EL PRESIDENTE DE HONOR VUELVE A LA CARGA CONTRA EL PRESIDENTE DE GOBIERNO DESDE 'SU' DIARIO

Cebrián insiste desde El País en mostrarle el rumbo a la ‘sanchista’ Gallego-Díaz: «Sánchez debería aprender las lecciones del pasado»

"Sánchez tiene todavía tiempo para rectificar, ser humilde y reconocer que no todo se ha hecho bien, dijeran lo que dijeran los expertos"

Cebrián insiste desde El País en mostrarle el rumbo a la 'sanchista' Gallego-Díaz: "Sánchez debería aprender las lecciones del pasado"

Juan Luis Cebrián vuelve a coger por la solapa a Pedro Sánchez.

El que fuera director de El País, y del que las malas lenguas dicen que jamás dejó de serlo del todo cuando ascendió para dirigir empresarialmente el grupo PRISA, parece volver a tener ganas de influir, de alguna manera u otra, desde las páginas de este rotativo.

Desde su cargo de presidente de honor, y teóricamente ‘retirado’ de la primera línea tras el nombramiento de Manuel Mirat como CEO de la compañía, mantiene tribuna en El País y desde ella se está dedicando a ir por libre y acribillar públicamente a Pedro Sánchez, muy en la línea del anterior director, Antonio Caño, y la cual corrigió en seguida Soledad Gallego-Díaz, echándose en brazos del entonces secretario general de los socialistas desde el primer momento que alcanzó La Moncloa.

El 24 de marzo de 2020, una contundente tribuna de Cebrián ponía en la diana a Sánchez por alentar la asistencia a las manifestaciones del 8 de marzo. 

Cebrián arremete contra la inacción de Sánchez y le recuerda la arrogancia de Aznar o Zapatero cuando atravesaron sus respectivas crisis

El presidente de honor se basa en cómo gestionaron los antecesores en el cargo a Sánchez sus respectivas crisis, como Zapatero la económica y financiera o Aznar los atentados del 11m, para advertir al actual líder del Ejecutivo:

Lo único que ya no sirve es seguir como hasta ahora. Sánchez debería aprender las lecciones del pasado. Tras las otras tres grandes crisis que ha sufrido la democracia española, el 23-F, los atentados del 11-M y la financiera de 2008, ni Calvo Sotelo, ni Aznar, ni Rodríguez Zapatero quisieron compartir su poder para superar las circunstancias. Llamaron a la unidad en torno al Gobierno no como una respuesta colectiva de todos los agentes sociales, sino como un ejercicio patético de reafirmación de su liderazgo. Las urnas no tardaron en castigar su arrogancia.

Sánchez tiene todavía tiempo para rectificar, ser humilde y reconocer que no todo se ha hecho bien, dijeran lo que dijeran los expertos.

Huelga decir que, para compensar esta sarta de ataques antigubernamentales, la directora Gallego-Díaz bien se guarda de promocionar las tribunas de mujeres como Almudena Grandes o la recuperada para la causa Maruja Torres para que el lector progre de toda la vida no se escandalice.

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