En ‘La Brújula’ de Onda Cero se analizó el 11 de julio de 2013 el cambio de abogado de Luis Bárcenas, con la elección de Javier Gómez de Liaño como abogado del ex tesorero del PP. Una de las intervenciones más relevantes fue, como es habitual, la de Vicente Vallés.
En su intervención en el programa de Carlos Alsina, Vallés se reconoció como antiguo admirador del parlamentarismo, pero cada vez menos.
Se crean de comisiones de investigación sólo cuando el investigado tiene mayoría para controlarlas, se ignora a las minorías salvo que supongan un apoyo para alguna cuestión concreta y mientras, los jueces, instruyen sus sumarios. El ritmo de la justicia casa muy mal con el ritmo de la política, y el ritmo de la política casa muy mal con el ritmo de los medios.
Pero la opinión más interesante de Vallés fue relativa al cambio de abogado de Bárcenas.
Ahora hay una novedad cuyos efectos prácticos vamos a ver muy pronto. Bárcenas tiene nuevo abogado: Javier Gómez de Liaño. No pasa por ser un gran enemigo del PP, y parece estar dispuesto a cualquier cosa por salvar a su defendido salvo en enfangar a Rajoy con este escándalo.
Es cierto que el juez Liaño, a pesar de que en su día fue considerado un juez progresista, entró en el Consejo General del Poder Judicial ‘a propuesta’ del PP, aunque acostumbraba a votar más con los del PSOE, en especial en lo relativo al juez Estevill.
También es cierto que, tras ser condenado por prevaricación, el juez Liaño fue indultado por el Gobierno del Partido Popular en 2000.
Quizá porque está convencido de que enfangar a Rajoy es el peor método de defensa para Bárcenas, Gómez de Liaño va a resetear a Bárcenas. Estamos en un momento clave en el desarrollo de este escándalo. Quizá vayamos a transitar por caminos diferentes.
Lo que Vallés estaba dando a entender es que la llegada de Liaño como letrado de Bárcenas iba a poner fin a la guerra entre Bárcenas y el PP. Vallés hizo autocrítica en la poca importancia que se había dado a la llegada de Liaño.
Quizá mientras estábamos distraídos en la chispeante batalla política, hayamos ignorado lo que de verdad es crucial. Ese ese viejo debate periodístico entre lo que de verdad es importante y lo que es interesante. Quizá Rajoy duerma esta noche mejor, quizá tengamos que recolocar el foco.
Pero no está tan claro que la llegada de Liaño vaya a poner paz entre Rajoy y Bárcenas. La llegada de su hermano, Mariano Gómez de Liaño, como abogado de Mario Conde parece ser lo que le arrastró a la guerra contra el Gobierno felipista, según Pedrojota Ramírez.
Y, por otro lado, si de alguien es amigo Javier Gómez de Liaño es de Pedrojota Ramírez, que no parece que tenga muchas ganas de defender a Rajoy.
En la tertulia también participaron Carlos Alsina, Caraballo y Pilar Cernuda, que bromearon sobre lo fácil que es comer con políticos.
Gistau consideró que ‘Lo que es un tostón son las comidas con los periodistas’. Por su parte Caraballo, dijo que «hay algunas comidas con políticos que que son un pestiño».
Pilar Cernuda, en cambio, defendió las comidas con políticos y aseguró que él seguía haciéndolas
Gistau- ¿No tienes un Síndrome de Estocolmo?
Cernuda- Para nada, les arreo igual. Y sí, tengo que decir que me gusta.
Gistau- Yo si voy a comer con un ministro y acabamos bailando con una manta en la cabeza me sentiría muy cohibido para criticarle luego.
Cernuda- Yo soy muy amiga de Lasquetty y le he dado hasta un carné de identidad en Espejo Público.
De ahí la tertulia evolucionó a bromas para intentar sacar con que políticos comía Cernuda.
Cernuda- No me vas a sacar con quién he comido.
Gistau- ¿Ni siquiera con violencia?
Caraballo- ¿Es hombre o mujer?
Alsina- Lo ha dicho en masculino, o sea que es hombre
Gistau- Vamos a jugar a las películas ¿es Gobierno u oposición? ¿Es animal?
Cernuda- Soy un poco meiga y adivino lo que me iba a preguntar
El ambiente de broma continuó cuando entró Jabois, que aseguró que la primera vez que intervino en la Brújula, Carlos le riñó por decir tacos durante la tertulia.
Pilar Cernuda- Hay un libro que me ha gustado mucho… cómo se llama uno que he leído últimamente me está gustando mucho…
Gistau- ¡El Capital!