El 70% de los lectores de Sotoancho es gente joven
Invitado muy especial el que estuvo este jueves 8 de enero de 2015 en ‘Los placeres y los días’, la sección de literatura que dirige Lorenzo Rodríguez en ‘Rojo y Negro’, de Radio4G. El escritor y columnista de La Razón Alfonso Ussía presentó su último libro ‘El gato negro y la pildorita azul’.
Sobre la obra en sí, estos fueron algunos de los titulares que dejó la charla con Ussía.
Cela era un gran ‘sotoanchista’. Un día cenando con él y con Mingote, les explicaba que cada vez que estaba preocupado me ponía a escribir sobre Sotoancho, un personaje que me domina. Y Cela me decía que cada vez que se me fuera el personaje de las manos, le diera una hostia, pero yo le decía que si se me iba de las manos es que estaba vivo.
Sotoancho siempre existirá. Yo soy una persona normal, que siempre está llena de preocupaciones, dudas, y problemas. Y para eso necesito escribir
Sotoancho es el prototipo de la libertad. Ha sufrido tanto a su madre que acaba estallando.
El 70% de los lectores de Sotoancho es gente joven porque les interesa ese mundo tan extraño que se creen que es fantasía cuando es realidad. Y eso yo me daba cuenta en las firmas de la Feria del Libro. Y de ese porcentaje mayor porcentaje femenino que masculino.
Acerté ubicando a Sotoancho en la Baja Andalucía, donde hay más sentido del humor popular y se ríen más de ellos mismos.
Posteriormente, hubo tiempo también para entrar en materia más general y conocer un poco más acerca de los gustos literarios del escritor:
He leído prácticamente de todo. Desde niño siempre leí poesía, eso es fundamental. El que me indicaba era Santiago Amón, que fue mi profesor de Latín y de Griego.
En el articulismo, cuando estoy con la mente en blanco, me acuerdo sobre todo de mí, y pienso ¿por qué me habré dedicado a esto? Hay días que escribes con soltura, y divertido, y hay días que se escribe de oficio, para salir del paso.
[Sobre el libro que preparaba de Don Juan] se sigue preparando. Hay un exceso de vivencias, y eso es un problema. Y yo tengo una promesa hecha con él que nada de lo que saldría en ese libro podía hacer daño a la Corona, y eso lo tengo que valorar.
Ya no se estudia poesía en los colegios. Antes se sabía lo que era una rima consonante.
Ahora el castellano está sometido al buenismo y a unas estupideces que deterioran nuestro idioma, Si en el siglo de Oro se hablaba y se escribía de una manera, ¿por qué no se va a hablar así en el siglo XXI?