Garzón: 'Se me está haciendo un daño a mí, a mi familia y a la Universidad de Nueva York sin ninguna base'
¡Hosana! ¡Hosana en las alturas y en las bajuras! El Mesías aceptó encantado la visita de sus ‘palmeros‘ en su residencia oficial y allí, ante los extasiados «cuatro tenores» -qué cursi eres para algunas cosas, Anido, siendo un tipo tan duro para otras-, el Verbo se hizo carne.
O al revés, que de todo hubo. La fecha pasará a la historia: 10 de septiembre, ese día en que el Mesías Redentor de España y sus sufridos habitantes dio una muestra de que o está más tocado de lo que parece o es un cínico integral.
«No siento que haya traicionado principios con la reforma laboral«, les contestaba a Carlos Francino, a Gemma Nierga, a Montserrat Domínguez, a Angels Barcelò, todos arrobados ante una declaración de enorme transcendencia en la que nadie le recordó aquello de Groucho Marx:
«Estos son mis principios. Si no le gustan puedo cambiarlos».
De entre tanta palabra revelada merecía la pensa quedarse con frases como «Tengo un profundo conocimiento de que estoy tomando las decisiones que España necesita y las voy a tomar cueste lo que cueste» o «España ha cambiado en cuanto a posicionamiento en el mundo de una manera muy clara, se nos ve como un país muy moderno por todos los cambios en las leyes sociales que hemos hecho«.
¿A que da miedo tanta iluminación? Y más echando un vistazo a las cifras del paro. O conociendo que ese «posicionamiento» de España sirvió para invertir una político en virtud de tres chorreos telefónicos en alemán, inglés y chino.
La cruda realidad
Pero una cosa es el elevado terreno en que se mueve el Mesías y otra las noticias que le ponen encima de la mesa algunos de sus diarios afines -de los que no le bailan el agua ni hablamos- como ‘El País‘, que le bajaba del limbo con este titular:
«Zapatero, solo ante la huelga y en defensa de la reforma laboral».
Sin olvidar las páginas dedicadas al abucheo que sufrió ayer su nombre en el acto de los sindicatos.
Garzón y un meritorio
Por no salir del diario de Prisa, este pie de foto de una fotografía de Baltasar Garzón hacía sonreír:
«Se me está haciendo un daño a mí, a mi familia y a la Universidad de Nueva York sin ninguna base».
Algunos damnificados por la ‘estrella‘ del juez ‘estrellado‘ podrían echar mano del mismo argumento.
Pero a veces la quina sabe de otra forma cuando, en lugar de administrarla, la recibe uno.
Hablando de todo un poco, también aparecía Ramón Jáuregui, que anda de eurodiputado socialista, haciendo méritos, de tapadillo, contra Nicolas Sarkozy:
«La extrema derecha o la derecha nacionalista se ha hecho demasiado presente en los Parlamentos europeos y para terminar, y para colmo, varios países europeos expulsan a los gitanos a Bulgaria y Rumanía. ¡Qué malo es eso de combatir a la ultraderecha asumiendo sus banderas!».
Lo dirá por el PSOE y los GAL, que bien que asumió el BVE y esas cosas…
La voz de su amo
Vayamos ahora a ‘Público‘, donde el portavoz de Defensa del Grupo Socialista en el Congreso, Jesús Cuadrado Bausela, machacaba a todo el que se movía sobre la presencia española en Afganistán:
«Tanto a los neoconservadores como a los neomarxistas les suele molestar que se recuerde cuántos niños, y niñas [se daba por descontado, amigo, para eso existe el género neutro], pueden ir a la escuela, cuántos millones de refugiados han vuelto a casa, cuántos han sido vacunados contra la polio, o cuántos servicios sanitarios han sido posible gracias a la seguridad que proporciona la ISAF».
Neoconservadores y neomarxistas contra el PSOE. Y su portavoz parlamentario de Defensa usando los mismos argumentos, la coartada humanitaria, que justificaron la invasión soviética de 1979 y la estadounidense de 2001. ¡Qué cosas hay que leer!
Doblete y ‘mea culpa’
Por cierto, David Cantero, el flamante fichaje de Telecinco para sus Informativos, hacía doblete en ‘Público‘ y en ‘El País‘ con sendas entrevistas de las que les dejo el titular de la publicada en el papel de Jaume Roures:
«Telecinco tiene el sambenito estúpido del sensacionalismo».
¿Era el Día de los Inocentes en Tele-Rafita? En fin, siempre nos quedará Manuel Saco, que ayer entonaba un mea culpa semidesnatado por haber creído en el totalitarismo soviético:
«Un telón decorado con el trampantojo de la libertad que en realidad escondía una dictadura feroz que nada tenía que ver con el proletariado. La ilusión óptica funcionó a la perfección entre los creyentes como yo».
Claro que ya les dije que era semidesnatado, porque al final la culpa de haber creído en el paraíso gris fue de Francisco Franco. Que, como todo el mundo sabe, es un tipo socorrido para estas cosas:
«La insoportable realidad doméstica de nuestro país hacía inconcebible que la réplica al fascismo resultase un ensayo fallido».
En comparación con aquéllo, lo de aquí era un cuento de hadas.
Una regañina
Para rematar, el director de ‘El Periódico‘, Enric Hernández, nos echaba una bronca a los medios de Madrid por… ¡informar!:
«Cuando cuatro exaltados quemaron en Girona el primer retrato del Rey, sólo los medios de Madrid lo resaltaron. ¿Resultado? Por efecto contagio, la quema de efigies reales se propagó por toda Catalunya, y su persecución judicial no hizo sino espolear a los aguerridos incendiarios».
Se ve que por información, algunos, entienden otra cosa.
NOTA.- este artículo s epublicó originalmente en La Gaceta.