Cayetana Álvarez de Toledo levantó ampollas este 17 de agosto de 2020 en la rueda de prensa improvisada que convocó en horario vespertino a las afueras del Congreso de los Diputados.
Acababa de ser destituida como portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Cámara Baja, por Pablo Casado, el mismo que la colocó en el puesto, y quien esperara que Cayetana saldría por la puerta de atrás y se comportaría con servilismo, estaba muy equivocado.
Así que habló la exportavoz del PP en el Congreso y se quedó muy a gusto. Ahora, los tertulianos que rodean al partido de Génova andan divididos, aunque la mayoría, como es el caso siempre de Marhuenda, se inclinen por valorar positivamente todo lo que diga el líder del PP, sea quien sea y sea lo que sea.
Esa es la tónica del director de La Razón en su duro editorial de este 18 de agosto de 2020, abalanzándose contra Cayetana:
Lo más sorprendente de la rueda de Prensa convocada por Cayetana Álvarez de Toledo fue su profunda deslealtad con Pablo Casado. Estaba convencido de que anunciaría que dejaba el escaño y que se comportaría con una exquisita elegancia. La calidad y la categoría se demuestran en los momentos difíciles.
Y si empieza así en su columna, figúrense cómo proseguirá:
Creo que ha estado muy mal aconsejada, no ha valorado la confianza que le dio Casado al encargarle el cargo más importante que tiene un partido cuando está en la oposición y no ha sabido gestionar el grupo parlamentario. Esto último siempre es complicado y no todo el mundo es tan brillante como ella, pero no es necesario que sufran su indiferencia o menosprecio.
Marhuenda fue subiendo el nivel de linchamiento a lo largo de su artículo:
Con lo inteligente que es me resulta un arcano entender su actitud. Lo tenía todo a su favor, tan sólo debía empatizar con diputados que no son doctores por Oxford pero que son sus compañeros. Casado la apoyaba sin fisuras, con una lealtad que no se vio correspondida ayer con la superioridad con que le trató y la forma arrogante con que desveló la conversación que tuvieron. No entiendo por qué tiene que dar lecciones a todo el mundo.
Y terminó:
No es la única que ha defendido la libertad en Cataluña y, por supuesto, en el resto de España. Por cierto, es un adanismo ideológico tan inconsistente que me recuerda a los dirigentes de Podemos y la pretendida superioridad moral de la izquierda. Casado apostó por ella como cabeza de lista por Barcelona y la hizo portavoz en contra de la opinión de mucha gente. Lo peor es que se lo haya pagado no cumpliendo con su papel y siendo desleal. Debería recordar que los militantes del PP votaron a Casado y no a ella.