Alfonso Ussía no da puntada sin hilo y este 20 de enero de 2019 en el diario La Razón deja con la sonrisa congelada a Podemos ofreciendo un espectacular dato sobre las intenciones electorales que le dan al partido morado y el cachondeo en el que se ha convertido en líneas generales la política:
La farsa de la política española no merece ser estudiada como una tragedia o un melodrama. Se trata de una comedia.El espectador, sin saber lo que hacía, hoy nos representa a la mayoría de las personas más o menos normales que quedamos en España. Por más que nos asombren los políticos -y con especial insistencia los de las llamadas izquierdas-, menor importancia les concedemos. Con los millones que le ha regalado Sánchez, Torra el golpista ha culminado un ridículo viaje de promoción separatista por los Estados Unidos. Y nos hemos reído y abandonado la función.
Se centra en el caso de Podemos:
Errejón ha traicionado a Iglesias, y nos hemos reído y abandonado la función. El papel de Echenique en la farsa no es el más simpático: «Es lógico que permanezca en el escaño porque hasta mayo de algo tiene que vivir». Es un bicho, este Echenique. El espectador se dirige al actor motorizado y le grita: «¡Bicho malo! Me voy». Y se va el espectador de Podemos. Teresa Rodríguez arremete contra los ricos que viven como burgueses y le recuerdan el chalé de su jefe en La Navata. Y los espectadores se van y le dejan en las urnas con sus enaguas silvestres a la vista de todos.
Detalla que:
España es un ripio, como los de Camprodón. El personaje surge de las bambalinas y aparece en un jardín con estatuas. Se apoya en una de ellas y declama: «Oh, bella estatua Minerva!/ Qué bello paisaje aqueste; / ¡Y cómo crece la hierba/ con este viento sudeste!». Lo podría haber escrito Monedero, el poeta del Orinoco y de los 400.000 euros.
Y sentencia:
Tenemos por delante muchas comedias a estrenar que van a solazarnos de las preocupaciones. La encuesta que guarda Podemos sobre sus expectativas electorales le conceden menos de un 4% de los votos en Madrid. Y son anteriores al cruce de acera de Errejón. La comedia regala más esperanzas que los dramas de Echegaray o las tragedias de Camprodón. Cuando se alce el telón, nos vamos a morir de risa. Trabaja Echenique en un papel principal.
Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72