ACABA DE SER DESPEDIDA DEL DIARIO DEL GRUPO GODÓ

Rahola se llevaba de La Vanguardia 100.000 euros anuales por sus soflamas a favor del fugado Puigdemont

Según desvela en ABC el columnista Salvador Sostres

Rahola se llevaba de La Vanguardia 100.000 euros anuales por sus soflamas a favor del fugado Puigdemont
Pilar Rahola.

Pilar Rahola era el tercer sueldo de La Vanguardia y su audiencia se había desplomado. Más de 100.000 euros anuales por cuatro artículos a la semana, y tenía un cada vez más reducido y marginal núcleo de lectores». Lo cuenta Salvador Sostres en su columna en ABC ‘Una diva en retiradasobre el fulminante despido de la columnista y tertuliana del diario del grupo Godó.

Como contábamos en Periodista Digital, Rahola era despedida tras una colaboración de 12 años con el rotativo barcelonés.

Sostres explica que a la ex política cada vez le quedaban menos fieles y dado el pastón que se embolsaba, a la empresa no le quedó más remedio que poner tierra de por medio, aunque muchos medios, seguramente a través de filtraciones interesadas, destacaban que su purga llegaba tras el acuerdo entre ERC y Junts para formar ‘Govern’.

La total indiferencia con que incluso el grueso del independentismo reaccionó al cese, daba la razón al director de La Vanguardia, Jordi Juan, en su argumento cuantitativo. Además, también es cierto que las columnas de Rahola habían perdido cualquier calidad -si es que alguna vez la tuvieron- y se habían convertido en meros panfletos de la causa perdida de Carles Puigdemont

«Rahola lleva tres días descubriendo lo poco importante que es»

«Rahola lleva tres días descubriendo lo poco importante que es, y en realidad lo poco importantes que somos los columnistas», continúa Sostres, que insiste en que la decapitación de su ya ex colaboradora se debe a motivos empresariales y no a represalias políticas, como ha intentado hacer creer la aludida.

El victimismo ideológico con que la agitadora pretende ahora disimular su pobre decadencia no sólo es falso sino que además es ridículo. Ni el director de La Vanguardia, ni su editor, Javier Godó, se dieron cuenta el sábado de que Rahola era independentista. Siempre lo ha sido, y así se dedicó a la política, primero desde Esquerra Republicana, y luego fundando su propio partido (el PI, Partit per la Independència) y así ha podido escribir lo que ha querido durante 12 años. Atribuir el cese de Rahola a su independentismo es no entender que Rac1 es una radio de tono marcadamente independentista y que convive perfectamente en la dinámica del grupo. Javier Godó no es un editor sectario, pero a su hijo Carlos, tirar el dinero por la ventana, no le parece la mejor idea del mundo. Y esto es exactamente lo que La Vanguardia llevaba un tiempo haciendo con la que en otros tiempos fue su columnista más leída.

Y finaliza de una manera contundente:

Rahola no escribirá más en La Vanguardia porque tenía un sueldo de estrella y lo que escribía ya no le interesaba a nadie. Rahola, que tuvo su éxito, y su mercado, es hoy una diva en retirada.

La Vanguardia es una empresa privada y ha tomado una decisión empresarial. En cambio, alguien tendría que preguntarse quién le paga el videoblog a Rahola, qué panfleto digital lo reproduce cada día, y cuánto dinero cobra este panfleto de la Generalitat y de la Diputación de Barcelona. No sea que de tanto imaginar represalias políticas que no existen, no veamos la evidencia de quién es la más hortera, comprada y vendida comisaria política de Cataluña.

Te puede interesar

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Roberto Marbán Bermejo

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente cursa el grado de Ciencias Políticas por la UNED, fichó en 2010 por Periodista Digital.

Lo más leído