El periodista Carlos Cuesta estuvo unos minutos este 23 de diciembre de 2014 en los micrófonos de ‘Rojo y Negro’, de Radio4G, para analizar entre otras cuestiones el mitin que dio Pablo Iglesias en Barcelona el pasado 20 de diciembre de 2014.
Para el director de ‘La Marimorena’ (13TV), Iglesias es un político que actúa de manera soterrada y que se aprovechará de aliados como los nacionalistas o los independentistas mientras le vengan bien a su causa.
Pablo Iglesias es comunista y porque le viene bien. En realidad, el es pablista, es un extremista de izquierda. Él ha construido una especie de pirámide en torno a el mismo, él quiere el poder como sea y utilizará cualquier resorte para colarse. Que resulta que ir contra Felipe VI se le hace excesivo y lo puedan catalogar de antisistema, esa causa la abandona. Que necesita apoyarse en los independentistas para bombardear la Constitución, se apoyará en ellos. Si alguien se cree que este señor va a dejar respirar a los independentistas cuando llegue al poder, es que los independentistas no se han enterado de nada.
Añadió que el líder de Podemos va por la vida como alguien que se considera enormemente superior a los demás:
Iglesias es un auténtico comunista, que él es superior a los demás. Él se considera un ser superior y lo demuestra a todas partes donde va. Trata con desprecio a la prensa, a unos los llama «caniches rabiosos», a otros directamente que se les eche de las tertulias y a otros amenaza con cerrarles los medios de comunicación. Cualquiere que ose a opinar en contra de él, le pasará por encima. Él se va a apoyar en los nacionalistas porque le hacen un favor, que es bombardear la Constitución. Él quiere llegar de la forma más tapada posible al poder y cuando llegue, que se preparen los nacionalistas, quienes quieren abrir una empresa, es decir, todo el mundo.
Y sobre las contradicciones de su discurso, donde un día dice que hay que impagar la deuda y al siguiente hace unas matizaciones, Cuesta considera que esos cambios se los perdona su electorado porque éste se mueve más por un sentido más pasional que racional.
El voto que Pablo aspira a movilizar no es un voto de discurso, nadie está esperando a ver qué dice, sino que es un voto que se mueve por la rabia, por el asco y por el odio a determinada clase política. A él se le perdona lo que no se le perdona a otros partidos.