Primero fue la columna de Arcadi Espada en El Mundo, el lunes 17 de enero de 2022, bajo título Por el fin de la indecencia, en la que venía a decir que los de VOX son unos extremistas:
«España tiene un problema de extremismo político como ninguna otra nación europea. La representación parlamentaria de Podemos, Vox y el independentismo alcanza porcentajes mayúsculos, que revelan la escasa calidad de la educación política de los ciudadanos y la dramática falta de liderazgo del centrismo. Hasta tal punto ha llegado la potencia extremista que ninguno de los dos partidos centrales tiene posibilidades de gobernar el Estado o la mayoría de las comunidades autónomas sin llegar a acuerdos degenerados».
Fuertecito se ve que desayunó Espada, pero la cosa no quedaría ahí. Federico Jiménez Losantos utilizó buena parte de este texto para responderle en las mismas páginas en la edición de 19 de enero bajo título Indecencia sin fin, como parte de una relación un tanto extraña que viene manteniendo el de EsRadio con los de Abascal:
«Tranquilo, Arcadi, tranquilo. Si las posibilidades de que Casado sea presidente son pocas, y sólo lo sería con extremistas indecentes, Sánchez seguirá en el poder. Afortunadamente, el extremista no es Sánchez sino Abascal. Sánchez es el socio de la ETA, pero el extremista es Vox. Sánchez es el socio de los golpistas catalanes, pero el extremista es Vox. Sánchez los indultó y Vox ejerció la acusación contra el golpe, pero desde el extremismo».
E incluso, le dejó un toque a lo personal Losantos, mentando a Cayetana Álvarez de Toledo, pareja de Arcadi:
«El PSOE, con el apoyo de Cs y la abstención del PP, promulgó las leyes de Violencia de Género y Memoria Histórica, a las que se opone Vox, por cierto, con Cayetana y Ayuso, que se deslizan hacia el extremismo. Lástima».
Así que Espada, sin darse por aludido en este último punto, le responde este 20 de enero de 2021 efectivamente desde la misma tribuna. No debería perder guapeza:
«HOMBRE, HOMBRE. Nuestro Federico va a votar a Vox pero quiere que le llamen centrista. Yo todo lo haría por complacerle».
Y entonces se vuelve a ensañar Espada con el partido de Abascal:
«Un partido que reivindica la Europa de Le Pen, Orban y Kaczynski. Un partido que quiere acabar con el Régimen del 78, disolviendo el Estado de las Autonomías. Un partido que hace depender del origen el ejercicio de derechos fundamentales. Un partido que confunde el nasciturus con el ciudadano. Un partido al que van a votar todos los antivacunas que no voten a Podemos. Un partido de centro escabeche, es decir».
Y después hace una extensa reflexión el columnista sobre lo que es VOX precisamente gracias a que aún no gobiernan:
T»odo lo que Vox es lo es a condición de no ponerlo en práctica […] En ninguno de esos casos Vox podrá hacer de Vox. Vox es en potencia. O sea, en impotencia. A Vox lo votan por su programa máximo, porque para su programa mínimo ya está el Partido Popular. Una mera opción estética. Y como mera opción estética no debería perder guapeza».
Y vuelve a girar a por Losantos:
«En la radio lleva semanas advirtiendo a Vox de que debe prepararse para gobernar. Creo que una mañana hasta llegó a decir «para asumir responsabilidades de Gobierno», oh. Cómo no va a rebelarse cuando llaman a Vox extremista. Pero fuera del extremo Vox no es nada, ni siquiera para él en cuanto lo piense. Mucho alentarles a que lleguen al Gobierno y gobiernen. Pero a los dos decretos ya estaría Fjl llamándole Santicomplejines a Abascal».
¿Responderá Losantos? Jorge Bustos, jefe de Opinión del periódico, estará encantado.