Luis Francisco Herrero-Tejedor Algar (Castellón de la Plana, 4 de octubre de 1955) es un periodista que lleva en la cresta de la ola desde la década de los ochenta. Ha dirigido periódicos, ha presentado telediarios e informativos en la televisión y ha conducido tertulias radiofónicas.
En 2004 fue fichado por el Partido Popular para que fuera diputado de esta formación en el Parlamento Europeo bajo mediación directa de José María Aznar. Alternó su labor en Estrasburgo con su condición de tertuliano en diversos medios entre ellos en TVE, gobernando el PSOE. En los comicios siguientes, en 2009, fue apartado de las listas por Rajoy y también fue apartado de TVE. En la actualidad presenta varios programas en la emisora EsRadio, siendo el más destacado «En casa de Herrero», programa de radio que se emite en la cadena EsRadio de 16:00 a 19:00 horas, de lunes a viernes.
Herrero ha aceptado participar en el ciclo de entrevistas de Periodista Digital.
- El primer periodista en informar de la dimisión de Adolfo Suárez
- En la Valencia de Milans del Bosch el 23-F
- Su despido de Antena 3 TV en 1992
- Rafael Ansón
- Damborenea, apartado de la COPE por Luis Herrero tras conocerse su imputación en el caso GAL
- «Carrillo se negó a ir a mi programa en TVE si no vetaba a Fernández de la Mora»
- ¿Un nombramiento como director de Antena 3 anulado?
- Ruptura entre la COPE y El Mundo en 2001-2002
- El apoyo a la política de Aznar en la guerra de EEUU contra Irak
- Su marcha de La Mañana de la COPE
- Las acusaciones de ‘traición’ que le lanzó José María García tras su fichaje por el PP
- El polémico libro sobre el duque Adolfo Suárez
- Ruptura con el PP
- Rajoy
- ¿Más leal al periodismo que al partido?
El primer periodista en informar de la dimisión de Adolfo Suárez
Eso fue porque tenía una relación con él anterior y cuando estaba el rumor en la calle y nadie lo confirmaba, pues tuve la oportunidad de hablar por teléfono con Amparo y me lo confirmó. Pero me sirvió poco, porque en ese momento yo estaba de director de un periódico de Castellón y hasta que sacamos una edición especial, pues ya la noticia la había distribuído la agencia Europa Press. Pero es cierto que fui el primer periodista en tener confirmación de la dimisión de Adolfo.
En la Valencia de Milans del Bosch el 23-F
Aquella fue una experiencia muy intensa, porque Castellón estaba en la III Región Militar, que era la de Milans del Bosch y había un bando suyo que obligaba a los periódicos a mantener un comportamiento determinado. Teníamos militares en la puerta para garantizar que respetábamos el bando. No nos comportamos como deberíamos haberlo hecho y, la verdad, es que el periódico Mediterráneo tuvo ese día un comportamiento valeroso, es objetivo, porque desafiamos a la autoridad militar y publicamos un editorial defendiendo la democracia. Publicamos las fotos de Efe de lo que había pasado en el Congreso, a pesar de tener la prohibición de hacerlo, publicamos tres ediciones desafiando el toque de queda. Aquello fue una noche intensa.
Su despido de Antena 3 TV en 1992
De televisión nos echaron a varios. En mi caso no me dieron opción, en el caso de Federico Jiménez Losantos yo creo que tampoco. De una manera legítima Antonio Asensio compró eso con la colaboración muy estimable de Mario Conde y utilizó el poder como dueño de una empresa para hacer los cambios que quisiera hacer. me parece normal, no me escandaliza.
Me podía escandalizar lo que había detrás en esa operación: la operación de usar el dinero de un banco para una operación que no era sólo empresarial, era una vocación política para acabar con una mosca cojonera contra el PSOE y la portavoz, Rosa Conde, hizo todo lo posible para que esa voz se callara y Mario Conde fue utilizado, aunque Mario Conde lo quiere seguir negando. (…) Yo a Mario Conde no le tengo ninguna manía, pero ha hecho un papelón en la historia y no pasará a la historia como un buen gestor bancario, ni como un buen candidato, ni como contribuyente para que las libertades de este país hayan mejorado.
Rafael Ansón
A nosotros el que nos informa del despido en Antena 3, antes de que la operación se produzca es José María Aznar. Ansón era una de las personas que andaba por ahí intrigando y fue quien le dijo a Aznar que aquella operación no iba contra él. Y cuando Aznar le preguntó que iba a pasar con nosotros, la contestación que le dio fue: «esos, a la puta calle».
Recientemente José Bono ha acusado a Rafael Ansón de ofrecerle publicidad en ABC a cambio de dinero. Con lo que viene a coincidir con la acusación que Luis Herrero lanzó contra él en su libro ‘Poder Popular’ de 1996.
No me extraña. Rafael Ansón tampoco es un ejemplo modélico de limpieza en el comportamiento periodístico.
Al frente de La Linterna de la COPE Luis Herrero lideró una tertulia bastante popular (entre sus contertulios figuraban junto a Jiménez Losantos o Amando de Miguel, figuras como Pilar Miró, Antonio Casado o Ricardo García Damborenea).
Las tertulias, si son un género periodístico, que es algo discutible, lo que a mí me gusta a hace es fomentar la pluralidad, porque creo que lo que hace falta es huir del pensamiento único. Un coro de unanimidades me parece aburridísimo.
Damborenea, apartado de la COPE por Luis Herrero tras conocerse su imputación en el caso GAL
Él se portó como un caballero, tengo que decirlo. lo entendió a la primera, no tuve que insistir. Nos fuimos a comer a la casa de Valencia, lo recuerdo con toda claridad, lo entendió a la primera y se fue con elegancia.
Era absurdo que siguiera estando bajo la sospecha de haber estado detrás del GAL y de haber hecho cosas que no eran razonables desde mi punto de vista y con las que discrepé siempre delante de él. Él lo entendió de una manera absolutamente caballeresca.
«Carrillo se negó a ir a mi programa en TVE si no vetaba a Fernández de la Mora»
En 1997 Luis Herrero presentó para TVE (gobernando el PP) el programa ‘El Debate de la Primera’ en el que también participaron José María García y Federico Jiménez Losantos. Aquel programa fue muy criticado desde El País, en particular por un especial sobre Franco que para el periódico de PRISA fue ‘franquismo redivivo’ por invitar a Gonzalo Fernández de la Mora.
Hicimos un debate sobre el franquismo y estaba Gonzalo Fernández de la Mora, también estaba Antonio García Trevijano. ¡Invité a Carrillo a ese debate. Lo que pasa es que Santiago Carrillo dijo que si estaba Fernández de la Mora él no iba. Yo no iba a quitar a otro señor porque Carrillo lo vetara. Hicimos un debate de la mejor forma posible.
Había historiadores de distinto signo, porque estaba Ricardo de la Cierva, pero también estaba Juan Pablo Fusi. ¿Que no gustó a El País? Chico, que le guste a El País o no le guste a El País me toca el pie izquierdo.
¿Un nombramiento como director de Antena 3 anulado?
En 1998 corrió en todos los mentideros que Luis Herrero iba a ser el nuevo director de informativos de Antena 3 TV tras la llegada a la presidencia de José María Mas (Admira), pero al final el elegido fue Ernesto Sáenz de Buruaga.
Aquella operación de nombrarme a mí director de informativos creo que estuvo muy avanzada. Bueno, no lo creo, lo afirmo. Ahí tengo que decir que el que la impidió fue José María Aznar. No porque Aznar tuviera algo contra mí, sino porque Aznar tenía una mentalidad de presidente del Gobierno de ‘poder político’ que no quería que se formara un medio de comunicación que ejerciera de contra-poder informativo. Él estaba en la idea de que nos teníamos que dispersar en distintos bloques, porque si nos uníamos todos en un lugar donde tuviéramos potencia de fuego, porque él pensaba que podíamos utilizar esa potencia de fuego para condicionar su gobierno. Lo cual era no conocernos y no conocer al periodismo, algo especialmente triste teniendo en cuenta que Aznar viene de una familia de periodistas. Chico, no sé de donde sacó esa idea.
Ruptura entre la COPE y El Mundo en 2001-2002
Uno de los momentos más difíciles para Luis Herrero es cuando varios de los colaboradores de la COPE se pasaron a Onda Cero apoyados por El Mundo.
A Pedrojota Ramírez en un momento determinado le motivó hacer ese experimento en Onda Cero que le salió como el culo de mal, con la radio de las estrellas. Y algunos no quisimos jugar a eso. Pero eso no nos ha impedido mantener una relación normal, no somos una mafia.
En 2002 al estallar el ‘caso Alierta’, Luis Herrero se enfrentó abiertamente a El Mundo.
Lo que le critiqué a la cara a Pedrojota es que yo creía que los ataques de El Mundo a Alierta tenían una pretensión que iba más allá de lo estrictamente periodístico. Él estaba tratando de obtener determinadas licencias de radio y esa información la utilizó en un momento determinado para conseguir unos fines que no eran, para mí, del todo claro. No tengo nada que ocultar. Pedrojota y yo siempre nos hemos dicho las cosas a la cara. Le tengo un afecto que se mantiene, me he pegado con él en infinidad de veces públicas o no, pero eso forma parte del juego. Es de los mejores periodistaS que yo he conocido, pero cada uno tiene su cadaunada.
El apoyo a la política de Aznar en la guerra de EEUU contra Irak
Al contrario que El Mundo o la Conferencia Episcopal, los programas desde los programas ‘La Mañana’ y ‘La Linterna’ de la COPE (pilotados por Luis Herrero y Jiménez Losantos) apoyaron al Gobierno en su política de secundar internacionalmente a George Bush en Irak.
Apoyé, o mejor dicho, entendí la postura de Aznar en Irak. Nunca me gustaría apoyar a una guerra.
Era una cuestión de credibilidad. Había unos señores de los que yo me fío que decían que había armas de destrucción en Irak y que, por tanto, había que intervenir y que tenían pruebas. Y luego estaban las personas de las que no me fío, que decían que eso no era verdad.
Entonces, chico, yo siempre he entendido que cuando tienes un dilema de esa naturaleza tienes que ver a quien concedes más credibilidad. Yo seguiré creyendo mucho más lo que me diga el presidente de los EEUU que lo que me diga un sátrapa como Saddam Hussein.
Su marcha de La Mañana de la COPE
En el libro de Federico Jiménez Losantos, da la impresión de que Luis Herrero deja voluntariamente la COPE para dedicarse a la política en el PP, pero en un libro de Luis Herrero parece más bien que le invitaron a abandonar la emisora.
No es que me invitaran exactamente. Fernando Giménez Barriocanal me dijo: ‘Don Bernardo Herráez te tiene un aprecio enorme y jamás hará nada contra ti. Pero, objetivamente, mientras tú estés en la mañana tenemos un problema de audiencia’. Él creía que yo me iba a enrocar con Bernardo. Pero al contrario le dije ‘si yo soy el problema, doy un paso atrás al minuto’. Uno tiene que estar a las alturas y a las maduras. Él se quedó perplejo.
Las acusaciones de ‘traición’ que le lanzó José María García tras su fichaje por el PP
José María García forma parte de mi biografía personal y yo he aprendido de él que cada uno tiene sus opiniones y hay que aceptarlas con la mayor sinceridad del mundo. Jamás le he reprochado. Si él lo ve como una ‘traición’ está en su derecho de verlo así, no me produce ningún quebranto.
El polémico libro sobre el duque Adolfo Suárez
Ese libro lo escribí sobre la premisa que la historia ha demostrado como razonable: Adolfo Suárez está muerto, vivo biológicamente, pero muerto intelectualmente. Entonces yo me enfrentaba a la figura de Adolfo Suárez como si ya estuviera muerto. Era un libro que no lo hubiera escrito en vida. Él ya no puede dar más versiones, era un ejercicio honrado de buscar mis recuerdos de mi vida con él, que eran muchos. El libro es biografía de Adolfo Suárez y un poco biografía de Luis Herrero, por que son mis vivencias con él.
¿Qué se molestaron el duque de Suárez y Alfonso Ussía por lo que digo que dijo Suárez del Rey? Muy bien, me parece perfecto. Digo lo mismo que de José María García, cuando uno escribe un libro a lo único que tiene que ser fiel es a la verdad. Luego, la gente tiene toda la libertad para cabrearse de uno a diez, diez, ocho o cinco. Alabarlo o criticarlo, forma parte del juego. Como también forma parte del juego que hablen del libro quienes no lo han leído, que suelen ser la mayoría.
Ruptura con el PP
Nos decepcionamos recíprocamente. El Partido Popular, sus estructuras, no respetan demasiado a los individuos. Tampoco otros partidos. Parece que cuando te acercas a un partido, te tienes que acercar a su argumentario, a su manera de defender las cosas. Para una persona como yo que había tenido el privilegio de no someterse nunca ante ninguna convención o asociación, pues eso era impensable. Yo seguía diciendo lo que pensaba y lo seguía razonando de acuerdo a mi leal saber y entender y eso causaba unas fricciones muy concretas. Si a eso añades que alguno de los compañeros que yo tenía en Estrasburgo y Bruselas, no parecía serles yo muy santo de su devoción contaban cosas de mí, la mayoría de ellas exageradas o inventadas, que llegaban a Génova y convertían mi fama de ‘verso suelto’ en mucho más, pues ahí se produjo una situación en la que estaba sentenciado. Lo cual no me produjo ningún quebranto.
Rajoy
No reprocho a Rajoy que me echara, tenía todo el derecho a hacerlo de la misma manera en que me incluyó cinco años antes. Aznar fue el mediador de que entrara, pero el que me invitó fue Mariano Rajoy. Con la misma legitimidad con que me incluyó, me excluyó.
Lo que me duele es que no haya tenido la capacidad de haber hablado con antelación. Él no me llamó, yo le llamé muchas veces, mucho antes de que se cerraran las listas al parlamento europeo. Quería poder hablar con él para, entre otras cosas, planificar mi vida profesional. Creo que es de bien nacido ser educados. Cuando te llaman muchas veces, lo educado es contestar, devolver la llamada. Ahí Mariano Rajoy tuvo un gesto de mala educación. Nada más.
¿Más leal al periodismo que al partido?
Ni idea. Pero si pensaron que mi problema era que fuera más leal al periodismo que a la política, lo diagnosticaron muy bien. Tengo muy claro que nací periodista, lo del parlamento europeo fue una experiencia muy formidable, pero no forma parte de mi esencia. En especial cuando te das cuenta desde cerca que no vas a empastar con esa manera que tiene la política tan aniquiladora con la individualidad. Si ellos entendieron que era más leal a la política que al Parlamento lo entendieron muy bien.