POLITICOS Y PERIODISTAS

¿Sabías que ERC presiona a Pedro Sánchez para que ayude al millonario rojo Roures a apoderarse del Grupo ZETA?

El independentismo catalán apoya a uno de los empresarios que se ha posicionado más abiertamente a favor del 'procés'

¿Sabías que ERC presiona a Pedro Sánchez para que ayude al millonario rojo Roures a apoderarse del Grupo ZETA?
Jaume Roures RS

ERC aparece en todas las sopas y caldos de valor. (Gabriel Rufián: «Podemos nos ofreció a ERC la cabeza de Borrell por apoyar presupuestos»)

La venta del grupo Zeta ha vuelto a punto muerto. Las avanzadas negociaciones entre los dueños de El Periódico y Jaume Roures siguen sin concretarse después de que el fundador de Mediapro reconociese públicamente su interés por la compañía y denunciase la existencia de «fuerzas oscuras» que quieren bloquear la operación(Twitter: La bella Cristina Seguí (VOX) le da turrón del duro al fondón Gabriel Rufián (ERC))

En menos de siete días, Roures ha confirmado sus intenciones en varios medios de difusión nacional y catalana indicando que «hay mucho poder fáctico que no ve con buenos ojos» que Mediapro se quede con el grupo Zeta y El Periódico, el segundo diario catalán y una cabecera con difusión a nivel nacional.

Los poderes fácticos a los que se refiere Roures son, básicamente, los acreedores de la deuda de Zeta y el gobierno de Pedro Sánchez, que recelan de la operación y prefieren que un grupo con vocación españolista se quede con la cabecera y no un empresario cercano al independentismo catalán como Roures, según recoge Fernando Cano en El Español.

El problema es que los dos grupos de vocación española interesados en Zeta -Prensa Ibérica y Henneo- han hecho una oferta muy inferior a la de fundador de Mediapro. De esta manera, todo parece indicar que la venta se decidirá en el plano político y no en el económico, un nuevo campo de batalla en el que Roures también ha movido ficha para obtener el esperado plácet de la banca y de Moncloa.

Las informaciones confirmadas por este periódico indican que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), formación política muy cercana a Jaume Roures, está tanteando con Moncloa el desbloqueo de la operación, como una de las condiciones para aprobar los Presupuestos de 2019.

El principal objetivo del partido republicano es la garantía de Sánchez de realizar gestos hacia el ‘procés’, pero dentro de su batería de exigencias se encuentra la de que Moncloa apoye la compra del grupo por parte del fundador de Mediapro.

Jaume Roures es uno de los empresarios que más abiertamente se han posicionado a favor del procés catalán y son conocidos sus vínculos con los políticos independentistas, en especial con Esquerra. De esta manera, cercanos a la operación indican a este diario que el movimiento de ERC ante Moncloa no es más que una retribución de los miembros de este partido al apoyo prestado por el empresario durante el desafío independentista.

En esta línea, uno de los gestos más simbólicos hacia el independentismo fue la puesta en marcha del International Press and Broadcasting Center durante los días en que se desarrolló el referéndum ilegal del 1-O. Financiado personalmente por Roures y montado en la sede de Mediapro, este centro de prensa se convirtió en el escaparate mundial del procés y, entre otras cosas, fue donde Jordi Turull, Raül Romeva y Oriol Junqueras -todos actualmente en prisión- presentaron las urnas que se utilizaron en la consulta del 1 de octubre.

Dos meses antes, en agosto de 2017, también se conoció que el entonces vicepresidente del Govern y líder de ERC, Oriol Junqueras y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, cenaron juntos en Barcelona en la casa de Jaume Roures. La reunión a la que también asistió Xavier Domènech, de Catalunya en Comú, fue vista como un acercamiento entre el independentismo y Podemos con el fundador de Mediapro ejerciendo de celestina.

De esta manera, las gestiones de ERC ante Moncloa no solo buscan la bendición política de la operación, sino que también esperan que el equipo económico de Sánchez mueva ficha para buscar el apoyo de la banca acreedora. El grupo Zeta debe 99 millones de euros después de su última refinanciación cerrada en verano de 2017. De este montante, los mayores acreedores son Caixabank, con unos 19 millones de euros, y Popular (Santander), con otros 17 millones.

Las fuentes consultadas por este diario indican que precisamente la llave de la operación la tiene Caixabank, por lo que cualquier grupo que quiera hacerse con Zeta deberá necesariamente tener al apoyo de la entidad financiera catalana. La clave está en la quita de la deuda: Caixabank y Santander aceptaron en octubre del año pasado una quita superior al 50% de la actual deuda, lo que garantizaba que la venta cubriese al menos el pago de la deuda restante y con un montante de entre diez y veinte millones de euros limpios para los gestores de la compañía.

El precio original de venta, y que puso sobre la mesa el equipo del presidente de Zeta Antonio Asensio, fue de 70 millones de euros, un montante que Prensa Ibérica y Henneo consideraron elevado, lo que ha frenado su interés por cerrar la operación. Por el contrario, Roures ha ofrecido unos 60 millones, pero sin las mismas condiciones bancarias -y sin la quita del 50%- que recibieron el resto de los interesados, lo que convierte la operación en inviable.

El problema es que el tiempo juega en contra de los acreedores. La compleja situación de Zeta impidió que pudiesen abonar los seis millones de euros correspondientes al pago comprometido en la refinanciación de 2017. Este acuerdo logró un nuevo vencimiento para el año 2022 y con un calendario con un año de carencia (2017) que obligaba a pagar la primera cuota en 2018.

De esta manera, en el sector se cree que la única manera en la que los acreedores puedan cobrar es que esta deuda se incluya en la ecuación de venta del grupo. Las perspectivas de Zeta no son las mejores, con un negocio que lleva paralizado dos años después de un duro plan de ajustes que trajo consigo EREs en El Periódico, Sport y su área corporativa y el cierre de las revistas Tiempo, Interviú y recientemente Primera Línea.

Con todo este panorama se abren dos vías de solución. La primera es que Antonio Asensio baje el precio -y asuma solo el pago de la deuda con quita- para que entren Prensa Ibérica o Henneo o, por otro lado, que los bancos acepten realizar una quita atractiva para poner el marcha la venta a Jaume Roures. Todo está abierto, aunque el fundador de Mediapro juega una de sus últimas cartas a la opción política que implicaría un pacto entre ERC y Moncloa para desbloquear la operación. Y los Presupuestos.

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