¡Ya sólo quedan 49 por salir del anonimato! Medio centenar de empleados de El Mundo enviaron una carta a su director, Francisco Rosell, para exigir la adopción de medidas en contra de Arcadi Espada por un artículo sobre Rufián en el que, imaginándose que era Aznar, le soltaba frases subidas de tono. Pues bien, ya conocemos a una de esas abajo firmantes que se escudaron en el anonimato.
Se trata de una de las peso pesadas de El Mundo, Lucía Méndez, la contorsionista desmemoriada que es capaz de criticar a Aznar lustros después de haber formado parte de su equipo de colaboradores en Moncloa.
Recomendada por Pedrojota a Aznar, citando entre sus méritos ser ‘muy obediente’, Lucía Méndez estuvo en la secretaría de Estado de Comunicación del Gobierno de Aznar entre 1996 y 1998. Epoc en la que alababa públicamente a Ana Botella como ‘una de las mujeres más inteligentes de la política española’.
Lucía Mendez pasó de trabajar en Moncloa con Aznar a ser la más ridícula abuelita beatona de Podemos en la prensa española.A regañar al PSOE
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) 23 de octubre de 2016
Es más, Federico Jiménez Losantos le daba un buen repaso memorístico a la señora Méndez, a la que ahora le pone mucho eso de ir de podemita guay y de criticar a la derecha de ese Aznar para el que ella trabajó algún que otro año –Losantos le recuerda a Lucía Méndez que «alguna trabajó para él en Moncloa» después de su ataque a Aznar-:
Hay una chica que estuvo de empleada de la zarina Botella y ahora está de empleada de la zarina Montero y en El Mundo intenta trastocar.
A ver si te enteras Lucía Mendez. Yo entiendo que haber servido los cafés a Miguel Ángel Rodríguez es muy duro y que ahora le tengas que poner el café con leche a Irene Montero pero a ver si te enteras antes de señalar a la gente en Twitter porque yo te señalo aquí.
A mi chulerías por la espalda ninguna, que yo te he visto llevando el café a Miguel Ángel Rodríguez.
Pues bien, la señora Méndez se expresaba así en Twitter:
EL MUNDO cumplirá pronto 29 años. Su abnegada redacción, a la que pertenezco desde el primer día, mantiene el espíritu crítico. Los periodistas de EM queremos al diario. Por eso hemos criticado por escrito la obvia grosería de un colaborador. Por la dignidad del periódico.
— Lucía Méndez Prada (@LuciaMendezEM) 22 de septiembre de 2018
Y rápidamente le pintaban la cara por su ataque a Espada:
Es un hombre libre. Piensa por si mismo. No le importa escandalizar porque es valiente. Tiene más moral que vosotros, moralina.
— Victoria Martin (@mariviti1) 22 de septiembre de 2018
No es dignidad. Es moralina barata. Es la neo Inquisición políticamente correcta. Y soy lector de EL MUNDO desde su fundación.
— Julio González ??✝️? (@JulioGonzlezSn1) 22 de septiembre de 2018
Por fortuna, el Supremo y el TC sitúan el listón de la libertad de expresión más alto que algunos periodistas. Yo también he trabajado muchos años en esta casa, la quiero y creo que la carta de la redacción es un grave error.
— José Luis Miró (@jluismiro) 22 de septiembre de 2018
Sin gente como @arcadi_espada, EL MUNDO sería una gacetilla. Arcadi es una de las mentes más lúcidas de este país. Me parece muy rastrero salir a hacer una carta en público, con la que está cayendo contra gente como Arcadi. Sostres dijo 100 burradas y no pasó nada.
— strangeloop (@strangeloop5) 22 de septiembre de 2018
Yo, en cuya casa siempre se leyó (y aún) El Mundo, que siempre quise trabajar con vosotros, y, sobre todo, que (siempre) he sido periodista, lo sé, Lucía. Pero cuidadin con cercenar la libertad de expresión
— Federico Echanove (@Fedechanove) 22 de septiembre de 2018
Habéis aprovechado una inoportuna «grosería», una sobrada, de Arcadi para criticar, desde el anonimato y plenasmo, todo lo que no os gusta, y por ello debería ser suprimido del periódico. Quizás El Mundo se os quede grande. Prueben suerte en El País, que es más pequeñito.
— Manuel López Sampalo (@mlsampalo91) 22 de septiembre de 2018
Ya empezaron las delaciones y fusilamientos verbales. Es el periódico que prefirió a Wendy Guerra y a Leonardo Padura para que les dorara la píldora del castrismo. Normal. La verdadera grosería es actuar por la espalda. Honte. Vergüenza. Shame.
— Zoé Valdés (@zoevaldes) 22 de septiembre de 2018
En nombre de la dignidad últimamente no se cometen más que deslealtades. La “grosería” es la coartada, pero el objetivo es una caza de brujas contra quien no os gusta. Si creéis que habéis engañado a alguien, subestimáis bastante a los lectores del periódico.
— Tommy Garras (@tommygarras) 22 de septiembre de 2018
Dicho esto, Arcadi, como otros tantos de El Mundo, es uno de los mejores columnistas que hay en España ahora mismo. Entre los que no te encuentras. Quizás va siendo hora de hacer las maletas y llamar a la puerta de El País. Te encontrarás más en tu entorno.
— Tommy Garras (@tommygarras) 22 de septiembre de 2018
A fregar
— J a c o b s o n (@TheGoodJacobson) 22 de septiembre de 2018