LA TRIBUNA DEL COLUMNISTA

La cobardía de Sánchez con los golpistas le hará eligir el barco ‘Piolín’ para hacer el Consejo de Ministros

Ignacio Camacho: "El Gobierno de España tiene perfecto derecho a reunirse en cualquier ciudad española, renunciar a ese derecho cuestionado bajo amenaza equivale a conceder a la Cataluña soberanista una suerte de independencia de facto"

La cobardía de Sánchez con los golpistas le hará eligir el barco 'Piolín' para hacer el Consejo de Ministros
Pedro Sánchez y el famoso barco Piolín. PD

No le entra a Pedro Sánchez en la sesera que no tiene nada que dialogar con Quim Torra cuestiones que se encuentren fuera del marco constitucional. Sin embargo, el presidente del Gobierno sigue erre que erre cediendo al reto separatista y este 15 de diciembre de 2018 las tribunas de papel le afean esa actitud al inquilino de La Moncloa.

El editorial de ABC es claro y contundente a la hora de decirle a Sánchez que con Torra no hay nada de que hablar fuera del marco constitucional:

Sánchez aún no ha aprendido ni una sola lección útil desde que llegó a La Moncloa, y no parece estar al tanto de que nada hay que dialogar con quien nada quiere dialogar. Pocos minutos tardó Torra en replicar a Sánchez que no quería verle si no era para hablar de autodeterminación de Cataluña y pactar un referéndum ilegal. Es incomprensible que Sánchez se preste a este juego después de comprobar la dureza con la que ha sido castigado el PSOE en las elecciones andaluzas, y de ver en pie de guerra a los «barones» de su partido, temerosos de un efecto contagio.

Ramón Pérez-Maura considera que el Gobierno de Sánchez no puede actuar de tapadillo en Cataluña y que no tiene por qué llevar a una sede de tercera división, desde un plano institucional, el Consejo de Ministros en Barcelona:

El Gobierno ha escogido reunirse en la Lonja del Mar de Barcelona, un edificio neoclásico del siglo XVIII. Por si no fuera ya bastante vergonzoso el que el Gobierno no imponga su autoridad frente a la Generalidad, para celebrar una sesión del Consejo de Ministros pide prestado un edificio a la Cámara de Comercio. Como me decía días atrás un amigo que es un veterano socialista del equipo de Enrique Tierno Galván (¿sabrá el doctor Sánchez quién era el catedrático Tierno Galván?) «para eso es más digno hacerlo en la Delegación del Gobierno o, de perdidos al río, en la antigua Capitanía General». O en el Palacio Real de Pedralbes, añadiría yo. Pero no. Todo es de tapadillo, como con miedo. Y lo que es peor: garantizando la ruta de la huída de Barcelona. Porque desde la Lonja del Mar, la huída en barco no ofrece ningún problema. Atentos a sus pantallas.

Ignacio Camacho denuncia que el Gobierno de España ha ido cediendo todo tipo de espacios a los independentistas:

El Gobierno de España tiene perfecto derecho a reunirse en cualquier ciudad española. Renunciar a ese derecho cuestionado bajo amenaza equivale a conceder a la Cataluña soberanista una suerte de independencia de facto. A admitir en la práctica la extraterritorialidad de la segunda capital más poblada del Estado. Ya resulta bastante triste que el ejecutivo de la nación haya elegido para reunirse la sede de un colectivo de empresarios porque, salvo el Palacete Albéniz -residencia oficial del Rey-, la Administración central no parece disponer de un edificio del nivel representativo adecuado. Esa decisión logística es todo un retrato de cómo España ha cedido al autogobierno catalán la competencia alegórica de la ocupación completa de los espacios; ya durante la crisis del referéndum hubo que alojar a los policías en barcos.

Cristina López Schlichting, en La Razón, asegura que Sánchez no está por la aplicación del artículo 155:

Lo único que le preocupa a Sánchez es su poltrona y esta solución intermedia será la que más votos le dé -o eso calcula él-. Por un lado, con el golpe sobre la mesa se garantiza una subida en las encuestas -no hay en el PSOE quien no tuerza el gesto al hablar de Cataluña-. Por otro, evitando el 155 se distancia de Rajoy. Como el orden público se va a interrumpir el día 21 – hasta la TV3 ha explicado en un croquis cómo van a ocupar los macarras independentistas el aeropuerto, las aduanas y las carreteras-, las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado deben estar recibiendo órdenes ya. Entretanto, la situación en la autonomía gana en gravedad día tras día. Pero eso qué importa.

Manuel Arias Maldonado, en El Mundo, tiene claro que si Sánchez no le pone freno al independentismo, lo harán los votantes:

¿Quién es el verdadero Sánchez, si es que existe? Es difícil saberlo, aunque buena parte de los ciudadanos tendrá ya su respuesta. Su estrategia catalana ha estado condicionada desde el principio por el eslogan electoral que culpaba al presidente Rajoy de desatender «soluciones políticas» a la vista de todos y por la necesidad de mantener viva la mayoría de la moción de censura. Pero no puede dialogarse con quien insiste en saltarse la ley. Eso era ya evidente en su encuentro inaugural con Torra: que se recibiera con sonrisas a quien lucía en la solapa un lazo amarillo no resultaba demasiado edificante. Insistir en el diálogo cuando la contraparte mantiene un discurso insurreccional, por el contrario, desafía toda lógica política. Puede alegarse que se trataba de probar la fórmula de la mano tendida. Bien: tendida está. Pero si el independentismo solo sabe agitar, acaso sea hora de decirle sin ambages que habrá de atenerse a las consecuencias. Porque si un posible Sánchez no lo hace, lo harán los votantes. Y pronto.

Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

Lo más leído