El actor George Clooney tiene la malaria: la ha contraído durante su reciente viaje a Sudán. La lista de las voluntarias para hacer de enfermeras suyas pasa de las 20 mil
Y no es broma: más de 24 mil mujeres se han ofrecido para atenderlo y hacerle mimitos. Pero su representante ha respondido que la medicación ha funcionado y se encuentra bien. Por lo que añade un llamativo: «sorry, ladies». La noticia saltó a través, cómo no, de Twister, en concreto del presentador de CNN Piers Morgan. De ahí a recibir esos 24 mil y pico ofrecimientos de enfermeras voluntarias, sólo ha habido un paso. Ahora, todas ellas deben sentir celos de la mosquito que le pegó el muerdo a Clooney.
Si alguien necesitaba una prueba irrefutable de que la drogadicción es un hábito asqueroso, aquí la tenemos: unos ladrones han esnifado cenizas de un difunto al confundirlas con cocaína
El pasado 15 de diciembre, una mujer del estado de Florida sufrió el robo de su casa, de la que se llevaron entre otras posesiones varias urnas con los restos cremados de su padre y de sus dos perros (sí, incineró también a sus perros). Nada se sabía sobre el destino de esas cenizas hasta la semana pasada, cuando la policía arrestó a cinco jóvenes por otro intento de robo y confesaron: inhalaron parte de las cenizas al confundirlas con droga y cuando se dieron cuenta, pensaron en devolverlas (imaginamos que ellos mismos devolvieron un poquito). Pero como sus huellas estaban en las urnas, optaron por tirarlas a un lago. Da gusto con esta juventud.
Lo que pasa es que a la juventud a veces no se la entiende: un portavoz de la iglesia ortodoxa rusa ha denunciado duramente la forma de vestir de las jóvenes de su país
Vsevolod Chaplin acusa a las rusas de confundir la calle con un bar de strip-tease, por ir apenas vestidas o maquilladas como un payaso (son sus palabras). Y así, continúa, no encontrarán un hombre con un mínimo de inteligencia o respeto por sí mismo con quien compartir su vida. Por eso pide que se implante un código de vestimenta, algo que se ha criticado duramente por considerarse inconstitucional
Por duras que sean las palabras del portavoz ortodoxo, las hay más radicales: en la ciudad argentina de Mendoza, un sacerdote ha afirmado que la violación de la fe es diez mil veces peor que la violación de una hija
El padre Gómez estaba presenciando una actuación de un grupo que homenajea a los famosos Les Luthiers, maestros del humor respetuoso. Sin embargo, al padre pato no le pareció precisamente respetuoso el número cómico «educación sexual moderna», en el que un grupo de monjes da consejos de sexualidad. Interrumpió la actuación quejándose de que atentaba contra la fe católica. Y poco después, en una entrevista radiofónica, soltó la perla: literalmente, » La violación de la fe es diez mil veces peor que la violación de una hija». E insistió en que esa actuación cómica «fue peor que la violación de menores, porque la fe es un valor más profundo». Desde aquí invitamos a los oyentes a buscar el número «educación sexual moderna» de Les Luthiers para que puedan abarcar hasta qué punto este sacerdote ha razonado fuera del recipiente.
