Ónega: "Berlusconi supo construir el imperio Mediaset, pero no supo poner límites éticos a su ambición"

Herrera: «La última golfada de Berlusconi, querer la inestabilidad para Italia, se ha vuelto en su contra»

"Berlusconi ha quedado como un desecho político ante la opinión italiana y la internacional"

Herrera: "La última golfada de Berlusconi, querer la inestabilidad para Italia, se ha vuelto en su contra"
Silvio Berlusconi. EP.

Sería casualidad o no, pero los analistas de Onda Cero no tuvieron problemas en centrar sus críticas en Silvio Berlusconi en un momento en el que Il Cavaliere estaban en las horas bajas para cebarse un poco en él y calificarle de ‘deshecho’, sin que, aparentemente tuviera nada que ver con que el italiano sea, además, el fundador de Mediaset.

En ‘Herrera en la Onda’, Carlos Herrera comenzó con una referencia al atentado en la basílica de El Pilar.

Se puede ligar con un atentado parecido en La Almudena que reivindicó un grupo anarquista, de extrema izquierda radical. La basílica estará hoy operativa, preparada para las fiestas de Zaragoza.

Pero tras esa referencia Carlos Herrera comenzó con Berlusconi anunciando básicamente su final.

En Italia ya se cuece el final de la era Berlusconi, que ha sido muy larga, ha durado 20 años. ¿Hay que dar por muerto a éste?

Este tiene más vidas que un gato y más conchas que un galápago. Posiblemente sí, porque ayer se le revolvieron buena parte de los suyos, de su propio partido. Berlusconi quería no-apoyar al gobierno de Letta, para hacerle caer y que se convocaran nuevas elecciones. Inestabilidad para Italia y no sólo para Italia. Al final han sido los propios suyos los que se volvieron en contra de Berlusconi.

«La última golfada»

Carlos Herrera definió la actitud como ‘última golfada’.

Tanto es así, que para no perder, el propio Berlusconi cambió y vendió el cuento plástico de que él también apoyaba a Letta. ¿Es el final de Berlusconi? Posiblemente sí. Esta última golfada se ha vuelto contra él. Como no podía ganar, decidió no perder.

Onega: «Berlusconi ha quedado como un deshecho político»

Si Carlos Herrera ya había sido duro, Fernando Ónega volvió abandonar su habitual temple para usar la palabra desecho para referirse a Berlusconi:

Berlusconi tenía dos alternativas a cual más dramática. Dejarse matar por los suyos y perderlo todo. Perder su pulso ante Letta, perder a su propio partido y su carrera política. Su partido está dividido por el desmarque de Angelino Alfano.

Podía dejarse morir, pero al menos salvar al partido y presumir de que rectificó por interés nacional. Optó por esa opción, que es la que le puede permitir alguna esperanza, negociar con Letta y decirle «yo te he salvado, mañana sálvame tú».

«Aún puede comprar algún escaño»

Ónega aún concedía alguna esperanza al político, aunque él mismo decía que era escasa. E insinuaba la posibilidad de sobornos.

Mientras el Senado no diga esa última palabra yo no doy por fenecido a Berlusconi. Todavía puede surgir o comprar algún escaño que le permita impunidad.

Pero aún con el mejor y más increíble de los supuestos, Berlusconi queda muy tocado. Lo demuestran sus gestos teatrales de hacer como que llora. Ha perdido con estrépito.

La conclusión de Ónega era muy duro para el italiano.

Es el hombre traicionado que no puede ni castigar la traición.

En principio las alusiones eran a su formación política, La Casa de las Libertades, y no a su grupo empresarial, pero al final hubo una alusión clara al imperio Mediaset, especialmente fuerte en Italia, Francia y España.

Penoso final para un hombre que supo construir un imperio empresarial, pero no supo poner límites éticos a su desmedida ambición.

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Autor

Juan F. Lamata Molina

Apasionado por la historia en general y la de los partidos políticos y los medios de comunicación en particular.

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