Xavier Vinader, el periodista de Interviú que protagonizó uno de los procesos judiciales contra un periodista más célebres de la historia de España volvió a aparecer en un medio de comunicación (su última aparición fue en laSexta con Jordi Évole donde el programa ‘laSexta Noche’ lo presentó como ‘el mentor’ de Évole.
En esta ocasión ha aparecido en el programa ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero del 26 de marzo de 2013, entrevistado por la suplente de Julia Otero, Carmen Juan:
Les voy a presentar a Xavier Vinader es uno de los mejores periodistas de investigación de España y uno de los principales expertos de Europa en el fenómeno de la extrema derecha. Al final del franquismo y principios de la transición sus investigaciones contribuyeron a destapar la trama de estos grupos. Su denuncia del inicio del primer terrorismo de Estado en Euskadi le convirtió en el primer periodista exiliado y preso de la democracia y hoy lo tenemos aquí. Xavier Vinader, buenas tardes.
«¿Primer periodista exiliado y preso de la democracia?», «¿Por su denuncia del primer terrorismo de Estado en Euskadi?» Periodistas exiliados serían los Cháves Nogales, por poner un ejemplo, Francisco Villanueva, por poner otro. Los que durante la dictadura tuvieron que exiliarse para que la dictadura no los ejecutara. Xavier Vinader se fugó en democracia para no cumplir la condena de 7 años de cárcel (los tribunales le absolvieron de complicidad y lo dejaron en ‘imprudencia temeraria’). Es lo que se llama prófugo. Distingamos el modelo de Cháves Nogales con el de Bettino Craxi. En estos casos hay dos opciones lógicas, o no recordar el ‘caso Vinader’ o si se va a recordar, que al igual que se recuerda todo el acoso que hubo contra Vinader e Interviú aquellos días (asalto a su casa incluido), se recuerde también a las dos víctimas mortales: Jesús García y Alfredo Ramos, asesinadas por ETA después de ser citados, ellos y sus ubicaciones, en el tristemente célebre reportaje.
LA ENTREVISTA A VINADER SOBRE EL RENACER DE LA EXTREMA DERECHA
La entrevista de Vinader a Onda Cero no era del todo diferente a su etapa en Interviú porque el objetivo era el mismo: señalar fachas. Aunque, en esta ocasión no era ciudadanos de a pie y no era para decir en qué negocios trabajan ni nada por el estilo, sino para hablar de los tentáculos de la extrema derecha político en todo el mundo.
P – Muchas voces nos están alertando sobre el resurgir de la extrema derecha en Europa ¿Es el renacimiento del fascisco clásico?
R – No. No es el renacimiento del fascismo clásico mussolliniano, es otro tipo de fascismo, es el post-fascismo, el fascismo moderno. Un fascismo que no alza el brazo, ni va con botas ni cabeza rapada. Sino que viste de Armani. Se peina a lo moderno con gomina. Va muy elegante y guarda las formas, pero en el interior de las cabezas de estos fascistas, las ideas continúan siendo las mismas.
P – Ha cambiado la estética.
R – El envoltorio ha cambiado, pero el totalitarismo, la homofobia, continúa.
P – Pero las imágenes que nos llegan en Grecia con Amanecer Dorado sí nos recuerda…
R – En los países de la zona este, en las repúblicas que fueron soviéticas, en los países bálticos, Hungria, aún se guardan esas estéticas. Porque pasaron del comunismo a la democracia. (…) En otros países como Francia, esto ya ha pasado de moda.
P – Muchos de esos ultraderechistas serían nostálgicos del comunismo, lo cuál es una paradoja.
R – Sí.
«Hay que distinguir dos tipos de nacionalismo: el de los que luchan por su libertad e independencia y el de la derecha, que es el de la nación-imperio«
En un momento sale la palabra ‘nacionalismo’ y es entrañable ver como Vinader se esmera inmediatamente en aclarar que no se hay dos tipos de nacionalismo, en los independentistas – ese debe ser el bueno – y el de la derecha fascista, que es el malo.
R- Y además está todo el debate en torno a la palabra ‘nacionalista’, la palabra ‘nacionalista’ se puede interpretar de muchas maneras. Desde los países que luchan por su libertad o por su independencia y luego desde el concepto de la derecha, el nacionalismo en el sentido nación-imperio. En los países del Este el nacionalismo pan-ruso, que añora… no la Rusia comunista, sino la Rusia imperial. Y en otros países de esta zona, eso aún subyace. (…)
P – Cuando surge el Frente Nacional francés, muchos se sorprenden de que pueda aparecer un partido de ultraderecha, ahora hay muchos en muchos países y parece que ya no nos sorprende tanto. ¿Quizá nos hemos inmunizado, Sr. Vinader?
R – El Frente Nacional surge en el año 72 e hizo su presentación electoral en los años 80 y Francia fue el primer país en que un partido de extrema derecha se presentaba a unas elecciones y tuvo representación parlamentaria. Y aquello fue una conmoción. La segunda conmoción importante fue en Austria. En Austria la extrema derecha hace pocos años logró representación en el parlamento y Europa se estremeció. Porque aquello les recordaba que Austria estuvo anexionada a Alemania con la colaboración de los propios austriacos. De golpe y porrazo el viejo fantasma del nazismo con camisa y corbata.
Con Austria, da la impresión que se refiere al crecimiento del Partido Liberal de 1999 con Haider. Pero convendría matizar al experto en ultraderecha que el Partido Liberal austriaco (FPO) hacía bastante tiempo que tenía presencia en el parlamento austriaco, lo destacado de aquellos comicios es que quedó segundo y entró en el Gobierno, en coalición con el Partido Popular austriaco, eso fue lo que desató la conmoción internacional que duró hasta que Haider anunció que no participaría en el Gobierno y que dejaría el FPO.
R- En Hungria, la extrema derecha húngara dio un salto electoral y hasta la secretaria de Estado, Hilary Clinton, dio una advertencia a Hungria. Llegaron a mandar una carta de advertencia, pero no pasó ahí. Y ahora nos hemos acostumbrado a que la extrema derecha esté en todas las naciones, incluso en el Parlamento Europeo.
P – Hablaba de Austria, me acordaba de Haider. Que era además alguien con la estética que decía antes Xavier. Alejado de la estética skin. Era un señor elegante.(…) Murió bastante joven, no sé si la ultraderecha sigue pujante en Austria…
R – Pues sí. La muerte de Haider no ha traumatizado a la extrema derecha en Austria, continúa siendo uno de los partidos que sale mejor valorado.
No es cuestión de ponerse puntilloso, pero es que cuando murió Haider ya ni estaba en el Partido Liberal, tras estar retirado unos años acababa de decidir volver con otro partido diferente Unión por el Futuro (BZO), por lo que Vinader cuando dice que la ultraderecha ha crecido sin Haider a cuál se refiere. ¿A BZO o a FPO?
R- Pasa lo mismo en Holanda. Donde la extrema derecha es muy normal. Curioso, Holanda, uno de los países más liberales de Europa. Y ha surgido un movimiento de extrema derecha racista, que además lo lideró Pim Fortun.
P – Al que mataron.
R – Pero sus ideas cuajaron y ha continuado
P – Pero en España no hay ningún partido de extrema derecha con presencia en el parlamento como en otros países ¿somos diferentes?
R – España sufre una crisis muy importante. La extrema derecha sufrió una crisis en los años ochenta. El partido más importante de extrema derecha en España fue Fuerza Nueva. En los años ochenta llegó a tener 60.000 militantes.
P – Un diputado en Cortes, Blas Piñar.
R – Pero Fuerza Nueva empezó su declive luego del 23-F, cuando se vio claro que la involución no iba a funcionar. (…) La extrema derecha se encontró sin proyecto, el eje de la extrema derecha era la nostalgia de la dictadura y eso entró en un declive y se fraccionó en 27.000 pequeños partidos. Luego, posteriormente, en los 90, en el año 2000 intentaron seguir la senda de los partidos europeos, cambiaron el discurso, ya no era tanto la defensa de occidente, no era el enemigo comunista. El eje de batalla se centró por la inmigración. Cambiaron al enemigo comunista, por el enemigo que lleva turbante y una religión diferente, si es la musulmana. (…) Luego de los grandes atentados, lo de Londres, lo de Atocha, eso ha aumentado. Pero la línea de extrema derecha ha cambiado el miedo al comunismo al miedo a que nuestras ciudades se llenen de minaretes.
P – Hubo un referendum en Suiza por los minaretes
R – Pero el líder de la extrema derecha, con loock de rockero, es Oscar Freisinger, un diputado en el parlamento suizo, que es de una región muy típica Bar, que está muy orgulloso de mostrarte la geografía y decirte ‘mira, nos hemos cuidado de que no haya ningún minarete’.
P – David Cameron anunciaba planes para dificultar la vida de los inmigrantes (…) ¿Por qué el Partido Conservador asume el discurso de la extrema derecha?
R – Porque el discurso de la extrema derecha está contaminando a los partidos conservadores (…) Eso está pasando en Inglaterra. El Inglaterra el partido de la ultraderecha es el British Nacional Movement, que es un partido claramente racista, e incluso de tendencias filonazis, que tiene un electorado muy limitado. Nunca ha llegado al parlamento. Desde hace pocos años el British Nacional Movement se ha visto desbordado por la Liga Británica, es un movimiento nacido en el norte, en barrios con fuerte tasa de paro proletaria, con tendencias que antes eran de izquierdas, formados por hooligans de equipos de fútbol de Londres, que se ha pasado al movimiento, porque alguien les ha metido la idea de que el enemigo viene de fuera. (…) Y ese discurso racista ha impregnado al Partido Conservador.
P – ¿En Alemania hay ultraderecha?
R – Sí. Bastante radical (…)
P – ¿Hay un equivalente al Tea Party en Europa?
R – No, la extrema derecha de Europa es completamente distinto al norteamericano
P – Dice usted que hay una conexión entre la extrema derecha en Israel.
R – Los extremos se tocan. Y luego como la extrema derecha europea ha hecho de la lucha contra el islam su caballo de batalla, pues en esto se ponen de acuerdo con los sectores más derechistas de Israel. En estos momentos la extrema… la derecha en Israel es muy importante porque está en el Gobierno con Nethanyau. (…) En los 80 yo investigué (…) en los campamentos de la OLP en El Libano se habían entrenado por un lado militantes de las Brigadas Rojas o de la Baader Meinhov, de los movimientos terroristas de extrema izquierda y militantes neonazis. Claro, no al mismo tiempo. Nosotros cuando lo veíamos, alucinábamos. ¿Qué les aglutinaba? La lucha contra el sionismo, la lucha contra Israel. Porque el enemigo común era Israel. La extrema derecha israelita no le hace ascos a acoger en las zonas de los asentamientos (…) a recibir visitas de diputados y militantes de partidos de extrema derecha porque el enemigo común es el Islam y contra el Islam todo vale. (…)