Albert Rivera presenta la postura del PSOE con los políticos imputados como una conquista propia
El acuerdo en Andalucía entre el PSOE y Ciudadanos y en Madrid entre este último y el PP sigue coleando en el menú informativo. Este 11 de junio de 2015, el periodista de Onda Cero Carlos Alsina, en ‘Más de uno’ (Onda Cero) le dedicaba su editorial de las ocho al líder de esta formación, Albert Rivera.
En él, Alsina le ha pedido al político del partido naranja que se deje de hacer trampas, puesto que en su opinión, «se ha colgado la medalla de político justiciero». Y lo explicaba argumentando que Rivera «ha asumido una tesis que no es la suya».
Albert Rivera es el político de moda, puesto que se multiplicó en apariciones en los medios de comunicación, y se le agradece que esté siempre dispuesto a atendernos.
Sobre tales apariciones mediáticas, apuntó:
Rivera puso mucho empeñó en explicar que él no ha cambiado de postura en Andalucía, que no ha sido él sino Susana Díaz quien ha cambiado de criterio.
Albert Rivera quiso explicar que ni él ha cedido para que Manuel Chaves siga siendo diputado ni está aplicando varas de medir distintas en Andalucía y Madrid. «No hemos cambiado», decía el líder de Ciudadanos. Algo a lo que Alsina quiso responderle así:
Albert, no nos haga trampas. Sí que ha habido cambios en el planteamiento de Ciudadanos. Antes decía «como Chaves ya está imputado en el Supremo, Chaves tiene que marcharse ya a su casa». Y ahora lo que dice es que en el caso de que el Supremo mantenga la imputación a Chaves cuando resuelva sus alegaciones, entonces Susana se compromete en pedirle el escaño.
Añadía:
Esta postura de ahora, Albert Rivera la está presentando como una conquista pero es la postura que tenía el PSOE. Es el PSOE ha sido quien siempre ha dicho que esa imputación no lo es aún.
Lo explicaba:
Y la prueba de que Rivera ha asumido una tesis que no era la suya es que en Madrid ha exigido la cabeza de Lucía Figar y Salvador Victoria sin esperar a que la imputación sea firme o a que fueran siquiera interrogados. Había que sacarles para empezar a hablar. Por tanto sí ha habido cambios y vara de medir distinta sobre los imputaciones.
Hay una cosa por reconocer a Albert Rivera:
Hay que reconocerle el éxito de marketing porque ha logrado aparecer ante la opinión pública como el ‘látigo de la corrupción’, como el regenerador que obliga a los partidos a hacer limpieza. El listón justiciero estaba aún más alto que ahora, pero llega Rivera y se cuelga la medalla y por ello hay que darle la enhorabuena.
