Unos energúmenos encapuchados irrumpieron en la presentación del libro Nudo España de Pablo Iglesias y Enric Juliana este 10 de diciembre de 2018 en Barcelona. Los ultras han interrumpido el acto en el momento en el que se analizaba la entrada de VOX en el parlamento de Andalucía, y lo han hecho gritando «fuera Podemos aquí no os queremos».
Los asistentes han respondido con gritos de «Sí se puede» y «No pasarán» y los ultras han sido expulsados de la Casa del Llibre. Aun así, los jóvenes se han quedado en el exterior con las banderas de España y voceando consignas como «Viva Franco» o «Defendemos a nuestra gente». Jarabe democrático que lo único que conseguirá es que Iglesias y Juliana se ahorren dinero en la promoción de su libro.
El altercado en Barcelona le ha venido como anillo al dedo a Federico Jiménez Losantos para disparar desde los micrófonos de esRadio contra el «siniestro» Enric Juliana, a quien le tiene tomada la matrícula desde hace tiempo:
«Estos pobres [los violentos] a lo mejor los ha puesto la editorial. Este es un libro basura, escrito por un político basura, siniestro llamado Pablo Iglesias, y por el periodista más basura con permiso de Ferreras y Cristina Pardo que es Enric Juliana. Este es el sujeto siniestro que hizo aquel editorial que publicaron 11 diarios de Cataluña a la orden contra el Tribunal Constitucional… el chico de Bertone, el chico de Pujol, el chico de Godó, el chico de Mas… Juliana es criada para todo, con aspecto de colesterol eclesial que tiene va impartiendo doctrina con la voz ahuecada que es lo típico de los separatistas catalanes junto al carnicero de Madrid y cuyo modelo es Caracas. Hombre, no vayáis con la bandera a hacerles el favor.
La conexión Bertone & Juliana la explicó Losantos en otro editorial durísimo contra Fernández Díaz: —Losantos corre a hostias al ‘meapilas’ Fernández Díaz: «Supo todo sobre el golpe de Estado de Pujol y no hizo nada»—
De hecho, Fernández Díaz colaboró activamente con [Enric] Juliana en la mafia rosa del Vaticano para cerrar la COPE, que denunciaba estas cosas. Fue él en persona, el meapilas de Fernández Díaz, el que fue a decirle a [Antonio María] Rouco Varela de que había que hacerle caso al cardenal [Tarcisio Evasio] Bertone y cerrar ese púlpito de crispación. ¿Y qué hacía mientras tanto? Ir a pedirle de rodillas a Pujol de que no diera el golpe de Estado. Y el otro le dijo que tenía que hacerlo. Y él se volvió a Madrid, se lo dijo a Mariano y siguieron».
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