El líder de Podemos, Pablo Iglesias, salió a darle instrucciones al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, diciendo que tenía que «moverse» tras su reunión con el presidente de ERC, Oriol Junqueras, en la prisión de Lledoners, quien le ha transmitido que ERC no negociará los Presupuestos sin gestos hacia los presos.
Iglesias se ha reunido durante unas dos horas y media con el líder de ERC y exvicepresidente de la Generalitat, en prisión preventiva en el centro penitenciario de Lledoners, en un contexto marcado por las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado y la situación de Cataluña.
Al día siguiente, el editorial del diario El País ya estaba haciendo el trabajo sucio a Sánchez pidiendo la liberación de los presos preventivos a la espera de juicio.
Tras el título Prisión preventiva, el diario de Soledad Gallego-Díaz reconoce que «es admisible que el Supremo revise la situación de los detenidos del procés». Pese a que el texto no se refiere a Junqueras y compañía en ningún momento como presos políticos, sí da razones para que se les pueda poner en libertad mientras no empiece el juicio, que aun no tiene fecha.
El País señala que la prisión preventiva constituía «un expediente judicial muy frecuente durante el franquismo», pero que en la actualidad esta medida «se circunscribe a protagonistas de presuntos delitos relacionados con el tráfico de drogas, miembros de organizaciones criminales y autores de robos con violència», pero también en asuntos «de especial trascendencia mediática» como sería el caso del juicio por el referéndum del 1 de octubre de 2017.
Porque los jueces actúan en esos casos mediáticos guiados por un «exceso de prudencia, por el prurito de no ser criticados por exceso de benignidad o por la permanencia psicológica del antiguo requisito de la alarma social».
El País señala que las medidas cautelares de los procesados por el 1-O pueden ser «reexaminadas», entre otras razones, porque «de los tres requisitos necesarios para legitimar una prisión preventiva, hay dos que parece que ya no concurren: el riesgo de destrucción de pruebas (obsoleto con el paso del tiempo) y el de reincidencia en el delito (al no ocupar los justiciables sus anteriores responsabilidades)».
Respecto al tercer requisito, el riesgo de fuga, el periódico señala que «varios de los hoy encarcelados fueron en su momento puestos en libertad» y en ese momento «descartaron drásticamente utilizar esa ventaja para convertirse en prófugos».
Carlos Herrera, en su editorial este 22 de octubre de 2018 en la COPE, ha salido en tromba contra El País:
«Hay un problema espinoso: la libertad de los golpistas. El Gobierno no puede indultarles. ¿Qué pasará? ¿Descolgará el teléfono Sánchez para presionar a la Fiscal General? Es muy delicado. ¿Qué gesto puede hacer Sánchez? Y mientras tanto, el Gobierno del Frente Popular va a crear esa masa de gente social de gente que viva de lo público y que nos siga votando. Y para eso hace falta que el diario E País haga el trabajito como en ese editorial infame [del 20 de octubre de 2018] pedía la libertad para estos, para golpistas. Porque como son nacionalistas, amigo mío. Aquí puede estar Granados tres años en la cárcel en prisión preventiva que no pasa nada, pero si el delito es de un nacionalista que cometió golpe de Estado, ya está El País con su campaña de blanqueo».
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