No hubo un 'momento abdicación' de Juan Carlos, no se levantó por la mañana y lo decidió
Ana Romero, como periodista del diario El Mundo, se rodeó de gente que le ayudó a escribir el retrato de un rey septuagenario «de brillante pasado atrapado en un presente trágico». La periodista ha presentado este miércoles 6 de mayo de 2015 su libro ‘Final de partida’, una crónica de los últimos cuatro años de reinado del ex monarca Juan Carlos I que llega hasta su abdicación.
En la tertulia del programa de ‘Rojo y Negro’ de Radio4G, la autora Ana Romero ha querido retratar todos los temas más polémicos sobre la vida de su majestad: su amor por Corinna, su distanciamiento con la reina Sofía, los escándalos económicos de su hija, la infanta Cristina, el matrimonio de su hijo Felipe con Letizia, sus problemas de salud y sus errores cometidos que empañaban sus aciertos durante la Transición.
La escritora del libro ‘Final de Partida’, Ana Romero, respondía sobre la repercusión que está teniendo el libro:
Estamos en la cuarta edición, cerca de los 30.000 ejemplares, nos sitúa en el ámbito del best seller porque está triplicando lo que se considera un número normal. Es indicativo del deseo de que se trate a las instituciones de manera civilizada pero también objetiva.
A punto de cumplir un año de la abdicación del Rey Juan Carlos I, sobre si existe un momento en que decide hacerlo, Ana Romero explica:
Es un poco decepcionante, pero no hay un ‘momento de abdicación’, no se levanta el rey y dice: hoy abdico. Se trató de un proceso muy largo, cual montaña rusa. Cuando él abdicó se dijo que fue una decisión madurada, tras por ejemplo, el momento del discurso en la Pascua militar, pero no surge ahí sino que ya estaba en su cabeza, sobre la mesa.
Sus problemas de salud y acciones hacen que vaya a más la idea de abdicar. Es un rey que demuestra con su actitud en la Pascua militar que no ha aprendido de Bostsuana y que sigue manteniendo una conducta irresponsable.
Sobre el papel de la prensa y su trato con la Casa Real apuntó:
Los medios deberían hacer una autocrítica, deberían reflexionar hasta cuanto vale la pena dar carta blanca sobre la defensa del Estado, como en el caso GAL, no sólo en el comportamiento del Rey.
Parecía que si te metías con el Rey eras un ‘friki’. Queca Campillo, fotógrafa de la revista ‘Tiempo’ decía que en la manifestaciones de la Transición le decían ‘vete a tu casa Roja’, y cuando cubría las opuestas la decían ‘pija’. Eso es propio de las democracias poco desarrolladas. La idea que había de si tú escribes sobre la Casa Real eres un peligroso republicano ha cambiado. Ahora se puede ser defensor de la monarquía, pero decir que es necesario una transparencia y un comportamiento adecuado sin correr el peligro de ser tachado de ‘antisistema’.
La reina Sofía incluyó en la abdicación de Juan Carlos I:
La reina Sofía tenía un objetivo real, que era asegurar el trono de su hijo Felipe VI. Influyó en la abdicación del rey. Si hubiera estado en contra de la abdicación, habría peleado para evitarla.
Ana Romero se preguntaba el por qué no tenía que decir nada sobre los problemas de salud del ex monarca rey. Y relató que cuando ella contaba lo que veía, desde la Casa Real se veía mal:
Mi experiencia fue que la Casa Real quería preservar que el tratamiento siguiera siendo de las historias de bodas, bautizos y comuniones. Ese tratamiento no cambió con Botsuana.
Si ven que se están disparando en su propio pie defendiendo una institución opaca, dejarán de hacerlo porque se les acabará el negocio. Tú puedes ser el diario monárquico, si el Rey se cae y si tú no das esa foto estás quedando en evidencia.
Comentó sobre las presiones recibidas en El Mundo:
Las presiones, la experiencia se suelen hacer de manera indirecta. La manera dantesca en la que un ministro me ofrece una exclusiva si no cuento que el rey se ha reunido con Corinna.
Las presionesse hacen a través del jefe supremo. A mí lo que me más me afecta es pensar que te estás peleando sola y no tienes a nadie detrás que te apoye en esa ‘pelea’.
Ana Romero reconoció que el diario El Mundo era tachado de que se metía con todo el mundo y no dejaba títere con cabeza. Y por eso, cree que desde la Casa Real no se entristecieron con su marcha:
Yo recibí críticas cuando realicé el reportaje con Corinna. Ella quería defenderse del ‘caso Urdangarín’ y fue el esquema de la entrevista. Yo no creo que nadie llorara en la Casa Real cuando yo ‘abdiqué’ de El Mundo.
Y opinó que el escándalo de Urdangarín fue la clave:
Fue el ‘caso Urdangarín’ el que puso el foco de la corrupción en la Casa Real. Los españoles se tienen que recuperar de esa posibilidad. Se preguntan ¿quién lo sabía y quién lo permitió?
Yo defiendo que es en beneficio de la Casa Real, que haga ejercicio de transparencia para poner fin a eso, ese punto tenía que ser despejado. Tengo dudas de que lo vayan a hacer porque él ya no reina, pero sería una cosa buena por cómo le juzgará la historia y por su biografía personal.