El País lo ha vuelto a hacer. Lo lleva en su ADN. Su proverbial obsesión por la extrema derecha le ha llevado a cometer una inmunda marranada: ilustrar en al portada de su web una entrevista de Manuel Jabois a Santi Abascal, presidente de Vox, con una imagen de ultras con la bandera española con simbología franquista.–Luis Balcarce: «Cebrián es el símbolo de un club de ricos y petulantes sin liderazgo ni proyecto para España»–
La decisión editorial es trascendente. Mientras en la versión impresa ha salido una foto de Abascal saludando a votantes de Vox, en la web se le ridiculiza como la voz de ultratumba de unos falangistas trasnochados. La imagen, firmada por Santi Burgos, muestra a varias personas realizando el saludo fascista en el Valle de los Caídos.
Eso para la web El País es Vox. Un partido salido de la cripta de Franco. La jugarreta ha sido muy criticada en las redes. «No pueden ser más casposos», ha dicho Luis del Pino en Twitter resumiendo el sentir de muchos tuiteros que consideran que se le ha faltado el respeto a un partido que está lejos de ser un hatajo de fachas.
Hoy El País trae una entrevista de Jabois a Santi Abascal. Lo ilustran en portada con la foto de unos fachas levantando el brazo en el Valle de los Caídos y ponen al lado una noticia de los fusilados por Franco, jajaja. Qué casposos son (los de El País, no los de Vox)
— Luis del Pino (@ldpsincomplejos) 4 de octubre de 2018
La respuesta no se ha hecho esperar. Rocío Monasterio, posible candidata de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, ha dicho:«Es un orgullo que El País nos insulte» recordando que «es el medio de la mentira y de la corrupción» y asegurando que «esta mañana me he despertado feliz porque ese artículo me reafirma en que lo estamos haciendo bien».
Estos tics totalitarios del ‘diario global’ (los diarios nazis en sus informaciones sobre judíos las ilustraban con ratas) demuestran que la mala conciencia del diario de PRISA por su pasado franquista sigue muy presente. Decía Manuel Vicent que el diario de Polanco había nacido sin pecado original pero no era cierto: tantos sus fundadores como su primer director –Jesús Polanco, Ortega Spottorno y Juan Luis Cebrián– habían tenido estrechos vínculos con el franquismo.
Polanco nunca dejó de ocultar su pasado falangista, Spottorno combatió en las filas nacionales y Cebrián fue director de Informativos de la TVE de Arias Navarro. Si eso no es un pedigrí franquista, que venga Dios y lo vea.
El caso de la mala conciencia de Cebrián es de psiquiatra. Abominaba el régimen pero no dudó en colaborar con él hasta el extremo de llegar a firmar un documento en el que se comprometía desde su nuevo cargo en TVE a dar «continuidad sin reservas a los logros de la obra de Franco…». –El libro que cuenta el apogeo y la caída de Cebrián en PRISA, el niño mimado (y temido) del establishment–
Así lo cuenta en sus Memorias. Rosón le explicó que necesitaba cubrir un requisito: escribirle una carta al presidente de gobierno, Arias Navarro, en que le expresara su lealtad a su proyecto político.
«Escribí la misiva cuidando no decir nada que yo no pensara. Al caer la tarde me dijeron que no era suficiente. Tenía que ser explícito en alguna mención positiva respecto al régimen. Me negué en rotundo, dije que no firmaría nada contra mis ideas y decliné el ofrecimiento de incorporarme. El ministro llamó a Jesús de la Serna para que me presionase. Me ordenó que aceptara y acabé cediendo. Faltaba, no obstante, el último requisito. Rosón seguía reclamando la carta que yo debía dirigir a Carlos Arias. El 27 de febrero, a la hora del desayuno, quedamos para discutirla en la barra de la cafetería de un hotel. Sacó de su bolsillo un papel plegado en cuatro y me lo enseñó. Era en gran medida el mismo texto redactado por mí, pero alguien había incorporado una explícita alusión al régimen que me repugnaba. Concretamente cuando yo hablaba de «lograr una realidad progresiva para España…» se cambió la palabra «realidad» por «continuidad» y añadieron una frase en el sentido de que dicha continuidad asumiera «…sin reservas los logros de la obra de Franco…». Otra vez me negué a firmarlo. Pero la presión era insoportable. Mirando interiormente para otro lado, tomé el papel y estampé mi rúbrica allí mismo. Regresé a mi casa con un nudo en el estómago, sabedor de que había cometido una equivocación».
El 2 de marzo de 1974 Juan Luis Cebrián asumió como director de Informativos de TVE. Ese día la noticia principal fue la ejecución por garrote vil del anarquista Salvador Puig Antich, condenado a muerte por un Consejo de Guerra por el asesinato a balazos del subinspector del Cuerpo General de Policía en Barcelona.
Y ahora hay que tolerar ver a su directora, Soledad Gallego-Díaz, la escribía en Cuadernos para el Diálogo cuando Juan Benet pidió a la URSS que volviera a meter en un gulag a Alexander Solzhenitsyn, darnos lecciones de democracia burlándose de un partido que le está quitando votos ya no al PP sino a Podemos. Esto huele a resentimiento.
PS: Se han dado cuenta de que estaban haciendo el ridículo y han cambiado la foto. Patético.