La Generalitat estudia la posibilidad de ceder en el último momento la gestión de la votación a entidades ciudadanas. Con la última hora sobre la Consulta Catalana, el crítico y novelista catalán, contrario al movimiento nacionalista, Ramón de España, estuvo al teléfono de ‘Rojo y Negro’ en Radio 4G la tarde del jueves 6 de noviembre de 2014, para hablar de su última publicación en La Esfera de los Libros: ‘El derecho a delirar, un año en el manicomio catalán’.
En este libro, el escritor continúa en su tradicional línea de humor e ironía para explicar por qué no comulga con el nacionalismo y da motivos para su rechazo a lo que denomina «el delirio nacionalista de Cataluña». Según contó en la hora de tertulia, en España seguimos en tiempos de Berlanga.
La situación es peculiar. Vivimos en lo grotesco y seguimos en tiempos berlanguianos. Los catalanes somos un pueblo que si fuéramos al cine nuestro género sería la tragicomedia. En todo el proceso hay un elemento kitsch que rodea el ridículo. Se está tirando mucho de épica en todo.
El autor lamentaba el discurso que están siguiendo los nacionalistas exaltando y exagerando su condición de pueblo maltratado por la historia. Una historia que se ha manipulado sobre todo por las clases burguesas catalanas.
Nos comparamos con pueblos oprimidos de verdad y esto es una falta de respeto a los oprimidos de verdad, llegando hasta manipular la propia . Hay dos opciones: tomárselo en serio o a pitorreo. En las manifestaciones hay buenos burgueses de seis comidas al día y ni un obrero. Esta es una ridícula revolución burguesa.
En opinión de Ramón de España, la opinión pública en España ha sido amordazada y secuestrada por el nacionalismo catalán, de forma que ya no se pueden debatir y abordar los problemas realmente importantes que nos conciernen, como los recortes y el expolio de lo público.
Me molesta ver cómo estamos perdiendo el tiempo con un gobierno que no gobierna y cómo se está vocalizando todo en algo que no tiene interés para España y solo demuestra cómo se están cargando España. Nos están meando encima, somos los maestros del recorte y se oculta detrás de una bandera de independentismo. La tabarra independentista nunca había sido un bocinazo en el oído como hasta ahora.
Sobre el futuro después de la Consulta programada para el próximo día 9, el autor de ‘El derecho a delirar’ se mostraba optimista ante las posibilidades de recular.
Quiero creer que hay vuelta atrás. se calcula que hay un 30% de aluvión que ha coincidido con la crisis económica, pero antes el porcentaje era mucho menor. Tenemos un gobierno que ha fomentado el odio a España.
¿Y cómo terminará el sueño de Artur Mas? Ramón de España no prevé un buen final para el presidente de la Generalitat.
Mas debería haber dimitido y convocar elecciones porque ha conseguido cargarse CiU,que era una máquina de hacer dinero, y cabrearse con Duran. Si quería pasar a la historia como el salvador, pasará a la historia como un pésimo gestor y dar votos al ogro melancólico (Oriol Junqueras).
De esos votantes «burgueses exaltados» de los que hablaba al principio de la entrevista, De España se refería a ellos en estos términos:
Lo que más me deprime es la actitud gregaria de mis conciudadanos. Si la bandera española se aireara en la castellana se diría que vienen los franquistas, pero como los catalanes somos los más oprimidos del mundo, se justifica. Los nacionalistas te intentan meter la señera hasta en el váter.