lo que puede ofrecerle en el plazo largo. Por lo demás, tras su viaje a las alcantarillas, mañana saldrán diciendo, con toda coherencia y sin mentir demasiado, que hay acuerdo para mejorar las infraestructuras de Cataluña.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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