El periodista Arcadi Espada ha sido detenido este 25 de agosto 2018 en la localidad tarraconense de Ametlla de Mar después de que fuera sorprendido realizando pintadas sobre un lazo amarillo que está colocado en una rotonda de Ametlla de Mar, en el que pintaron una bandera de España con dos franjas de pintura roja. —Arcadi Espada, retenido por los Mossos por pintar una línea roja a un lazo amarillo en L’Ametlla de Mar—
Espada ha dado su versión de los hechos en su columna dominical en El Mundo:
Salimos del restaurante pasada la medianoche. Éramos ocho e íbamos en dos coches. A la salida de L’Ametlla rodeamos una rotonda esculturamente dedicada, grosso modo, a los pescadores. En la base había un lazo amarillo, de hierro. El coche que iba delante y que llevaba a mis amigos se echó a un lado de la rotonda y se paró. En la cena habíamos hecho algún comentario sobre la peste amarilla, especialmente virulenta en la zona. Mi coche paró detrás.
-¿Vamos a sacarlo?
-Hummm. Me parece que será difícil.
-Pues lo pintamos.
Mi amigo abrió el maletero y cogió un espray. Uno de esos esprays de autodefensa que no pueden faltar en el ajuar de cualquier demócrata catalán. Cruzamos hacia la rotonda. El lazo era de hierro. Tenía un potente aspecto institucional, municipal y espeso, y era imposible levantarlo sin grandes trabajos. De modo que aplicamos al bubón pestífero el prescrito antídoto: un ardiente toque de rouge. Mientras pintábamos, pasó un coche. Una voz femenina, algo histérica, empezó a dar voces.
-¡¡Pulisía, pulisía!!
Dicho y hecho. Apenas habíamos cruzado la rotonda de regreso cuando llegaron, primero, dos coches de la policía autonómica, luego otro y finalmente uno de la policía local. Estábamos al lado de una gasolinera, la policía llevaba las luces de alarma encendidas y el aspecto global de la escena era imponente. Empecé a sentirme francamente bien. Primero tramitaron las multas por aparcar de modo incorrecto. Luego empezaron con los trámites de identificación. El mando de los Mossos, al que llamaban capo, trataba de justificarse:
-O sea que ustedes cuando observan una infracción de tráfico, corren a identificar a todos los ocupantes del vehículo…
-¿Qué quiere decir?
-Que eso es lo que hacen normalmente, vaya, el protocolo.
-Es que es de noche…
-De día no, entonces…
-Mire, perdone, no le seguiré su juego.
El pobre caporal ni siquiera era capaz de asumir las órdenes políticas que estaba cumpliendo: identificar a cualquiera que estuviera retirando -¡o pervirtiendo!- lazos. Los trámites se alargaban. Menos mal que la noche era estupenda. Estaríamos sobre los tres cuartos de hora cuando el mando de la policía municipal asumió el protagonismo.
-Abra el maletero -le dijo a mi amiga.
Había quesos, estupendos, de Fuente-Olmedo y unas botellas de Mosel que había traído de regalo a mis amigos. Incomprensiblemente, no requisó nada. Luego abrió la puerta trasera, sin que nadie le hubiera dado el plácet, y descubrió sobre el asiento el espray de autodefensa.
-Ajajajá -diría un novelista.
Lo cogió y se lo llevó consigo. Cuando los trámites acabaron, a punto ya de irnos, fuimos a preguntarle:
-Perdone, me devuelve mi espray, por favor? -le dijo mi amigo.
-Hummm…
-Sí, claro, lo necesito.
El policía se encasquillaba.
-Bueno, es que es un elemento susceptible de ser utilizado para actividades que no son coherentes…
-¿Y si lleváramos lazos los habría requisado?
-No, no habría por qué…
El agente 3905 (doy el número para que lo condecoren) se me quedó mirando algo indeciso:
-¿No le parece bien?
-Me parece una vergüenza.
Antes de irme quise cruzar hacia la rotonda para hacer una foto del lazo higienizado, El 3905 me lo impidió.
-Es peligroso.
-Ahora ya no.
Pero le obedecí. Subí al coche y dimos otras dos vueltas a la rotonda para tomar una fotos malas y rápidas.
«Detenidos y denunciados por ensuciar el mobiliario urbano Arcadi Espada y 7 bichos más. Esta es su manera de hacer. Son unos sucios y lo tenemos ganado», ha escrito el alcalde en Twitter con una imagen de la rotonda sin la pintada.
La delinqüència organitzada torna a embrutar la rotonda de l’entrada d l’#AmetlladeMar. No sigueu bruts! Respecteu l’espai públic que costa molt de mantenir net. #LlibertatPresosPolítics pic.twitter.com/adsNjVnVfM
— jordigaseni?️ (@jordigaseni) 23 de agosto de 2018
Ratas judías, gusanos cubanos, cucarachas tutsis. Faeríes de Norteamérica, Pájaros de La Habana, Jotos de Méjico, Sarasas de Cádiz, Apios de Sevilla, Cancos de Madrid, Floras de Alicante, Adelaidas de Portugal.
La respuesta canónica la dio bien entrada la mañana Cayetana Álvarez de Toledo. Orwell: «El nacionalismo es el hábito de asumir que los seres humanos pueden ser clasificados como insectos». Pero ten cuidado Gaseni, porque bicho en español es básicamente un toro.