"Su Presidencia es ya, en tan corto espacio de tiempo, la más oscura y opaca conocida en democracia"

Terremoto en PRISA: Uno de los columnistas más prestigiosos de El País retrata a Sánchez y baja el pulgar a su presidencia

En este vídeo hablaremos de todas las mentiras e irresponsabilidad del gobierno social comunista a la hora de enfrentar la crisis de salud pública más grave que ha sufrido España en décadas. InfoVlogger

Los engaños de Pedro Sánchez a sus propios votantes comienzan a pasarle factura, y desde el propio diario El Pais saltan los ‘bombazos’ contra un gobierno de coalición que no gusta, pero más allá de eso, que no genera resultados ni confianza.

La más reciente columna del prestigioso escritor español, Javier Marías, ha apuntado alto y ha dejado expuesto al actual presidente del gobierno por sus falsas promesas, por generar falsas expectativas y por su «desprecio».

«Va pasando el tiempo y muchos de los que el 10 de noviembre votamos al PSOE todavía aguardamos alguna explicación», dice Marías en el primer párrafo de su columna titulada «El ato precio que aumenta de día en día», en la que destaca que aún a fecha de hoy los votantes del PSOE esperan que se les explique por «la promesa (del 20 de septiembre, sólo cincuenta días antes de las elecciones) de que Sánchez no gobernaría en ningún caso con Podemos», razón por la cual fue votado de forma mayoritaria.

«Su Presidencia es ya, en tan corto espacio de tiempo, la más oscura y opaca conocida en democracia. Se nos escamotea en qué consiste esa pamema llamada ‘mesa de negociación’ para Cataluña, y se nos oculta qué ofrece el Gobierno a quienes —­es cosa sabida— jamás se van a dar por contentos y además son naturalmente desleales, como reconoció ante el Congreso la diputada Bassa, de ERC: ‘La gobernabilidad de España me importa un bledo'», expresa de forma contundente el escritor de «Corazón tan blanco».

El artículo de Marías destaca cómo, poco a poco, se ha ido sintiendo el poder de los aliados de Sánchez en el gobierno de España, entre los que destaca «el apoyo de los escuálidos 35 escaños que le quedaron a Podemos», y que ha permitido a los morados ir «colocando» a los miembros de su partido como secretarios o subsecretarios, por lo cual no son pocos «los podemitas» que actualmente gozan de «buenos sueldos a cargo del contribuyente».

«Desde que el Gobierno echó a andar, el Vicepresidente para asuntos sociales, Iglesias, se ha inmiscuido en cuanto no es de su competencia, con el beneplácito de su jefe (supuesto). Se insertó en la pamema catalana. Desplazó al Ministro de Agricultura en las protestas del campo, metió la pata, empeoró la situación y, con demagogia de activista puro, imitó a Torra e instó a los agricultores a ‘seguir apretando, porque lleváis razón'».

Marías también entra a criticar de frente al poder marital en el actual Consejo de Ministros, «De esos cinco nombramientos, dos iban a parar al mismo domicilio, en una muestra más de una «industria» muy arraigada en España, la conyugal. (Por mucha valía que se atribuya a dos cónyuges, deberían evitar estos acaparadores repartos, porque pintan mal indefectiblemente.)», pero no se queda allí y también destaca como el chavismo de Podemos ha calado en el gobierno de España:

Nadie ignora los fuertes vínculos de Podemos con el golpista Hugo Chávez y —menos flagrantes— con el dictador Maduro, y, oh casualidad, la política exterior española viró respecto a Venezuela, rebajando a los opositores de ese país. ¿También se permite que Podemos dicte la diplomacia? ¿También eso es parte del altísimo precio nunca especificado?

Lo más grave de todo es la desconfianza generada en los países del primer mundo por tener a Pablo Iglesias en la comisión del CNI, «Por lo visto la CIA, el MI5 y el MI6 británicos, los alemanes, no digamos el Mossad, dudan que puedan permitirse colaborar más con el CNI», y razón no le falta, tomando en cuenta la acertada descripción que hace de Iglesias y del historial de su partido.

«¿Es prudente que esté al tanto de todos los secretos de Estado quien siente como misión acabar con la monarquía parlamentaria y el “régimen del 78”? Ante una nunca descartable reavivación de ETA o de un grupo afín irredento, ¿es de fiar quien se amiga sin cesar con Bildu y se funde en abrazos con Otegi, “ese hombre de paz”? ¿Quien, en la última o penúltima Diada, gritó a voz en cuello “Visca Catalunya lliure!”, como si estuviera oprimida? ¿Quien recibió financiación iraní para un programa de televisión, según se cuenta —no sé— por doquier?»

Ya sabemos que no es cosa de Santiago Abascal, ni de los «locos fascistas» como señalan desde un gobierno que se ha dejado llevar cada vez más a la  izquierda radical, se trata de una coalición que no tiene nada que ver con lo ofrecido antes de las elecciones y que los resultados de este pacto ya se pueden palpar, y lo dice Javier Marías en El País, que admite: «demasiados fuimos a votar condicionados por graves mentiras, creyendo exactamente lo contrario de lo que se nos ha endilgado… me siento personalmente estafado».

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