Aunque la actualidad política estaba marcada por la ruptura entre Manuel Valls y Ciudadanos en Barcelona, por los pactos en Navarra y las demás negociaciones en Madrid y en el Gobierno central, los de TV3 centraron la programación de todos sus programas en básicamente dos cosas: poner a parir al Jefe del Estado español, el Rey Felipe VI usando como excusa sus cinco años en el cargo y señalar al policía que dejó tuerto al independentista Roger Español, que recibió un pelotazo en el globo ocular cuando estaba lanzando vallas contra los agentes de seguridad el 1 de Octubre.
En el segundo, todas las tertulias de la televisión pública catalana se llenaron de ataques contra la monarquía y contra Felipe VI. En el programa ‘Mes 324’ de TV3, con Xavier Graset a la cabeza, sus tertulianos dijeron que la actitud del Rey Felipe les parecía un horror, que había contribuido a la represión y al ajusticiamiento de Cataluña y que era el artífice del ‘a por ellos’.
En ‘Tot es Mou’ tenían a Pilar Eyre, para que tirara de rumorología, como ha hecho toda su vida, y para que acusara de corrupta a la reina emérita, a la que antaño dedicó un libro enumerando las amantes de su marido. Por ahí pasó el gallego Antón Losada para dar por muerta a la monarquía y compararla con un aparato VHS viejo.
En lo referido a ‘Está Passant’, de Toni Soler, el Gran Wyoming de TV3, que no paró de hacer gracietas para ridiculizar al jefe de Estado español. En una de ellas involucró a periodistas:
Felipe y Juan Carlos tienen estilos muy diferentes (…) Por ejemplo Juan Carlos tenía amantes. Y a Felipe no le caben porque ya tiene periodistas que le hacen el mismo servicio
Y mientras decía eso se proyectaba una imagen de Felipe VI desnudo metido en la cama con los periodistas Francisco Marhuenda, director de La Razón, Marius Carol, director de La Vanguardia y Antonio Jiménez, director de El Cascabel de Trece TV, todos ellos desnudos en la cama.
Cuanta elegancia tiene el humor inteligente. Al menos no sacaron a ninguna periodista mujer en la pieza, no se atrevieron, que en los tiempos de sensibilidad que hoy igual podría haberse mal interpretado.