En China nos encontramos con una de esas medidas que suenan delirantes: conductores de alquiler para los atascos
Hace unos días les contamos que en Estados Unidos, a uno le demolieron la casa por error, porque empezaron con la de al lado y cogieron carrerilla. El caso de hoy es más radical aún
Porque se trata de una propietaria de un ático en la ciudad china de Mianyang. Se despertó sobresaltada después de que unos obreros demolieran las escaleras y gran parte de los cinco primeros pisos del edificio.
Su objetivo no era otro que desalojarla por las bravas. Y es que el inmueble acogía a los trabajadores de una fábrica declarada en bancarrota que había vendido el edificio a otras empresas.
Como varios inquilinos se negaron a desalojarlo, los nuevos dueños tiraron por la calle de en medio.
En varias escuelas de samba en Río de Janeiro, el terremoto no lo ha provocado una bola de demolición, sino la decisión de instalar servicios específicos para homosexuales y travestis
Unos lo ven como una especie de apartheid carnavalesco, otros como un equipamiento que da mayor comodidad y protección de la vida privada.
Y en la propia escuela, dicen que no entienden el problema, porque nada impide que los homosexuales y transexuales usen el baño que les plazca.
Algunos potenciales usuarios celebran el librarse de las bromas de las que eran objeto en los baños tradicionales. Y otros recuerdan que en Río, principal destino turístico mundial para gays, los asesinatos homófonos se han disparado en los últimos tres años hasta en un 62%.
Pero el viaje a China es de ida y vuelta, porque allí nos encontramos con una de esas medidas que suenan delirantes: conductores de alquiler para los atascos
Las congestiones de tráfico comienzan a ser tan largas que la mejor medida que se le ha ocurrido a algunas empresas es la de ofrecer conductores de sustitución por unos 46 euros: si uno está atrapado en un atasco, no tiene más que llamar por teléfono a una de las empresas que ofrecen el servicio, que le mandarán a dos personas con una bicicleta eléctrica: uno se llevará en bici al conductor y el otro se queda con el coche para llevarlo al destino deseado por el cliente cuando el tráfico lo permita.
En Pekín ya se conocía un servicio parecido, pero para sustituir a los conductores que se hubieran pasado con el alcohol.
Pero, al final, tenemos que recurrir a nuestros clásicos: en Lepe, un ladrón ha sido detenido por dejarse en el bar que robó la cartera con el DNI y su teléfono móvil
Los dueños del bar se dieron cuenta de dos cosas: que les faltaba un jamón y que sobre el suelo había una cartera y un móvil.
Y encima, las cámaras de seguridad del bar grabaron la matrícula del coche en el que le esperaba su cómplice. Ya sabemos por qué no hay CSI Lepe: con esas facilidades, para qué invertir en forenses.
Con ese nivel de despiste, no nos ha extrañado nada saber que el chorizo ya había estado en la cárcel, de la que acababa de salir por robar en una urbanización la semana pasada.
