Hay quienes pretenden esconder el inmenso desastre que ha sido la gestión de una de las peores crisis que ha sufrido España y cuyas consecuencias se siguen pagado con vidas.
Son los intereses espurios de quienes más que gestionar un Estado, pretenden dirigir el relato y la historia que se escribe día a día para ocultar las consecuencias de la impericia ante el coronavirus, son las órdenes de los que no tienen ningún interés en la ciencia de la gestión pública, pero que sí dedican sus vidas a especializarse en el marketing político, fanáticos enloquecidos del Juego de Tronos o de House of Cards.
Aunque parezca un sinsentido, en la España de estos tiempos, en los que gobierna el socialcomunismo, es necesario explicar la necesidad periodística y la relevancia histórica de la imagen que desvela la peor de las consecuencias en esta crisis, es lo que ha tenido que hacer el periodista Víctor De La Serna del diario El Mundo, en su artículo titulado: «Sin morbo ni manipulación: la foto del Palacio de Hielo está más que justificada».
En el artículo, De La Serna comenta la tormenta surgida en las redes sociales por la fotografía de la «Gran Morgue de España» como consecuencia del COVID-19, y comenta que «se encontró entre otras críticas a la publicación una particularmente dura de una persona cuyo perfil de Twitter indicaba: ‘Periodista de la agencia Efe'». Ya algunos sabemos lo que sucede en esta agencia, pero en este caso, se trata de uno de sus trabajadores que pretendía poner en tela juicio la condición de periodista del autor del artículo de El Mundo.
En este sentido, De La Serna se remitió al Libro de Estilo de dicho periódico, para dejar zanjado un tema que ya lo estaba:
¿Qué incluir, qué soslayar por motivos de ‘buen gusto’ en los textos y las imágenes publicados en el periódico? (…) Existe una distinción entre el interés público genuino y el morbo. El segundo no puede nunca justificar por sí solo la publicación de un texto o una fotografía. (…) Los requisitos para publicar una fotografía son: 1. Que sea noticia en sí misma. 2. Que acompañe a una información relevante. 3. Que añada información insustituible y enriquecedora. 4. Cuando excepcionalmente se quiera ejemplarizar sobre tragedias.
Posteriormente, al destacar también lo escrito en el mencionado manual para no publicar una fotografía, el periodista defiende con contundencia la relevancia de la publicación y no se corta ante los bajos intereses políticos de estos repentinos vigilantes de la ética periodística.
Ni morbo, ni explotación, ni agresión a los familiares. Ilustración de una noticia no ya relevante, sino la más importante en mucho tiempo. Y ejemplarización en torno a la tragedia de la pandemia que los medios oficiales -RTVE, Efe…- y otros quieren tratar en tono menor y manipuladoramente suavizado.
«Si una foto estaba bien justificada, fue ésa de la portada de EL MUNDO», concluye el artículo y sí, si una foto estaba bien justificada, fue esa de la portada de El Mundo.
