Venezuela lucha por su libertad y desde España, al menos su máximo representante político, Pedro Sánchez, haciendo el turista por la cumbre de Davos, no se ha manifestado ni ha dicho esta boca es mía, tal y como le afean este 24 de enero de 2019 muchas de las tribunas y editoriales de la prensa de papel.
Bieito Rubido, en su ‘Astrolabio’ de ABC, se hace la gran pregunta sobre el silencio del Gobierno de Pedro Sánchez con relación a lo que está aconteciendo en Venezuela:
¿Qué extraña razón se esconde para que el Gobierno de España no reconozca ya al presidente interino y legítimo de Venezuela, Juan Guaidó? Venezuela no es una cuestión menor para nosotros. Nos toca muy de cerca y los vientos de libertad que soplan en las últimas horas solo pueden verse frustrados por la represión a la que acostumbra el régimen chavista. Los venezolanos se merecen otro país y desde aquí deberíamos tener bien claro a favor de quién hemos de estar. El diálogo, esa palabra mágica que en muchas ocasiones solo oculta la demora de la negación de una parte, se ha demostrado imposible e ineficaz.
El editorial de ABC va en la misma línea, reclamando al Ejecutivo español que se posicione a favor de Juan Guaidó:
La cascada de reconocimientos a Guaidó como presidente provisional, empezando por Estados Unidos, Colombia, Canadá o Brasil, la OEA y una lista creciente de países no deja lugar a dudas sobre la opinión generalizada en la comunidad internacional acerca de lo que sucede en Venezuela. La decisión de la Unión Europea se producirá probablemente después de una ronda de contactos entre las capitales. Sería una situación vergonzosa que España no estuviera en primera fila, apoyando a Guaidó en estos momentos, aunque para ello el presidente del Gobierno tenga que vencer el dogmatismo de sus aliados políticos, hijos ideológicos de Hugo Chávez.
Luis Ventoso, aunque dedicó su tribuna a hablar sobre la inacción del Gobierno con el problema del taxi dedicó una postdata a lo que pasa en Venezuela:
Ayer tarde sentí vergüenza ante el mutismo absoluto de Sánchez y su gabinete mientras los venezolanos daban su lucha final contra la dictadura. No hubo un solo gesto del ‘seudoprogresismo’ a favor de la libertad.
El editorial de La Razón afirma que España debe desempeñar un papel fundamental para conseguir derribar la dictadura chavista en Venezuela:
La situación de Venezuela es insostenible. La degradación política y económica del régimen chavista ha llevado a Nicolás Maduro hasta un callejón sin salida: bajo su mandato y la custodia del chavismo más radical es imposible que pueda haber una evolución hacia una democracia plena. La represión empleada contra la oposición y la población ya no es suficiente para mantenerse en el poder, de ahí que sea necesario que haya un compromiso decidido por parte de la comunidad internacional, especialmente de los estados latinoamericanos y la Unión Europea. España debe tener un papel central en estos momentos en apoyo a un cambio real en el país.
El editorial de El Mundo le arrea un buen sopapo a los siempre ‘bienintencionados’ y ‘diplomáticos’ de la UE:
Multitudinarias marchas en las principales ciudades de Venezuela volvieron a reflejar ayer el gran rechazo social que provoca el régimen de Maduro. Recordemos que las encuestas indican que hasta el 80% de los venezolanos reclama que deje el poder. Ni siquiera las contramanifestaciones orquestadas por el Gobierno bolivariano ni la amenaza de feroz represión para desmovilizar a los ciudadanos impidieron el éxito de la convocatoria de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora. Su líder, Juan Guaidó, se proclamó «presidente encargado» del país en respuesta al clamor por el cambio. Donald Trump, le reconoció casi en el acto, así como otros países y la OEA. Por el contrario, la UE, por boca de Federica Mogherini, pidió «elecciones libres y creíbles» en el país, sin respaldar explícitamente a Guaidó.
Gina Montaner fía el éxito de los demócratas venezolanos a reconocimientos internacionales de tanto peso como el del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump:
Una vez más los venezolanos demócratas se movilizan porque saben que en cada uno de sus intentos el Gobierno vacila. En esta ocasión, gran parte de las esperanzas se ha depositado en que el Gobierno de Donald Trump, bajo el asesoramiento del senador cubanoamericano Marcos Rubio, los ayude a dar ese empujón definitivo con más sanciones e incluso, tal y como dejó entrever Rubio en su cuenta de Twitter, con otro tipo de acciones que no están preparados a enfrentar si los chavistas recrudecen la represión. Los venezolanos tendrán que ponerse en pie una y otra vez hasta dar con la salida. Miguel Hernández resumió la esencia de esta vieja lucha: «Para la libertad sangro, lucho y pervivo. El que no pelea nunca vence».
Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72