Se ha cumplido un año del trágico hallazgo del cadáver de Diana Quer y del fin de unas esperanzas, cada vez más vanas, de su padre, Juan Carlos. Este, sin embargo, con una entereza y una entrega encomiiables ha optado por no sumirse en el desánimo y luchar para que la ley se cumpla y, sobre todo, que no se derogue la prisión permanente revisable.
En una entrevista al diario ABC este 2 de enero de 2019, cuenta como el ‘aviador’ Pedro Sánchez, sin ser todavía presidente, le ignoró por completo en un estudio de televisión, concretamente en ‘El Programa de Ana Rosa’ (Telecinco) el 6 de marzo de 2018.
Me acerqué a Pedro Sánchez y le dije: Tenemos una reunión pendiente y con una posición absolutamente altiva no tuvo siquiera la humanidad de decirme que lo sentía. Ni siquiera fue capaz de mirarme. Esa falta de empatía… Mi lucha es para todos menos para mi hija, a ella ya no le sirve. Esto es algo que no lo premeditas; el dolor es tan brutal que es la forma de canalizarlo. Cuando te pasa algo tan horrible como esto tienes que tratar de darle un sentido a lo que jamás tiene sentido, evitar nuevas víctimas. Y observas a individuos que se califican con su actitud, con su mensaje, que yo no voy a calificar, aunque ellos digan que nos mueve la venganza.
Asegura Quer que ciertos políticos están actuando con el tema de la prisión permanente revisable de manera tacticista y artera:
Se está haciendo un mensaje de pura apropiación por tactismo político. Desde el sentido común los españoles nos pondríamos de acuerdo en cinco minutos sobre las normativas que debemos mantener para amparar y proteger a nuestros hijos. Hay diferentes hitos para poner en evidencia un discurso tan falso, que debería ser objeto de un pacto de estado. Sánchez insulta gravemente la inteligencia al decir que la prisión permanente no ha evitado el crimen de Laura. La medida no estaba vigente cuando este individuo asesinó a una anciana, pero si se le hubiera aplicado, con certidumbre no habría vuelto a cometer un crimen como ha hecho. Ahí está el carácter preventivo de la prisión permanente. Si ahora se le aplica, jamás cometerá un nuevo delito. Lo cometerán otros, pero no él.
Denuncia las contradicciones del discurso feminista que se lleva las manos a la cabeza por penas elevadas en casos de asesinatos, pero en cambio se muestran inflexibles para exigir penas duras en casos de abusos sexuales:
Tras la sentencia de ‘la Manada’ aquellos que decían que a los padres de las víctimas les movía la venganza, estos que salieron del Congreso dando la espalda a todos los españoles de buena fe (porque la llamada de la desaparición de mi hija la recibí yo, pero la podía haber recibido cualquier padre), pues tras esa sentencia querían legislar al día siguiente porque eso supone la apropiación del voto feminista, defendiendo penas de 18 años para un delito de violación, pero cuando son 25 años porque a la niña se la asesina, eso les parecen penas inhumanas. Se lo tendrán que hacer mirar porque esto mirándote a los ojos no te lo sostiene nadie.
Juan Carlos Quer no es partidario de la cadena perpetua, pero sí de que esas personas que han cometido crímenes como el que acabó con la vida de su hija no salgan hasta estar plenamente rehabilitadas. Y eso solo se consigue, subraya, con sistemas como la prisión permanente revisable:
Las estadísticas te hablan del asesinato de tu hija depositada en un pozo como si fuera un objeto y te dicen que las estadísticas por estos delitos son de las más bajas de Europa, como dando por bueno que toca. Y yo me planteo: en el ámbito de la violencia de género los índices de criminalidad en España son bajísimos comparados con otros y no por ello se deroga la Ley de violencia de género, al revés, se están pidiendo más presupuesto y medios; pues que sean coherentes. Yo no defiendo una cadena perpetua y jamás le quitaría la vida a una persona, pero además de darles la oportunidad de reinserción, ¿tú crees que sobra que se les sancione a la altura del delito cometido y se les ponga en prevención? No tengo ninguna otra aspiración que dar sentido a las muertes de estos niños, no me mueve ninguna otra motivación. Jamás voy a estar en ningún frente político, solo quiero intentar que cambien las cosas. En la violencia de género se logró un pacto de Estado. Ahora debería seguirse el ejemplo.
Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72