La número dos en la lista de la organización antisistema CUP, Anna Gabriel, participó este 11 de enero de 2016 como entrevistada en la emisora catalana RAC1, donde demostró que no es oro todo lo que reluce en el independentismo catalán.
La que fuera una de las más fervorosas cupistas en contra de la investidura de Artur Mas, manifestó los problemas que ya han surgido y los que están por venir entre los miembros de Junts Pel Sí y la CUP, los dos partidos que han posibilitado un acuerdo para la formación del gobierno de la Generalitat.
Anna Gabriel, que citó al anarquista Buenaventura Durruti (fusilado en plena Guerra Civil) en su discurso en el Parlament -por lo que fue muy criticada en Twitter-, ha terminado por apoyar como su partido a la derecha de Convergéncia de la que tanto han abominado.
En Rac1 la dirigente de la CUP explicó algunos detalles de cómo se han producido las muchas negociaciones de su organización asamblearia con Junts Pel Sí, poniendo la primera chispa en una relación política en el gobierno de la Generalitat que promete ser prácticamente una guerra continua por la naturaleza de derechas de CDC, de izquierdas de ERC y antitistema de la propia CUP:
Hoy hay un marco de acuerdo que se ha de implementar. Pero no hay que negar que habrá confrontación.
Si se hubieran grabado las conversaciones se habría visto quién era beligerante con quién.
Nos dijeron que la cabeza de un israelí (Mas) vale 10 cabezas de palestinos (CUP).
No hemos perdido la dignidad. Hemos tenido debate interno y lo hemos enseñado. Es una nueva cultura política valiente.
Los independentistas de la derecha catalana y los independentistas del partido antisistema de la CUP, ya viven unidos en matrimonio solo con el objetivo de que el odio a España se consolide en una república catalana.
Pero una vez consolidado eso, tendrán que hablar de educación, sanidad, cuestiones sociales, economía… Campos en los que son ideologías completamente antagónicas. Y la chispa no ha hecho más que saltar.