Baltasar Garzón ex juez de la Audiencia Nacional reapareció en el programa de la Cadena SER ‘Hoy por Hoy’. Es curioso que el ‘juez mediático’ o ‘juez valiente’ siempre escoja para conceder entrevistas a los medios que le hacen la pelota (no es el único, pero difícilmente va a ser el mito de la regeneración en ese plan).
No es cuestión pedirle que conceda una entrevista a Pedrojota Ramírez, que sería como pedir Paulina Rubio que entrevistara a Colate, pero no hubiera estado mal una entrevista a algún medio que le hubiera sido crítico.
Pepa Bueno, que ha logrado subir la audiencia de ‘Hoy por Hoy’ y ha dejado grandes momentos. A destacar su gran entrevista a Carlos Floriano (PP) al que puso en evidencia cuando demostró que este no era capaz de decir qué hacía Sepúlveda, o cuando le obligó a tragarse sus palabras de que en el PP nunca se pagaba en metálico recordándole el ‘caso Salmón’. Sin embargo, toda esa habilidad guerrillera se esfumó con el juez. Línea editorial, con Garzón, nada que pueda molestar.
Las ocupaciones de Garzón, ‘el modelo Revilla’
Garzón comenzó la entrevista explicando que es lo que hace ahora, es director de un Centro de Derechos Humanos de la UNESCO y sus trabajitos en Colombia, en México o en Seatle. Los fans del ex juez pueden estar tranquilos, parece que al hombre no le falta trabajo.
«Veo ganas de resolver y alegría, algo que en nuestro país no se detecta, sino todo lo contrario»
«La satisfacción es muy grande, aunque también con la tristeza de estar fuera de España».
¿Se imaginan que Pepa Bueno le hubiera dicho «hombre, pero usted está fuera de España porque usted quiere»? No, claro. Strike 1. El ex juez quizá pretendía rememorar aquel titular que le dejó a El País en una reciente entrevista diciendo que él era ‘el último exiliado del franquismo’, si ahora a los que hacen ofertas de trabajo en el extranjero son ‘exiliados’, los que lo fueron de verdad en los años treinta y cuarenta igual podrían sentirse un tanto molestos.
Baltasar Garzón también comentó que él viajaba en taxi y que hablaba con ellos, al estilo de Miguel Ángel Revilla.
La condena a Garzón por prevaricación
El momento clave para saber si sería entrevista masaje o tendría algún momento de ‘apretar’ era al hablar del caso por el que Garzón fue condenado.
Pepa Bueno- Su orden de grabar las conversaciones de los imputados con sus abogados. ¿Qué buscaba usted en esas grabaciones?
Baltasar Garzón- No fue con sus abogados. Se ordenó la interceptación de las conversaciones de los tres principales imputados, incluyendo a sus abogados, alguno también imputado. Lo que se pretendía es precisamente lo que ahora está apareciendo: la continuidad delictiva. (…)
¡Como el Tajo pasa por Valladolid! No se negará que es espabilado el magistrado. ¿Acaso a Garzón se le condenó por ordenar pinchar las conversaciones telefónicas de Luis Bárcenas o de Jesús Sepulveda hablando con Crespo o Correa?
Lo que le costó el cargo a Garzón fue, básicamente, que pinchó las conversaciones de Ignacio Peláez – al que Garzón conocía bien de su etapa en la Audiencia Nacional – abogado del empresario Uribarri, que ni siquiera era de los ‘cabecillas’ de la trama.
Baltasar Garzón- Yo, a día de hoy, me sigo ratificando en la bondad de mi investigación.
Pepa Bueno- Usted cree que no vulneró el derecho a la defensa.
Baltasar Garzón- Para nada.
Ya que Garzón viaja tanto por el mundo, puede preguntar si es o no grave para abogados de todo el mundo que el juez de Instrucción conozca las conversaciones de los abogados con los que va a coincidir en el procedimiento.
Pepa Bueno se puso en plan amiga que consolaba al colega al que acababan de reñir:
Pepa Bueno- Usted buscaba los mecanismos por los que el dinero quería salir de España.
Baltasar Garzón- Sí, es evidente.
Es una lástima que en el juicio cuando le preguntaron qué indicios tenía para pensar que el abogado Juan Peláez estaba implicado en la trama, no pudiera dar ninguno.
Sigamos:
Baltasar Garzón- Era evidente que había conexiones en el extranjero. Lo que hice, de acuerdo con los fiscales y la policía… y no olvidemos, el siguiente juez hizo lo mismo, prorrogó las escuchas y no sucedió nada contra él.
Se refiere Garzón al juez Pedreira, que decretó que se prorrogaran las escuchas a Correa y Crespo en plan «a mí se me condena y a éste que hizo lo mismo no». Lo malo es que es otra trampita de Baltasar. Pedreira escuchó a Correa, Crespo y demás, pero no a Ignacio Peláez, abogado de Uribarri.
«Dicen que yo estoy detrás de los papeles de Bárcenas ¡Ojalá!»
Y pasemos a la parte de la actualidad ¿qué pensaba Baltasar Garzón sobre el tema de los papeles de Bárcenas publicados de El País? (porque de lo que publique El Mundo, es evidente que si a la SER no le hará mucha gracia sacarlo, menos aún a Garzón comentarlo, a un divorciado no se le pregunta por la ex).
Baltasar Garzón- Lo que hay que hacer es investigar esos papeles. A mí me sorprende poderosamente que una vez más se ponga el acento por algunos en ‘quién’ o ‘cómo’ han aparecido esos papeles. ¡Es que resulta que cualquier ciudadano que se haga con esos papeles tiene la obligación de informar de esos hechos!
Permítanme que discrepe una vez más. Lo importante no debería ser difundir esos papeles, lo importante es saber si esos papeles son verdad. Si lo son es un scoop merecedor de todo los reconocimientos, si es falso es una irresponsabilidad. Y para saber cual de los dos casos es, puede ser útil saber el ‘quién’ y el ‘cómo’.
Baltasar Garzón- Dicen incluso que yo estoy detrás. Ojalá que yo hubiera tenido la posibilidad de denunciar inmediatamente esos hechos en su momento.
Pepa Bueno- Dicen que está usted detrás de la filtración… ¡se ha dicho, eh…!
Es divertido que Pepa Bueno inmeditamente al hacer su pregunta punzante se apresura a decir «que se ha dicho, eh, no lo digo yo, no es cosa mía», a modo de justificación, cualquiera diría que tenía miedo a su entrevistado.
Pepa Bueno- Jorge Trías el ex diputado popular que fue el primer ex cargo público que admite la existencia de los pagos. ¿Es su amigo, no?
Baltasar Garzón- Jorge Trías, por el que tengo un afecto especial en este caso ha puesto mucho en juego de su propia tranquilidad y de su propia persona. Se enfrenta sólo a una situación en la que está viviendo. ¡Hay que ser valiente para hacerlo! Lo que él ha dicho es que todo el tema de Gürtel y la cacería judicial es grave y luego poner negro sobre blanco lo que conocía, eso es una obligación de todo aquel que lo sepa dentro del Partido Popular.
La complejidad de Jorge Trías es digna de comentar: abogado en su día de Liaño en el pleito con el que se enfrentó a Garzón, y amigo luego de Garzón a quien defendió durante su proceso en el Supremo. Y amigo de paso de Bárcenas. ¿Se imaginan que Pepa Bueno hubiera dicho ‘Sr. Garzón usted es amigo del Sr. Trías y el Sr. Trías es amigo del Sr. Bárcenas, alguna vez coincidieron los tres, se lo presentó? Nada. Strike 2.
«No todos los jueces son santos»
No son los periodistas los más indicados a criticar a Garzón porque pontifique (en el gremio eso está a la órden del día). Pero no deja de llamar la atención una frase que dejó caer el ex juez al hablar sobre que en España hay jueces que no quieren investigar la corrupción.
«No todos los jueces son santos»
Lo malo de los defensores de Garzón es que no nos ponen claro por qué le condenaron. Dejan claro que, en su opinión, no fue por el tema de pinchar las conversaciones Uribarri-Peláez, pero no aclaran si es por el tema del franquismo o por el tema de los Gürtelianos. Hoy parecían estar en esta última alineación.
¿Y Pepa Bueno? Pues más adelante volvió a sacar el tema del proceso a Garzón de la siguiente manera:
Pepa Bueno- Su proceso se hizo en dos años, en cambio vemos procesos de políticos que se alargan durante años…
Le faltó rematar diciendo ‘¿que injusto, verdad?’
Pepa Bueno- (…) Eso crea impotencia humana. ¿Es real?
Baltasar Garzón- Real es. Lo mío es un proceso express. No me gusta hablar más de lo mismo. quienes dictaron esa resolución sabrán porque lo hicieron.
¿De verdad cree Bueno que lo de Garzón fue un caso especial? Miremos el caso más similar: el caso del juez Javier Gómez de Liaño: demanda contra él presentada en 1997. En 1999 ya estaba fuera de la carrera judicial. El tema de Garzón si no me equivoco se presentó la demanda en 2008 y la condena llegó en 2011.
Diría, pues, que los tiempos en los casos contra jueces de la Audiencia Nacional por prevaricación son bastante similares en ambos casos. No sorprende tanto que un juez como Garzón, implicado en ambos procesos intente ocultar un caso para presentar el suyo como inaudito, me sorprende que Pepa Bueno no lo conozca o simule no conocer el caso Liaño, sobre todo porque el grupo para el que trabaja era la parte acusadora. ¡Strike 3, eliminada!