El auge de Vox en esta recta final de la campaña electoral en Andalucía que concluye este 30 de noviembre de 2018, día de San Andrés, está concitando en el foro periodístico filias y fobias.
En El Mundo, Federico Jiménez Losantos responde con contundencia a Arcadi Espada, su compañero de tribuna, a cuenta de una frase que dejó en su artículo del 29 de noviembre de 2018 en el que atacaba al partido de Vox y al que, según el propio Losantos, era más falsa que un euro de madera:
Por lo que antiguamente llamaban ‘los duendes de la imprenta’ y ahora un software pillarejo, ayer se coló en la columna de Arcadi Espada una frase que parece de Pilar Rahola en La Vanguardia, insultando a Vox:
«Se trata de un partido que propugna la discriminación de las personas por su lugar de origen. Varias decenas de miles de andaluces que marcharon a trabajar a Cataluña y que contribuyeron decisivamente a construir lo que Cataluña es saben de qué va eso: ni siquiera pueden educar a los hijos en su lengua materna cuando esa lengua materna sea el castellano, lengua oficial del estado. Vox es ese partido que hoy llama charnegos a los magrebíes».
Aclara el también director de ‘Es la Mañana de Federico’ que:
Digo que parece de Rahola o algún otro vocero del prusés porque, a diferencia de lo que es costumbre en Arcadi, la frase es rigurosamente falsa. En ningún sitio o momento, en ningún mitin de Vox o declaración de Abascal se ha llamado charnegos a los magrebíes. Es Vox el partido discriminado por los medios por demasiado español, como el PSC, CiU y ERC discriminaban al PP en el Pacto del Tinell, como Pujol en su libro La inmigración, problema y esperanza de Cataluña al inmigrante andaluz: «Un ser destruido, que si alguna vez llegaran a mandar, destruiría Cataluña»; o como decía de mí tras publicar Lo que queda de España y firmar el manifiesto de los 2.300 María Aurèlia Capmany, la intelectuala (Ocaña dixit) orgánica del PSC: «Aquests tíos ya duríen esser tots fora!».
Ese PSC de Maragall y Montilla, como explica Rafa Latorre en su excelente libro y ha sostenido siempre Arcadi, creó el movimiento de desobediencia a la legalidad en Cataluña, cargó en la calle contra la sentencia del Constitucional, antes de leerla, por «ahogar los sentimientos con leyes», dobló las multas por rotular en español y defiende el indulto a los golpistas. Pero es al que corteja incansable Manuel Valls, candidato de Arcadi y otros voxófobos a la alcaldía de Barcelona.
Y recuerda que, pese a todos los ataques al partido de Abascal, Vox, a día de hoy, es un partido que se mantiene perfectamente en el marco constitucional.
Vox es infinitamente más constitucional que el PSC y el único partido que en sus mítines recogía firmas para Hablamos español, porque defiende el derecho de los niños a educarse en español en toda España. Y también la obligación constitucional de expulsar de España a los ilegales. Contra la única legalidad discriminatoria que está Vox es contra la Ley de Violencia de Género. Arcadi y yo, también.
Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72