David Jiménez, máximo responsable del periódico de Unidad Editorial, entre abril de 2015 y mayo de 2016, puede que en estos momentos esté lamentando haber querido ajustar cuentas con sus excompañeros de El Mundo con su incendiario libro ‘El Director’.
Porque, como ya adelantó Periodista Digital, en la redacción de la Avenida San Luis no olvidan los caprichos y el lujo con el que vivió David Jiménez durante sus años de corresponsalía en Asía, caprichos que luego repitió una vez que fue nombrado director exigiendo que le compren un Touareg de 70.000 euros.–La redacción de El Mundo no ‘olvida’ a David Jiménez: «Aquí lo primero que hizo como director fue pedirse un Touareg de 70.000 euros»–
Y lo que nadie olvida en esa redacción es que el incorruptible Jiménez estuvo dispuesto a aceptar sin rechistar el despido de 94 trabajadores de la empresa y que como director jamás se puso del lado de los trabajadores. —Las claves de la crisis en El Mundo y de cómo 15 meses después de echar a Pedrojota, Galiano defenestra a Casimiro para poner al corresponsal David Jiménez—
TRAUMÁTICO ERE
En enero de 2016 el diario El Mundo afrontaba el fantasma de un traumático ERE. Sobre la mesa había una propuesta de 224 despidos, entre los que se encontraban 185 periodistas de las diferentes redacciones, y el resto, 39, del área corporativa.—Escabechina de despidos en Unidad Editorial: Fernández-Galiano hace ‘limpieza’ de 280 trabajadores—
«Aceptó mandarnos al patíbulo con un ERE para salvar su culo haciendo toda una lista negra de nombres de periodistas a los que entendía que había que echar. Propuso el despido de 94 trabajadores. Su obsesión era acabar con la sección de Nacional, de la que decía que era el cáncer del periódico», dicen trabajadores de El Mundo consultados por Periodista Digital.
«Esa decisión marcó el divorcio definitivo entre la redacción de El Mundo y Jiménez como director», recuerdan las mismas fuentes. A estas alturas, Jiménez ya había decidido cesar a Ana Alonso como responsable de la sección de Internacional. y la histórica periodista Esther Esteban. También echó a la calle a Salvador Sostres. —Sostres cuenta toda la verdad sobre su despido—
Para acometer esos despidos Jiménez contaba con el apoyo el entonces director general de Unidad Editorial, Javier Cabrerizo, a quien en su libro apoda como ‘Silicon Valley’.
«Su idea era echar a todos los que él consideraba casposos para poder colocar a toda su pandilla de periodistas progres como Esther Palomera o Javi Gómez, a quien fichó para que diriga Papel», dicen las mismas fuentes.
Todo iba como la seda hasta que los sindicatos dijeron ‘hasta aquí llegamos’. Desde ese momento se iniciaron unas duras negociaciones en las que los trabajadores consiguieron mejoras en sus condiciones laborales, y todo se saldó con 12 despidos y varias bajas incentivadas.
Paralelamente, Unidad Editorial, que forma parte del italiano RCS MediaGroup, recibió una OPA de Cairo Comunicación, que se hizo con los mandos del grupo.
SENTENCIADO
A estas alturas, el divorcio entre la redacción y el director era total. Una vez que se llegó a un acuerdo con los sindicatos, el destino de Jiménez estaba sentenciado.
En esos días, varios redactores de El Mundo recriminaron a través de una carta colocada en el tablón de anuncios de la redacción a Jiménez que jamás expresara ninguna queja a la redacción, apuntando que éste «hizo lo que nunca debe hacer un director de El Mundo: trasladar casi a diario en primera persona presiones a sus periodistas para que rebajasen el tono y el cariz o directamente, eliminasen determinadas informaciones críticas con el poder».
En ese documento, informó El Confidencial Digital, los periodistas señalaban que el pulso informativo del diario se ha visto «dramáticamente deteriorado durante el año de gestión de David Jiménez» y añadían que el ex director había renunciado desde el primer día a «su obligación y su derecho a actuar de contrapeso frente a esas presiones, tal y como sí habían hecho con liderazgo y decisión sus antecesores». —Carta de periodistas de El Mundo contra David Jiménez por denunciar presiones de Galiano—
La apuesta por David Jiménez fue un absoluto fracaso: no solo logró seguir hundiendo las ventas de papel (un 17% de desplome en ventas en abril de 2016 y un 13% de caída en difusión) sino que perdió la batalla de las ediones digitales con el diario El País después de años de liderazgo. —Los trabajadores de Unidad Editorial se echan a la calle para clamar contra los despidos: «Directiva, dimisión»—