Conoce sobradamente a la individua.
Federico Jiménez Losantos, en su tribuna de este 3 de abril de 2023 en ‘El Mundo‘, destripa la figura de la líder de Sumar, Yolanda Díaz.
El comunicador turolense, aprovechando la puesta de largo (la enésima, dicho sea de paso), de la candidata populista con su plataforma, ahora ya metamorfoseada en partido político con el que piensa concurrir a las elecciones generales que se celebrarán a finales de 2023, repasa la trayectoria pública de la aún vicepresidenta segundo del Gobierno Sánchez.
Asevera que Díaz presenta como principal característica el cambiar de caballo antes de llegar a meta, es decir no asumir nunca sus propios fracasos:
Cuando Yolanda Díaz, adentrada en los cuarenta, decidió teñirse de rubia, y luego de más rubia, y después vestirse de señora bien, y luego de muy bien, no se preocupó de actualizar sus ideas, de aprender algo, lo que fuera, para darle algo de sustancia a su papel de Marilyn de bote de Producciones Moncloa. Sus comparecencias electorales se cuentan por fracasos, pero siempre tuvo la astucia de cambiar de lista cuando el voto salía mansurrón, vamos, que no salía. Ella sigue saliendo y a ver qué pasa.
Por supuesto, para Losantos la cabeza de lista de Sumar tiene también otro rasgo que la define a la perfección, la de actuar como una traicionera impenitente:
Su por ahora último partido se llama Pedro; su lista, Sánchez; y su último enemigo es el penúltimo con el que traicionó al antepenúltimo: Podemos, un manso pregonao del hierro del marqués de Galapagar, tierra de bellotas y ganaderías bravas. A Vitorino le llamaban el Paleto de Galapagar, y él a sus toros «alimañas», que para eso las criaba, para que, hasta afeitado, un vitorino nunca dejara de ser alimaña. Pablenin, padre de Podemos, es otro vitorino, léase alimaña, pero Ayuso lo mandó a los corrales y ahora duda si presentar su lista morada Podemos (Histórico) contra la Camarada Puñalada y se juega pasarlas moradas, pero de verdad. El que dejó esa vicepresidencia demostró muy poca ciencia.
También resalta como la de Sumar se deshace en elogios y carantoñas hacia esos dictadores caribeños:
Cuando Puñalada heredó a Pablenin, empezaron a aparecer vídeos suyos, basta y de castaño oscuro, elogiando a Fidel Castro y a Chávez en unos términos de obscenidad propios de Monedero. Claro que Iglesias, alquilón como Money de Chávez y Maduro, se licuaba ante sus genocidas, pero no dijo que «le corría un Orinoco» por el carrillo zurdo. Yolanda temió el consonante; hoy diría «un Amazonas«, tan fresca.
El director de ‘Es la Mañana de Federico’ (esRadio) rememora los apelativos que se ha ganado a lo largo de su periplo político Yolanda Díaz:
Entonces, a la del cuchillo cachicuerno, que no puñal dorado, la llamamos «Fashionaria» y «Barbie Paracuellos«. ¡Cómo incensaba a Fidel Castro, genocida, homófobo y ladronazo. Con él, Chávez y Maduro, decía, «avanzan los pueblos»! No aclaró que hacia atrás. Cuba y Venezuela eran dos de los países más ricos del mundo. Hoy escoltan a Haití en pobreza y son sicarios del cártel de Puebla, la komintern de Putin y Xi contra Ucrania y Occidente. Como la Camarada Puñalada del Ferrol, que sería del caudillo de nacer allí Fidel. Sólo le falta fichar a otra afamada traidorzuela; sí: Pam.