Fulminado. Después de cinco años como columnista semanal del diario El País, la dirección del periódico ha tomado la decisión de prescindir de Héctor Schamis. Su último texto, publicado este 24 de marzo de 2019, hablaba del tráfico de personas, trabajo forzoso y explotación en las misiones cubanas.–Exclusiva PD / Estupefacción en la plantilla de El País: Gallego-Díaz coloca en la delegación valenciana a un exdiputado del PSOE—
«Luego de cinco años como columnista semanal, El País ha decidido prescindir de mis servicios de inmediato. Ello ocurre 24 horas después de mi columna que revela el tráfico de personas, el trabajo forzoso y la explotación en las misiones médicas del régimen cubano», aseguraba Schamis en Twitter.–Antonio Caño ‘reaparece’ en El País para mortificar a su sucesora Soledad Gallego-Díaz—
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— Hector Schamis (@hectorschamis) 25 de marzo de 2019
La que fuera corresponsal y en la etapa de Antonio Caño ocupara diversos puestos de responsabilidad, Maite Rico, que en la actualidad se encuentra litigando con su exempresa, no lo dudaba: «sigue la purga de Soledad Gallego-Díaz y Joaquín Estefanía en El País: ahora le toca a Héctor Schamis por criticar a la dictadura cubana. Ahora hasta la OEA lo sabe. Han vuelto a las esencias sí: a las peores».–Soledad Gallego-Díaz no ve ‘purgas’ ni en ‘su’ País ni en la RTVE de Rosa María Mateo: «Los medios evolucionan, y ella lo que busca es la profesionalización de un medio público»—
Sigue la purga de Soledad Gallego-Díaz y @EstefaniaJoaq en @el_pais. Ahora le toca a @hectorshamis por criticar a la dictadura cubana. Ahora hasta la OEA lo sabe. Han vuelto a las esencias, sí: a las peores. https://t.co/GFpabBGnC6
— Maite Rico (@maiterico) 26 de marzo de 2019
Según el afectado, su despido llegó a través de una llamada telefónica y argumentando «razones de estrategia digital«. Pero él no se lo cree: «el momento y el burdo eufemismo no hacen más que resaltar lo obvio».–Los depurados por Gallego-Díaz consideran un timo el titular de El País que oculta la realidad golpista de Torra—
En su tribuna, el columnista hablaba de las «conocidas misiones cubanas» como «instrumentos de política exterior de captación de divisas al mismo tiempo«.–El ex jefe de opinión de El País purgado por Gallego-Díaz se venga masacrando a Pedro Sánchez en un esclarecedor hilo—
Se calcula que, con ellas, el gobierno de La Habana se hace de 8,000 millones de dólares cada año. Además de posibles prácticas corruptas, la demanda judicial también describe el sistema represivo que sostiene la supuesta solidaridad. El personal se recluta por medio de amenazas y presiones políticas. Rechazar ser parte de dichas tareas en el exterior es considerado una falta de compromiso revolucionario, con las consabidas consecuencias. Quienes se unen al programa no son informados del destino, la duración del mismo, ni la compensación que recibirán.
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