En Chernóbil murieron 25.000 personas y estos tíos no dijeron ni pío
Se cumplen 30 años de la catástrofe de Chernóbil, Ucrania. El mundo entero aún recuerda la catástrofe nuclear de aquel 26 de abril de 1986.
Carlos Herrera, en su editorial de este 26 de abril de 2016, ha refrescado la memoria a los ecologistas radicales, siempre prestos a denunciar lo que ellos consideren de justicia pero que en cambio, permanecieron mudos al acaecer este accidente en suelo soviético:
Me llamó la atención, y todavía nos lo sigue llamando a algunos, como en aquel entonces los grupos antinucleares, ecologistas, pacifistas, naturalistas, estos profesionales del ‘peace and breakfast’, no dijeron ni pío [con Chernóbil].
Y añade:
Cuando poco antes se produjo una alarma en una central nuclear norteamericana de Harrisburg, el griterío mundial que se organizó a través de los ecologistas fue bárbaro.
En Chernóbil murieron 25.000 personas, se destrozó la vida de miles de personas más, y [estos grupos] no dijeron ni pío, callados como puertas, alguna pequeña manifestación de estas genéricas sin nombrar a la Unión Soviética. Qué tíos.
La central ucraniana de Chernóbil se encuentra en la actualidad en proceso de cierre tras el desmantelamiento iniciado en el año 2000.
Está previsto que en el mes de noviembre de 2016 se instale el ‘arco’ con el fin de que proteja el sarcófago instalado sobre el reactor accidentado -el cuarto- de una posible fuga radioactivo.
Su instalación tendrá un coste de 2.500 millones de euros y en ella participan 28 países con la coordinación del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.