Aunque su carrera inicial fue Medicina, acabó convirtiéndose en uno de los referentes del periodismo español, especialmente en el campo radiofónico. Hoy es profesor de periodismo en la Universidad Carlos III, pero en su trayectoria se incluyen algunos de los medios más importantes de este país, Radio Nacional de España, TVE, Cadena SER – fue director del mítico programa ‘Hora 25’ – Interviú o El Mundo. Fue director de informativos de la COPE y uno de los fundadores de Telemadrid en 1989.
El veterano periodista y ‘maestro’ de otros tantos periodistas como Inés Ballester o Hilario Pino, ha concedido una entrevista a Periodista Digital para repasar su trayectoria. Reproducimos algunos de los momentos más destacados:
EN LA CADENA SER, GOBERNANDO UCD
¿Por qué fue tan referente para toda España el directo a las 8 que hacía desde Radio Barcelona para la Cadena SER?
Si lo analizamos con arreglo a las pautas actuales y al gusto que tiene al oyente… meter en media hora un resumen de todo, lo que hoy sería desde Bárcenas a lo de Egipto, pasando por el incendio en Valdemorrillo con cortes de 15 segundos de los protagonistas, puede parecer algo normal. En aquel momento no lo hacía nadie. Fuimos los primeros que lo hicimos. Los espacios de información hasta ese momento eran los Diarios Hablados. Sin cortes, ni efectos. Ni siquiera ‘Hora 25’ usaba tantos recursos como nosotros. Había, además una editorialización de la noticia, que no iba más allá de los 50 segundos, que los hacía el director del programa, que era yo.
En prensa dijeron que a usted le sancionaron los directivos de la SER a ’15 días de extrañas vacaciones’ ¿A qué se referían?
(Ríe) Un episodio magnífico. Fíjate lo que son las cosas. Cómo son las relaciones empresariales y las relaciones de poder. Es posible que el presentador del informativo de las 8, que a la sazón era yo, probablemente pidiendo la dimisión de cierta persona. Y la forma que tuvo la dirección de la Cadena SER para marcar territorio, en vez de una sanción al uso, mandándome a la calle, lo que hicieron fue mandarme a París de vacaciones en el Hotel Jorge V. Con lo cual fueron unas extrañas vacaciones, pero muy apetecibles.
Podría decir tanto quién fue la persona a la que había criticado, como quién el directivo de la SER que decidió aquella sanción, pero no lo voy a hacer.
¿Era alguien del Gobierno de UCD?
Era algo relacionado con un político, en una etapa en la que uno se toma muy en serio la verificación de un hecho y se da la circunstancia de que esa persona tenía vinculación con el accionariado de la emisora. Es más fácil pedir la dimisión de un ministro que la de un consejero delegado de un sitio.
TELEMADRID, GOBERNANDO EL PSOE
Usted fue el primer director de informativos de Telemadrid. Teóricamente Telemadrid en este momento estaría controlada por el Gobierno del PSOE, de Leguina, pero en Ferraz no gustaba la línea de aquellos telediarios con temas como el ‘caso Juan Guerra’
Estás diciendo que en las crónicas de la época se decía que éramos independientes.(…) Telemadrid tuvo un gran éxito porque no era reverencial, como venía siendo la televisión pública. Fundé la FORTA junto con los directores de informativos de otras cadenas como el de Canal Sur, que era Paco Lobatón. (…) Telemadrid no podía ser una televisión localista, diseñamos un informativo de 45 minutos, con las noticias por delante de todo. Nacional, internacional, local y deportes. Eso nos llevó a ser los primeros en retransmitir antes que TVE la caída del Muro de Berlín, con Hilario Pino y Ricardo Medina «Hoy Telemadrid, es Tele-Berlín». Vivimos aquello como ‘la gran aventura periodista’.
O al menos que eran críticos con los que entonces mandaban
Si ese es el recuerdo que ha quedado, puedo corroborarlo. Una televisión pública está al servicio de la noticia y debe ser eco de la sociedad de la comunidad, no del partido que la gobierna.
Pero también debo decir que Joaquín Leguina, como presidente, no fue en ningún momento ‘un presidente invasor’, respetó la independencia de los informativos. Ni Pedro Erquicia ni yo, pero los políticos son políticos y se deben a sus organizaciones. Al PSOE le sentó muy mal que en la camapaña electoral de 1989 hiciéramos unos debates en los que invitamos a José María Aznar.
¿Y qué pasó para su salida y la de todo su equipo de Telemadrid, de una manera tan repentina con la llegada de González Sinde?
No fue cosa de González Sinde. Cuando él llegó, ya estaba la crisis y nosotros ya estábamos fuera. Cuando murió el primer Director General de Telemadrid, Javier Fernández. Una persona cuyo nombre no voy a citar, que era secretario general, se hizo con la dirección general a petición de los cuatro partidos mientras se buscaba a un nuevo director. Todo cambió. Quería las escaletas para intervenirlas. Yo, como director de informativos, me negué y empezó con el proceso que acabó con la salida de todos los fundadores.
El presidente de Telemadrid en aquella etapa era Moral Santín, de Izquierda Unida, hoy imputado en el caso Bankia
El Sr. Moral Santín ha conseguido pasar del Partido Comunista ‘punto’ [pro-soviético] de Ignacio Gallego al consejo de administración de Caja Madrid primero y de Bankia después, en una trayectoria de muchos años, que supongo que habrá perdido algo de coherencia ideológica. Le recuerdo de consejero en Telemadrid y como un consejero que pretendía intervenir mucho en el canal. Pero se topó con la cruda realidad de que los estatutos en Telemadrid fueron respetados por el equipo inicial. No entró nadie sin méritos, a pesar de presiones que tuvimos para colocar a gente, de todos los partidos políticos.
DESPEDIDO DE RTVE (RADIO EXTERIOR), GOBERNANDO EL PP
Cuando el PP puso Fernando López Amor al frente de RTVE, este decidió echarle de RNE ¿le dio alguna explicación?
Querido amigo, nadie da una explicación cuando destituye a alguien, ¿comprendes? En el mejor de los casos, si tiene un mínimo de educación, que no era el caso de López Amor, te agradecen los servicios prestados.
Me echó porque necesitaba el puesto para colocar a un amigo suyo al que nombró y poco tiempo después se jubiló. Son pequeñas miserias del periodismo que no tienen por qué entretener ni un minuto a los lectores de Periodista Digital. Pero fue así. Un directivo tiene una retribución económica determinada, cuantía razonable y, de repente, hay un amigo que necesita encontrarse en esa situación para jubilarse poco después.
¿Alguien Directo-Directo?
No sé… Sí, hombre sí. Pero hay que respetar a las personas que se han ido. Pero es que no creo que fuera una decisión suya. No fue cosa de quién me sustituyó, sino de quien me destituyó.
DESPEDIDO DE RTVE (RNE), GOBERNANDO EL PSOE
Su última experiencia en RNE fue durante el Gobierno Zapatero con el programa ’24 Horas’ hasta que le quitaron en junio de 2007. ¿Por qué motivo?
En mi programa cuando había opinión, había opinión, pero estaba fundada en la información. Y en relación con tres aspectos de lo que estaba pasando en España, la línea de ’24 Horas’ era crítica con el Gobierno Zapatero, en especial en varios puntos. Uno de ellos con el Estatut. Por las facilidades que dio Zapatero, incluso lo incentivó. Y luego en el programa yo hacía entrevistas muy duras con personajes del Gobierno Zapatero. Recuerdo una muy dura con José Blanco, que era el número 2 del PSOE y vino poco después del atentado de la T-4, donde murieron dos ecuatorianos, Estacio y Palate. Me acuerdo que tras aquel atentado emplazamos a Zapatero a que diera la cara. Y el presidente del Gobierno no salió. Y eso que días antes había dicho que ‘estábamos mejor’.
¿Se podría decir que le echó la dirección de RTVE por críticas a Zapatero?
La posición de ’24 Horas’ no era la del conjunto de RNE. Los directivos intermedios de RNE estaban mucho más atentos a la sintonía de la Moncloa, que el director de ’24 Horas’, que era considerado un ‘verso suelto’. Después de 30 años de profesión no haber dicho lo que pensaba habría sido una traición a una forma de entender el periodismo. No gustó y alguien decidió destituirme, estaba en su derecho.
Fue extraño el episodio de Veo7, un plantel de cinco presentadores para un mismo programa, uno cada día. Y creo que usted el primero en ‘caerse’ al mes…
No. Duré tres meses. Fue un experimento que por desgracia no continuó y yo sigo creyendo que hubiera tenido éxito. Nosotros planteamos por una puesta en escena que era heredada por las dificultades de presupuesto del grupo Veo Televisión [propiedad de Unidad Editorial]. Respetando a un compañero como Carlos Cuesta, que tenía una forma de presentar completamente alejada a la que tenía yo, era una puesta en escena muy interesante. Cinco puntos de vista. Llegamos a tener el día de la huelga general, que me tocó a mí, alcanzamos un 1%. La audiencia de 1% en TDT era un mundo.
Al cabo de tres meses yo fui el primero en caer pero a la semana siguiente cayó Luis Herrero y a la semana siguiente Pedrojota y al quinto el otro y se quedó sólo Carlos Cuesta.
Usted que ha moderado tertulias en radio y televisión, qué valoración tiene del formato
En mi tertulia en Veo no se despachaba con griterío. Teníamos a José Antonio Marina, a Gabriel Albiac – dos filósofos con planteamientos totalmente diferentes – a Javier Sádaba y Fernando Savater. En este momento si buscamos una lista de intelectuales, he citado a los nombres más prestigiosos. Si los ciudadanos prefieren a los gritones, pues es que son un rebaño, rebaño que está convirtiendo a los ciudadanos en un infierno.
No somos capaces de separar lo urgente de lo importante, no somos conscientes de que antes de despellejar hay que saber el por qué de las cosas.
¿Qué visión tiene del periodismo actual?
Las empresas periodísticas han sido tocadas por la crisis. Hoy en día hay anunciantes que tienen más poder sobre las líneas editoriales de los medios de comunicación que los ministros del Gobierno. Es más fácil criticar al Rey que a Botín. ¿Por qué? Pensadlo. Porque detrás de un anunciante poderoso puede estar la salvación de una cuenta de resultados, por no decir cuando son, en algunos casos, poderes económicos que son accionistas de los medios o tenedores de determinados medios de comunicación. Cuando se rebaja el nivel del debate a los problemas que no son esenciales, todo el mundo cree que la sociedad es más libre, porque todo el mundo opina. Pero no es verdad, pero los temas fundamentales, sobre quién está detrás del poder, de eso no se habla, porque se puede quedar uno sin publicidad y si te quedas sin publicidad, te quedas sin programa.