Alfonso Ussía, exquisito siempre en sus formas, no puede evitar bajar al barro cuando se trata de poner en su sitio a los terroristas y a quienes tratan de blanquear sus matanzas. Y, claro está, habiendo sido más que tibio el socialista Jesús Eguiguren enalteciendo poco menos que la figura del etarra Josu Ternera, al articulista de La Razón le pueden los demonios este 18 de mayo de 2019 –Repulsivo Eguiguren, este es tu «héroe» Ternera: 21 muertos en Hipercor y otros 11 en un cuartel de la Guardia Civil-.
Ussía hace una ‘deconstrucción’ del apellido del que fuera presidente de los socialistas vascos –Herrera se lanza a la yugular de Eguiguren por su elogio a Ternera: «Se te estará cayendo la cara de vergüenza»-:
Casi todos los apellidos vascos tienen un significado pegado a la tierra, al paisaje y a la vida. Eguiguren, por poner un ejemplo de actualidad rabiosa, se traduce por el ‘Límite de la ladera’. En otros compendios su traducción cambia y llega a ser traducido como el ‘Sitio Santo’. Hay mucho barullo al respecto.
Nos quedamos, pues, en que Eguiguren significa ‘Límite de la ladera’ y no ‘Sitio o lugar santo’, que es interpretación etimológica más dudosa. De tal guisa, que el que fuera secretario general del Partido Socialista Vasco, el PSE, amigo de Otegui, admirador de Ternera y maltratador de su señora esposa, Jesús Eguiguren, se llama desde la literal traducción ‘Jesús Límite de la ladera’. En un reciente estudio estadístico publicado por El Correo y a la par que en Cataluña, los diez apellidos más frecuentes en el País Vasco son los que siguen y por el siguiente orden: García, González, Fernández, Rodríguez, Pérez, López, Martínez, Sánchez, Martín y Gómez, seguidos por Ruiz, Alonso, Hernández, Álvarez, Jiménez, Gutiérrez, y ya al fin, en el puesto decimoséptimo, aparece Bilbao, que no Bilbo. Se entiende el fervor ‘euskaldún’ de Jesús Límite de la Ladera.
Recuerda episodios pasados del ínclito Eguiguren –Vomitona de Jesús Eguiguren: el socialista se quita la careta y llama «héroe» al etarra Josu Ternera-:
Jesusín, persona afable y de extrañas amistades, en ocasiones protagonista de su iracundia conyugal, ha calificado al asesino Ternera de «héroe de la retirada». Como ignoramos a qué tipo de ladera se refiere su apellido, mejor guardar prudencia en la calificación de sus palabras, que no son las primeras que han causado escándalo. Cuando reconoció que uno de sus más simpáticos compañeros de chatos y tertulia era Otegui, muchos socialistas se estremecieron, pero como sucede habitualmente con los estremecimientos socialistas, callaron. También callaron cuando fue condenado por maltrato de género, pues de todos es conocido que los únicos delincuentes por maltrato de género son los hombres de derechas. Ahí tienen a Iglesias dando lecciones de feminismo con la espalda figurada de latigazos sangrados de Mariló Montero.
Considera que quien fuera el máximo representante de los socialistas del País Vasco se ha equivocado de extremo a extremo –Un miembro de la Asociación España Responde avisó a la Guardia Civil del avistamiento de Ternera en Zurich-.
Creo que una vez más, Jesús Límite de la Ladera se ha saltado el límite y se ha despeñado ladera abajo. Este hombre se da unos morrones en su ladera que cortan el hipo. Toda la vida en el mismo límite de su ladera de siempre, y no domina sus espacios. Sinceramente -no puedo afirmarlo porque tengo el placer de no conocerlo-, da a entender con sus manifestaciones que es muy poco sensible ante el sufrimiento de las víctimas del terrorismo y bastante tonto en su capacidad para calificar a los indeseables. Por fortuna, dejó de ser secretario general de los socialistas vascos, y ahora se mueve en la más lacerante indiferencia social.
Asegura que como todos esos personajes con poco conocimiento, a Eguiguren le pierde la verborrea –Alfonso Ussía aplasta a Sánchez y sus acólitos gallinas por la «majadera» razón esgrimida para retirarse del Golfo-:
Pero a los tontos les gusta sacar la húmeda de cuando en cuando para recordar a la sociedad que siguen vivos y coleando, y Eguiguren, Límite de la Ladera, ha aprovechado la detención del criminal Ternera para ponerse de su lado, que es un lado tenebroso, inundado de sangre inocente y habitado exclusivamente por la vileza de la inhumanidad. Está claro que la ladera de Eguiguren tiene un límite poco recomendable para el paseo, porque inmediatamente detrás de su frontera, está el precipicio de la miseria.
Y sentencia de esta guisa, recomendándole ya no reflexión, sino un silencio absoluto –Las redes retratan a Évole por atacar a Pablo Casado y justificar al socialista Eguiguren, condenado por maltrato: «Para bajeza, tu periodismo»-:
Después de decir semejante vileza, bajeza, ruindad, maldad y abyección prostituida, Jesús Límite de la Ladera nos debe a millones de españoles, con los vascos a la cabeza, una temporada de silencio. No se le pide reflexión, por ser incapaz de acceder a ella, pero sí silencio. Porque no ha superado con sus palabras el límite de la ladera de su apellido, sino la frontera de la más brutal villanía.
Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72