«Se necesita mucha arrogancia y mucho descaro para imprimir camisetas con la cara del portavoz que encarna el paradigma de la ciencia al servicio de una política embustera. Pues ahí las tenéis, convertido en un Einstein sacándoos la lengua; os toman por idiotas y encima os hacen cuchufletas».
Salvaje columna de opinión de Ignacio Camacho en el diario ABC de este 15 de junio de 2020 contra la gestión del Gobierno en la crisis del coronavirus y por si fuera poco, la ‘pérdida de verguenza’ por parte del Ejecutivo y «sus sectores de apoyo«.
Con los altavoces de su formidable aparato mediático a toda potencia y los resortes del poder apretados con máxima firmeza. Sin sonrojarse siquiera por la colección de fracasos y mentiras acumulados en tres meses de tragedia.
Resume Camacho, que teje el funesto dibujo de todos los errores y negligencias en bloque que fueron cometiendo Sánchez, Iglesias y los suyos, comenzando por Fernando Simón:
Negaron las evidencias del contagio. Permitieron por intereses sectarios la bomba vírica del ocho de marzo. Dejaron sin protección al personal sanitario. Fracasaron en la compra de mascarillas y las desaconsejaron. Se negaron a efectuar test -porque tampoco los tenían- a pacientes con síntomas palmarios.
Se desentendieron de la hecatombe en las residencias de ancianos. Nacionalizaron la sanidad pero despreciaron los recursos de los hospitales privados. Decretaron un estado de excepción camuflado y lo utilizaron para burlar la transparencia de los contratos y para nombrar de tapadillo una pléyade de altos cargos.
Rectificaron sus propias órdenes y protocolos sembrando un descomunal caos. Hicieron de cada recomendación un engaño. Confundieron a la gente con mensajes antitéticos. Mintieron en la televisión, en las ruedas de prensa, en el Parlamento. Falsificaron las estadísticas de muertos.
Ocultaron las imágenes de las UCIs saturadas y de las hileras de féretros para transmitir la imagen alegre de un país feliz en el confinamiento. Se mostraron casi hasta el último momento incapaces de un solo gesto de respeto por los fallecidos o de empatía por los enfermos. Convirtieron el pago de los ERTES en un descalzaperros. Presumieron de los millones de subsidios de desempleo. Y lejos de pedir perdón por todo eso, por una parte al menos, ahora salen pretendiendo blasonar de éxito.
El columnista del diario que dirige Bieito Rubido teme que, a pesar de esta colección de fallos, «les saldrá gratis» porque «juegan con la memoria frágil de una sociedad permeable».
Por qué van a disculparse si pueden exhibir la lengua burlona de Simón como símbolo de la impunidad de sus trolas.
La camiseta burlona de Simón, obra del podemita Juanma del Olmo
Se da la circunstancia que quienes intentan sacar tajada con la imagen del controvertido Fernando Simón están muy cerquita de la vicepresidencia social del Gobierno.
La empresa que comercializa estas camisetas es 198, marca de ropa fundada en 2012 por Juanma del Olmo, director de Estrategia y Comunicación de Pablo Iglesias.
Según fuentes consultadas, en la actualidad no aparece ya de manera oficial en el organigrama de la empresa 198 pero sí su hermano, Eduardo del Olmo.
