Según algunas fuentes próximas a la familia Del Olmo, el dinero estafado al locutor y a las demás víctimas supera los 12 millones de euros
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Cuando lograron por fin entrar en el despacho de Rogelio Rengel, vieron a este en una mesa con una botella de whisky.
Sobre el tablero había una caja de Valium y unas cartas de despedida. El dueño de la revista Don Balón les contó que había tomado varias pastillas.
No había encontrado otra forma de dar una salida a lo que había estado haciendo: engañar a sus amigos para mantener a flote la revista que había sido su sueño desde que la comprara en 1979.
Esa fue la versión que, en agosto de 2011, contó a los Mossos d’Esquadra tras ser detenido.
LA CONFESIÓN DE RENGEL
Rengel, de 71 años, relató a los investigadores cómo había tratado de sacar adelante la revista. El método no había sido demasiado alambicado.
Retiraba grandes sumas de dinero de las empresas de sus amigos, vecinos y familiares, quienes le habían dado poderes plenos.
La mayor parte del dinero que había obtenido provenía de la empresa Producciones Lumer, propiedad de Luis del Olmo. Con esas cantidades tapaba agujeros de Don Balón.
Luego, valiéndose de su experiencia como asesor fiscal, falseaba las cuentas y se las mostraba a Del Olmo. Así durante cinco años.
Según algunas fuentes próximas a la familia Del Olmo, el dinero estafado al locutor y a las demás víctimas supera los 12 millones de euros.
NOTA.- leer artículo completo en ‘El País’.