Rajoy: "Podemos todos votar al señor Iglesias, le podemos votar a usted también, señor Alsina"
Quedan menos de tres días de campaña electoral, oficialmente termina el 24 de junio de 2016, y los líderes políticos refuerzan su presencia en los diferentes medios de comunicación para colocar sus últimos mensajes para convencer a los indecisos.
Mariano Rajoy era el entrevistado este 22 de junio de 2016 en el programa ‘Más de uno’ (Onda Cero) por Carlos Alsina. El presidente en funciones se puso a la defensiva con el periodista (y no era la primera vez) –Alsina hace sudar la gota gorda a Rajoy, que se ve obligado a salir de un jardín en el que él mismo se había metido– cuando éste le planteaba la posibilidad de que un candidato alternativo fuese elegido presidente del Gobierno en el caso de que ninguno de los líderes de los principales partidos que se presentan a las urnas el 26 de junio de 2016 se pusieran de acuerdo para elegir a un nuevo jefe del Ejecutivo.
Así planteaba Alsina la cuestión:
Esto usted lo ha planteado en alguna ocasión, nuestro sistema no es presidencialista, es decir que los ciudadanos que vamos a votar el próximo domingo no vamos a elegir directamente un presidente de Gobierno, vamos a elegir un Parlamento y de ese Parlamento sale el presidente del Gobierno. Eso significa que el candidato a la investidura debe de tener los suficientes apoyos parlamentarios para sacar adelante su candidatura. En su caso es verdad que sin el concierto del PSOE no es posible que salga adelante esa investidura salvo que todos los líderes políticos se comprometieran a no entorpecer o no torpedear la investidura del candidato que tenga más votos detrás de su candidatura. Esta sería una opción para evitar ir a unas terceras elecciones generales. ¿No le parece razonable?
Rajoy afirmaba que:
Razonable es todo y los números sirven absolutamente para todo. También podemos votar todos a Podemos y entonces tendría más diputados que cualquiera. O también podemos hacer esas operaciones que nos cuentan algunos de poner a alguien que no esté en el Parlamento para que se le den los apoyos. Pero, mire usted, es que creo en el funcionamiento normal de las instituciones democráticas. En España, desde que volvió la democracia, en 1977, siempre el candidato a presidente de la lista más votada ha gobernando siempre, no ha habido ninguna situación de excepcionalidad. Por tanto no conviene oponer los escaños que pueda obtener alguien con los votos populares o con lo que diga la gente. Le digo que mi posición es la más sensata, que gobierne la fuerza política que ha ganado las elecciones, a ser posible en coalición, porque para gobernar es importante tener mayoría. Quinielas, combinaciones, podemos hacer de todo, en Italia los tres últimos presidentes del Gobierno no fueron elegidos por nadie, pero no me parece el mejor procedimiento.
El periodista matizaba:
Fueron elegidos por el Parlamento, presidente.
El líder del PP contraponía que:
Sí, ya, pero no se presentaron a las elecciones. Es que si al final hacemos elecciones para elegir a alguien que no se presenta, tendrá que reconocerme que entonces tenemos un sistema democrático bastante singular. A mí déjeme que trabaje para funcionar en la normalidad y la normalidad democrática es la que le he explicado.
Alsina insistía:
Pero la normalidad democrática es lo que marca la ley y lo que dice ésta es que al presidente del Gobierno lo inviste el Parlamento y que efectivamente puede ser una persona que no sea diputada.
Rajoy ya iba sintiéndose incomodado:
Sí, puede ser cualquiera, pero lo normal es que sea el presidente del partido más votado. Además en España no es que sea lo normal, es lo que ha sido siempre. Evidentemente, todo lo demás se puede hacer. Podemos todos votar al señor Iglesias, le podemos votar a usted también.
El de ‘Más de uno’ salía al quite:
Yo no me presento.
Y el presidente en funciones proseguía.
Pero podemos votar a cualquiera, como usted ha dicho muy bien. 45 millones de españoles pueden ser candidatos siempre que tengan más de 18 años.
Alsina intentaba que Rajoy entendiese el planteamiento:
Pero no lo digo yo, lo dice la ley.
Y el del PP, a la defensiva:
Si usted puede darle vueltas y continuar así. Es su opinión, pero es que así no vamos a ninguna parte. Ya sé que no le gusta mi posición, pero si ya sabe cuál es mi posición sobre este asunto podíamos pasar a otro tema.
