El lamentable trato que lleva Luis Enrique dispersando a los periodistas a lo largo de esta temporada tuvo su momento culminante -al menos, por el momento- este domingo 17 de abril de 2016 en la rueda de prensa celebrada en el Camp Nou tras la nueva derrota del Barcelona en Liga–Luis Enrique se burla de un periodista por una pregunta incómoda: «¿Cómo es el apellido? Siguiente pregunta»–.
El asturiano utilizó el apellido de un redactor -Víctor Malo, del diario ‘Gol’- para evitar dar explicaciones del bajón físico de su equipo.
En ‘Hoy por hoy’ de la SER de este 18 de abril de 2016, en el tramo que presenta Gemma Nierga contaron con el aludido que contó cómo vivió el intento de menosprecio del entrenador azulgrana:
Lo viví con un punto de sorpresa pero en parte era consciente que la pregunta no le iba a gustar e iba a generar una reacción un poco hostil.
La pregunta es de un tema delicado del que obviamente desde el cuerpo técnico no se desea hablar. El bajón físico no lo quieren reconocer y llega un momento que esa pregunta molesta
Es una respuesta maleducada y no me gusta que me respondan así pero sí me siento orgulloso de haberle hecho una pregunta que no le ha gustado. Fue una respuesta de frustración
Llamó la atención la complacencia que desde un sector de la prensa que cubre habitualmente la información del Barça se tiene hacia los desplantes del técnico culé con los compañeros del sector–Brutal tensión en la Champions: Luis Enrique contesta a cara de perro a las preguntas de Susana Guasch–.
Acostumbrados a ver la paja en el ojo ajeno, como sucedía en los tiempos de Mourinho en el Madrid, el periodismo más militante no ha denunciado estos hechos que tienen a Luis Enrique por protagonista.
Sin embargo, Jesús Gallego, director de ‘Carrusel Deportivo’ dejó para el arrastre tanto al preparador azulgrana como a una parte de la profesión periodística:
Lo de Luis Enrique me parece impresentable. Le conozco desde hace muchísimos años. Ha llevado una deriva hacia los periodistas desde hace mucho tiempo y que se le ha consentido y se le aplaudido por otros compañeros y lo que tenía que haber sucedido es que cuando Luis Enrique contestó de esa manera al compañero Víctor Malo el siguiente periodista que preguntó tenía que haber hecho la misma pregunta.
El siguiente periodista tenía que haber hecho la misma pregunta para demostrarle que con esa mala educación no va a poder. A ver si sucede.
