De tesis y masters se visten este 22 de septiembre de 2018 las tribunas de opinión de la prensa de papel. Por un lado, la decisión de la Fiscalía de pedir el archivo del ‘caso Casado‘ y, por el otro, seguimos a vueltas con la tesis y el libro de Sánchez donde, cada día que pasa, aparecen nuevos plagios.
El editorial de ABC saca la frase de Carmen Montón cuando quiso hacerse la digna y echar porquería sobre Pablo Casado el mismo día en el que hacía pública su dimisión:
Tenía razón la ex ministra Carmen Montón, que dijo aquello de que «no todos somos iguales». Mientras las dudas que pesaban sobre la formación universitaria de Pablo Casado han ido cayendo una tras otra -en la Complutense, en la Rey Juan Carlos y en la Fiscalía del Tribunal Supremo-, la juez Rodríguez Medel ha abierto una pieza específica para la ex ministra de Sanidad, lo cual, dicho sea de paso, no prejuzga nada, como se ha demostrado, pero confirma que no todos los casos son iguales.
Ramón Pérez-Maura se cobra alguna factura con ex compañeros de ABC y de COPE a cuenta del tema de la tesis de Pedro Sánchez:
Síndrome de abstinencia y muy grave. Es lo que siento desde que el pasado jueves por la tarde se le cayeron los palos del sombrajo a nuestros colegas de El País y al fin descubrieron que el doctor Sánchez es un plagiario. Necesito desesperadamente encontrarme con algunos colegas -perdón, y algunas, porque si no me acusarán de referirme sólo a varones y estoy pensando muy especialmente en alguna ex compañera de la redacción de ABC y de la Cope- que proclamaban a principios de esta semana que «el supuesto plagio» del doctor Sánchez era un «asunto cerrado». O ese otro que dijo que la información de ABC era «un bluff». Que San Francisco de Sales les conserve el instinto periodístico. O mejor todavía, que les ayude a recuperarlo.
Ignacio Camacho resalta que Sánchez podrá salir o no airoso políticamente, pero de lo que no se libra con seguridad es del cachondeo popular:
El presidente podrá salir con más o menos aprietos del escándalo político, pero del cachondeo popular ya no escapa vivo. Somos un país de guasones con ingenio bastante retorcido. En la hipotética reimpresión deberían incorporarse los memes divulgados estos días para darle mayor atractivo. Amén de que serían más originales que el propio escrito, podrían servir para que el improvisado ensayista demostrase cierta capacidad de reírse de sí mismo.
En El País, ese mismo diario que este 22 de septiembre de 2018 estaría pletórico si la Fiscalía hubiese observado irregularidades en el máster de Casado, decide callar y mandar a Teodoro León Gross a embarrar el terreno:
La reacción a los escándalos de los másteres y plagios no parece movida por la convicción de que la universidad pública requiere meritocracia e igualdad de oportunidades, sino por la oportunidad de atacar al rival. Es munición partidista. La gente del PP sigue defendiendo la honorabilidad de Casado con su expediente cenagoso y la gente del PSOE pone bálsamos a la tesis de Sánchez, un trabajo zarrapastroso con un cum laude inmerecido que delata el cinismo de su estándar moral. Y no parece que la mayoría aspire a que eso deje de suceder, sino a que eso le cueste la dimisión al rival. O al menos un buen puñado de votos.
La Razón considera que la decisión de la Fiscalía de pedir el archivo de la causa contra Pablo Casado es una excelente noticia:
A partir de ahora, una vez que se confirme la inadmisión del caso por parte del Tribunal Supremo, se confirmará que esas presuntas estrategias de colusión entre populares y socialistas a costa de los másteres no eran más que fabulaciones interesadas. Por supuesto, estamos ante una magnífica noticia para el conjunto de la sociedad española, que, en unos momentos de grave incertidumbre política por las acusaciones de plagio que cercan al presidente del Gobierno y por las inconcreciones de un Ejecutivo en severa minoría, sometido a la presión de sus aliados de circunstancias y que debe abordar la reactivación del desafío separatista, necesita un liderazgo fuerte y consolidado en el partido que representa la mejor, si no la única, alternativa de gobierno.
El Mundo subraya el peso que se ha quitado de encima Pablo Casado y el propio PP:
Dado que el alto tribunal suele seguir el criterio del Ministerio Público en estos casos, se puede decir que Casado se quitó ayer un peso de encima, que además se suma al hecho de que la juez abrió diligencias para investigar a Carmen Montón por su título en la Rey Juan Carlos. Lo que es evidente es que la honorabilidad de Casado ha queda apuntalada. Teniendo en cuenta que las sospechas alrededor de su currículo han sido hasta ahora su principal lastre, debe aprovechar esta coyuntura para consolidar su posición al frente del Partido Popular, donde no esconden la euforia.