Dice ‘Marco Polo' que hasta él nadie había hablado nunca de chanchullos entre periodistas... ¿Es que no leía Periodista Digital o la sección de comunicación de su propio diario? ¿No ha leído los libros de Pedrojota, Cebrián o Losantos?
Érase una vez un mundo de directores de periódico corrompidos por el poder en el que todos aceptaban favores, prebendas y regalos de empresarios y políticos, hasta que un día llegó un héroe llamado David Jiménez, que fue el primero que rechazo tales infames medidas y por eso, injustamente, fue despedido como director de periódico tras apenas un año en el cargo.
Tal parece la deducción que podría hacerse de la intervención del ex director de periódico El Mundo (2015-2016), David Jiménez, alias ‘Marco Polo’, en el programa ‘Todo es Mentira’ de Mediaset que presenta Risto Mejide.
Dice David Jiménez que no critiquen su libro sin leerlo, pero entenderá que se pueda criticar sus intervenciones en el citado programa, resumidas acertadamente por Pilar Rahola como un ‘gatillazo’ por tanta insinuación sin concretar nada.
Y no es que a Jiménez no le falte la razón sobre sus acusaciones o insinuaciones contra algunos de sus excompñaeros de El Mundo. Lo que no vale es decir que estás disparando a matar cuando lo que en realidad haces es tirar con balas de fogueo. —Lucía Méndez monta en cólera contra su exdirector David Jiménez, que le manda un recado certero: «Podría leerse el libro»—
Caramba. Resulta que el ex director de El Mundo ha escrito sobre sus subordinados sin la deontología de llamarles antes para evitar inexactitudes o intentar recabar su versión; y encima les pide que compren el libro y se lo lean entero ¿Periodismo? https://t.co/2o4c5bAtq4
— Carlos Segovia (@carlossegovia_) 1 de abril de 2019
Estas fueron las declraciones de Jiménez en ‘Todo es Mentira’:
- «Muchos periodistas del país cobran sobresueldos» (pero no cito sus nombres, así esparzo la mierda sobre toda la profesión)
- «Vi una lista de los periodistas más poderosos de este país recibiendo entradas y regalos» (pero no cito a ninguno de ellos, así la mierda de la sospecha, cae sobre todos).
- «Un ex consejero de un banco me dijo que compraban a periodistas económicos con créditos hipotecarios» (pero no cito el nombre del consejero, ni de los periodistas económicos a los que supuestamente untaba y así la mierda cae también sobre todos ellos).
Sus constantes negativas a concretar nada parecían más de alguien que hablaba de oídas que de un testimonio desvelador de la verdad de un redentor de la profesión.
Si no da los nombres por miedo a demandas, es un tanto cobarde, pues un periodista – según él mismo decía – debe ir con la verdad hasta el final. Y si no da nombres porque no tiene pruebas, entonces es un irresponsable que se está atreviendo a poner en circulación rumores no contrastados. Ninguna le deja demasiado bien…
Como David Jiménez es muy joven, quizá no ha tenido tiempo de echar un ojo a las hemerotecas y ver que no está contando nada que no tenga precedentes. Juan Luis Cebrián ya acusó ante las cámaras de TVE en 1985 de que existían fondos de reptiles entre periodistas en España. José Luis Gutiérrez había publicado informaciones al respecto en Diario16 y hasta el tema de los maletines había llegado a páginas de periódicos de ámbito nacional (Sansón Carrasco en ‘El Alcázar’), porque si hay dos cosas que les gusta a los periodistas en España es el ‘ombliguismo’ y zurrarse entre ellos.
Pero la intervención de David Jiménez en Cuatro podía no ser del todo inútil, permitía sacar algunas conclusiones de sus entrecomillados:
David Jiménez: «¿Cuándo hemos visto a periodistas criticar a la prensa? He querido romper la Ley del Silencio con el periodismo, nunca se había escrito un libro dando nombres…»
Con esto se puede concluir que David Jiménez cuando era corresponsal de El Mundo, no leía el propio periódico para el que trabajaba, dado que este medio tenía una gran sección de ‘Comunicación’ donde escribían desde Javier Bardají hasta Serna Arenillas y que era bastante crítica contra todos los medios del momento (menos ellos mismos, claro). Tampoco debe leer medios como Periodista Digital, que llevan 19 años aplicando la crítica contra la profesión periodística.
Hay muchos precedentes: Federico Jiménez Losantos, Pedro J. Ramírez, Juan Luis Cebrián, Pepe Navarro o José Antonio Abellan, Alfonso S. Palomares por poner seis ejemplos recientes han publicado sendos libros contando en primera persona no pocas tropelías de la profesión periodística y dando todos los nombres de las personas de las que hablaban, nada de apodos enigmáticos o «alguien me dijo que le habían dicho que…», etc.
Pero nada, si según David Jiménez el primero que pone luz sobre el periodismo… y hasta dando fechas. ¿Ha leído sus obras Jiménez antes de decir que él ha roto un supuesto pacto de silencio?
David Jiménez: «Bárcenas me contó que el PP entregó 30 millones de pesetas en 1996 al locutor de radio más importante del momento para que les tratara bien»
Con esto concluimos que David Jiménez es experto en lanzar una piedra y esconder la mano. Ya pudieron insistirle Rahola y Risto, que no dio el nombre. Eso sí, bien que dijo que ese enigmático locutor ‘aceptó’ el dinero. Rahola, por cierto, acusó abiertamente al difunto Antonio Herrero Lima de ser el beneficiario de la pasta.
Jiménez argumentaba que no decía el nombre «porque no tenía pruebas».
Vuelta a lo mismo: está difundiendo una información que ni el mismo tiene claro que sea verdad (¡Toma periodismo del bueno!) y no da el nombre pero bien que suelta que era el locutor de radio más importante en 1996 para que la mierda caiga a la vez sobre Luis del Olmo, José María García y Antonio Herrero (las tres personas que encajan en la descripción, se salva Gabilondo por línea editorial). Pero sin citar el nombre para evitar que le demanden.
David Jiménez: «La Secretaria de Estado de Comunicación, Martínez de Castro se quejó por una viñeta de Gallego y Rey, eso no ocurriría en ningún otro país»
Si el mayor delito que David Jiménez puede sacar de un personaje tan oscuro como Martínez de Castro es esa, la cosa es un tanto decepcionante. De esto también hay precedentes. Todo un vicepresidente como Francisco Álvarez Cascos se quejó en 1999 también por una viñeta de Gallego y Rey. La diferencia es que Pedrojota Ramírez lo contó inmediatamente en El Mundo al día siguiente.
En cuanto al resto del mundo… se ha visto a Simon Peres protestando contra viñetas de Sharon a mandamases alemanes protestando contra viñetas contra Merkel, a Trump en su cuenta de twitter poniendo a parir a periodistas… ¿Cuándo David Jiménez hace esas afirmaciones de ‘esto no pasa en ningún otro país, ha hecho un chequeo previo?
David Jiménez: «En una reunión de empresarios me contaron que hay una serie de medios de este país que están dedicados al chantaje, que piden dinero para no difundir noticias falsas contra empresas»
Naturalmente no dijo el nombre de los empresarios ni de los diarios. En realidad tampoco aquí se puede decir que no haya precedentes. Jiménez sólo citó la condena a PR Noticias que, por estar ya condenado por chantajear a Comunicación del Consejo General de Enfermería de España, de novedoso tenía poco. ¿Y cuáles eran los otros?
¿A quién más se refiere? ¿Qué empresas o qué medios? ¿A las publicaciones de Ausbanc que están a juicio por pedir publicidad mediante chantajes a entidades como el BBVA o el Popular? ¿A El Corte Inglés, al que tanto atacó en su día el medio que dirigían entonces dos Salas? ¿A Mercadona a quien tanto zurró Amador Ayora y que, según Roberto Centeno, no era por casualidad? ¿A El Confidencial, cuyo ‘cobrador del frac’ era Aberto Artero, según Jesús Cacho? Jiménez no nos lo aclara (Al menos Cacho se mojaba dando nombres, podría aprender de él).
David Jiménez: «Aznar echó a Ricardo Ortega de Antena 3 TV, se echa a periodistas en prensa, El Mundo ha tenido cuatro directores en tres años y medio»
Lo sugiera quien lo sugiera, en última instancia quien despide a un periodista es la empresa. Si él tiene pruebas o testimonios que avalen que Planeta o Unidad Editorial echaron a alguien por sugerencia del político sería bueno que citara al directivo o el testimonio que corrobora tal conclusión, por aquello de contrastar las noticias, porque aquí demasiadas veces parece que los periodistas señalan al político para proporcionarse un martirio autopromocional.
Por cierto, si insinúa que a García-Abadillo lo echó ‘el poder’ para sustituirle por él, ¿quiere decir que en 2015 David Jiménez era un periodista más cómodo ‘para el poder’ que Casimiro?
David Jiménez: «Cebrián, Pedrojota Ramírez y Anson eran grandes periodistas que se malograron por su cercanía con el poder ministro-periodistas»
Como bien le dijo Rahola, meterse a estas alturas con ‘los tres tenores’ cuando ya ninguno de ellos tiene el poder de antaño, dice poco. David Jiménez nunca trabajó ni con Cebrián ni con Anson, por lo cual parece que se limita a dar su visión de los personajes. A favor de ellos se puede decir que durante sus etapas dirigiendo periódicos supieron compenetrarse con sus respectivos editores dando más de una década estabilidad a la redacción en sus medios y periodos de subida en ventas.
David Jiménez: «Veremos a algún periodista en la cárcel»
En realidad ya hay precedentes de eso. Por ejemplo Antonio Alemany Dezcallar. ¿Lo conoce David Jiménez? Escribía editoriales en El Mundo, el medio del que él era corresponsal.
Tiene todo el derecho David Jiménez a hacer su ajuste de cuentas, pero es recomendable más humildad, pues habrá que ver si su ‘confesión’ redentora del periodismo publicada llega a la mitad de transparencia que las que han escrito otros directores de periódico antes que él.
Seguramente los partidos políticos salgan mal parados todos (incluido Podemos), pero eso no es novedoso en ningún director de El Mundo.
Sí sería un buen ejemplo de transparencia si David Jiménez nos contara por qué publicó un comentario en Facebook cuando ya era ‘director electo’ desvinculándose de las portadas publicadas por su antecesor contra Podemos, Casimiro García Abadillo, en una actitud poco habitual y algo irrespetuosa con un antecesor. También podría confirmar David Jiménez si le presionaron o no para echar a Salvador Sostres.
Y por último podría aclarar por qué un grupo de redactores de El Mundo denunciaron por escrito que durante la etapa de David Jiménez como director este transmitió «presiones a sus periodistas para que rebajasen el tono y el cariz o directamente eliminases determinadas informaciones críticas con el poder». Eso sí, por cierto, que no tenía precedentes, no había ocurrido ni con García-Abadillo, ni con Cuartango, ni con Ramírez, sólo con él.